Se cree que las empleadas domésticas de origen peruano han ayudado a masificar la comida de ese país en Chile.
La historia mundial está cargada de inmigrantes que han emprendido sus negocios y han contribuido al desarrollo de los pueblos que los reciben. Es lo que parece estar sucediendo con el creciente número de empresarios peruanos que se han instalado en Chile.
Una treintena de restaurantes peruanos en la Región Metropolitana son sólo la cara visible de un conjunto de firmas de los más diversos rubros: arquitectura, transportes, importaciones y comunicaciones, por mencionar algunos. Según el presidente de la Cámara Chileno Peruana de Comercio, Jorge Sumalavia, hay US$ 300 millones de origen peruano en Chile y en los próximos meses debería venir una nueva oleada de inversiones.
Paracas, el club social que los agrupa, ha registrado un significativo aumento en el último año, afirma el empresario Jorge Gotelli, quien con una imprenta y un periódico orientado a la colonia peruana obtiene ventas por entre $ 10 millones y $ 12 millones mensuales, el triple que hace un año.
El propietario de Space Planning, Ricardo Rocha, asegura que el buen momento económico por el cual atraviesa Chile motiva las inversiones en el país. El empresario arequipeño llegó empleado por Falabella, pero hace seis años se independizó y hoy su empresa factura poco más de US$ 1 millón anual. Hoy afirma: “ya nos radicamos acá”.
Con 42 empleados en Chile y 15 en Argentina, sus próximos pasos son Perú y Colombia, destinos en los cuales debería estar instalado en el transcurso del año. En Lima, la firma arquitectónica ya cuenta con inicio de actividades y sólo le falta instalarse físicamente, en tanto que a fines de mes viajará a Bogotá para definir entre dos candidatos el socio con el cual abordará ese mercado.
Por el paladar
Se calcula que en Chile habitan más de 100 mil peruanos y en el inconsciente colectivo aún se los asocia dedicados a trabajos de baja remuneración. Aunque el empresario importador Guillermo Jarufe reconoce que muchas peruanas educadas trabajan subvaloradas como empleadas domésticas, también destaca que esto ha permitido masificar el ceviche, el ají de gallina, el seco de cordero, transformándose en una causa importante del boom de restaurantes peruanos en el país.
Con ventas mensuales cercanas a los $ 25 millones, Jarufe es el principal abastecedor de estos locales gastronómicos, importando desde la nación limítrofe bebidas gaseosas, cervezas (Cusqueña y Arequipeña) además de yuca, choclo, camote y otros congelados originarios.
Partió como distribuidor de envases plásticos, negocio que representa todavía un tercio de las ventas, pero el crecimiento de los próximos años estará dado por sus nuevos clientes: los supermercados, a los cuales provee de los mismos productos que a los restaurantes.
Los hermanos Aldo y Rado Milosevich dejaron Lima y acá optaron por el transporte. Con cinco y 20 trabajadores, respectivamente, Aldo se dedica al negocio interno, como propietario de Los Nardos, en tanto que su hermano a través de una empresa que lleva su nombre, se dedica a mover carga hacia y desde Perú y Bolivia.
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