CARLOS ALONSO | www.pulso.cl
La perspectiva para la trayectoria de la inflación en Chile está a la baja y las estimaciones del consenso del mercado apuntan a que a fines de año cerraría entre 3,4% y 3,6%, mientras que para el próximo se ubican en 3%. No obstante, existen riesgos que pueden desviar esta convergencia como es el incremento que desde marzo a la fecha muestran los precios de los alimentos internacionales que registra la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que han pasado de 150 puntos a 165,5 puntos.
Pese a este incremento, en BBVA señalan que el impacto es acotado, del orden de 2,3% anual. “Su impacto inflacionario ha sido moderado y lo seguiría siendo, al menos con la información disponible hasta el momento”, indica en un informe.
La entidad precisa que “la incidencia de los alimentos no perecibles en la inflación total aumentará desde 0,36 puntos porcentuales (pp) en agosto a 0,52 pp hacia fin de año, y alcanzaría una incidencia anual de 0,56 pp a marzo de 2017, como consecuencia del alza observada hasta ahora en los precios internacionales”. Esto, porque el incremento de estos precios se transmite con un rezago de siete meses a los precios internos, de manera que en los últimos registros de IPC ya se ha visto parte de los efectos de los incrementos a nivel internacional.
Desglose. De acuerdo a BBVA, desde agosto del año pasado los precios internacionales de los alimentos en dólares comenzaron a acelerar su ritmo de crecimiento alcanzando una expansión interanual de 6,9% en agosto, la mayor expansión desde septiembre de 2011. Esta alza fue liderada por el incremento de 75% de los precios del azúcar. “El incremento en los precios se debió a la apreciación del real brasilero (principal país productor de azúcar) y a las peores perspectivas de existencias en Asia”, destaca el informe.
Asimismo, el incremento en el precio de los aceites vegetales (25% ) tuvo la segunda incidencia más importante en el registro del mes, debido a una menor producción a lo previsto y un aumento en la demanda por parte de los principales países importadores (China, India, UE). Mientras que el alza en el precio de los productos lácteos de 14% impulsado por la caída de la producción de leche de la Unión Europea tuvo una incidencia positiva de 2 pp en agosto. Por otro lado, las bajas en el precio de la carne y de los cereales compensaron en parte el incremento observado en el precio de los productos anteriormente mencionados y continúan incidiendo negativamente en la variación total, aunque en una magnitud cada vez menor.
Lo acotado del impacto en precios locales se debe a que el efecto directo del alza de los precios internacionales recae en cinco grupos de productos. Cereales, donde se incluyen alimentos como arroz, harina, cereal, pan, galleta y pastas; aceites vegetales; productos lácteos con leche en polvo, chocolate, saborizante para leche, queso, mantequilla y margarina; carne, compuesto por carnes de vacuno, cerdo, pavo y pollo; y azúcar, con azúcar y endulzante. Todos estos productos representan un 10% de la canasta de IPC.
Para diciembre 2016, BBVA prevé que la inflación se ubicará en 3,2%, por debajo de las proyecciones de consenso y del Banco Central. Esta cifra estará explicada en un 16% por incidencia de alimentos no perecibles.
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