Samsung Electronics se recuperó hoy en la Bolsa de Seúl después de su desplome del martes y de la volatilidad de sus acciones en la víspera, a raíz de la retirada de su smartphone Galaxy Note 7 por sus persistentes problemas de combustión.
Los valores del gigante surcoreano terminaron la jornada en los 1,557 millones de wones (US$1.371), lo que supone un avance del 1,43%, tras cotizarse al alza desde la apertura de la negociación en la plaza local.
El martes, cuando Samsung anunció que congelaba las ventas de su "phablet" de alta gama, sus acciones se hundieron un 8,04% -su mayor caída bursátil desde 2008- y después de cancelar definitivamente la producción del dispositivo los títulos perdieron un 0,65% el miércoles.
Asimismo, la compañía anunció en la víspera una rebaja sustancial de sus previsiones de resultados para el tercer trimestre debido a que deberá retornar a sus clientes el importe (US$882 en EEUU/859 euros en la Unión Europea) de sus más de 2 millones de terminales vendidos.
Samsung rebajó así su pronóstico de facturación para julio-septiembre hasta unos 47 billones de wones (unos US$41.852 millones), un 4,09% menos que su anterior pronóstico y un 8,94% menos con respecto a lo que se embolsó en el tercer trimestre de 2015.
El recorte sus perspectivas financieras no pareció pasar factura a los inversores, que mejoraron sus apuestas hoy por unas acciones que representan aproximadamente un cuarto de la capitalización total de la Bolsa, y que constituyen ahora una ganga tras dispararse su precio a raíz del lanzamiento del Note 7 y antes de que afloraran sus problemas.
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