2016/12/20

Sorpresa en las votaciones trascendentales de 2016. ¿Fracasaron las encuestas?

Limitaciones en estudios online y dificultades para medir intención de voto en referendos están entre los obstáculos de los sondeos, aunque también existen errores de interpretación.Francisca GuerreroFRANCISCA GUERRERO | INTERNACIONAL  www.pulso.cl

Lo inesperado marcó la tendencia en varios de los procesos electorales de 2016. Contraviniendo las encuestas, Reino Unido decidió salirse de la Unión Europea, EEUU eligió como presidente a Donald Trump, Perú a Pedro Pablo Kuczynski y los colombianos votaron en contra del acuerdo de paz con las FARC. 
A nivel global el resultado del referendo en UK fue lo primero que pasmó al mundo. Según el último promedio de sondeos de Financial Times, 48% de los británicos se inclinaba por permanecer en la UE y confiados en estos números el FTSE 100 marcaba un incremento de 1,2% la misma jornada de la votación. La sorpresa fue de escala mayor cuando se comenzó a consolidar la opción de dejar el bloque europeo hasta quedar en 51,9% de las preferencias. Al otro día, la bolsa británica caía 3,1%. 
Igual de inesperado fue la elección de Donald Trump en EEUU, tras una trayectoria de encuestas durante el periodo de campaña que apuntaba a un triunfo de Hillary Clinton. De hecho, basado en estos estudios FiveThirtyEight señalaba el mismo 8 de noviembre que las posibilidades de que la demócrata llegara al poder eran 71,6%. 
Roberto Izikson, Gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Cadem, señaló que en ambos procesos “las encuestas online tuvieron problemas para recoger de forma precisa la opinión de los mayores de 55 años y de las personas que viven en los suburbios y zonas rurales”. Sin embargo, destaca que en el caso de EEUU “las encuestas acertaron a nivel nacional y no erraron en 46 estados”. 
En ese marco, apunta a un error en la lectura de los sondeos “se dice que el 2016 no va a ser el año del fracaso de las encuestas, sino la historia de cómo medios y líderes de opinión crearon un clima en EEUU que hacía prácticamente tabú la sola idea de plantear la posibilidad de que Trump podía ganar la elección”, explica Izikson. 
Una opinión similar manifiesta Ricardo González, Coordinador del Área de Opinión Pública del CEP, quien destaca que “muchas de las encuestas arrojaban una diferencia menor al margen de error, lo que en la jerga se conoce como empate técnico, pero se interpretaba como si Clinton fuera a ganar, cuando la lectura adecuada era decir ‘no se sabe’ (...) Además, las encuestas no enfatizaron esto, lo que puede haber ocurrido por conveniencia o por ignorancia, porque querían que ganara Clinton y no fueron lo suficientemente precavidos a la hora de analizar sus resultados”. 
El caso de Colombia
Entre estos dos procesos en el mundo desarrollado la atención se volcó al acuerdo de paz en Colombia, cuyo gobierno sometió a una consulta ciudadana. Las encuestas eran categóricas, apuntando a un triunfo del “sí” con 66% de los votos, frente a 34% que alcanzaba el “no”. Pero el resultado fue totalmente opuesto, con un rechazo al pacto de 50,2%, mientras que 49,8% se mostró a favor. 
“Colombia no tiene una tradición de exactitud a la hora de estimar los resultados electorales. El origen de la diferencia que vimos allí es mucho más técnico”, señala González. 
En tanto, Izikson ve algunos factores en común entre lo sucedido en Colombia y UK. “Es distinto hablar de encuestas para predecir referendos que elecciones, porque hay un tema relevante asociado a la pregunta y las dificultades para que el encuestado te responda lo que tu necesitas (...) Muchos respondían lo políticamente correcto. Tanto en el caso de Colombia como del Reino Unido costaba que la gente declarara abiertamente que iban a votar en contra del proceso de paz o en contra de quedarse en la UE, respectivamente”, indicó. 
También en la región, la última encuesta de intención de voto para la segunda vuelta presidencial en Perú resultó errada. Según Ipsos Perú, Keiko Fujimori resultaría ganadora con 43% de los votos, frente a 38% de Kuczynski, números que iban en línea con los resultados de la primera vuelta. Pero fue este último el que se transformó en el sucesor de Ollanta Humala, con 50,12% de votos. 

Cabe destacar, eso sí, que la misma empresa realizó un simulacro de votación, de carácter confidencial hasta la jornada posterior a la elección, en el que sí estuvo más cerca de los ajustados resultados finales.

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