Con los dedos cruzados para que el precio internacional del salmón se mantenga sobre los US$ 5 la libra hasta el próximo año, se encuentran no sólo las compañías de este sector. Los bancos también siguen de cerca la evolución del commodity.
Esto porque hasta el momento, ha sido el alza en el valor internacional del producto el que ha logrado sostener a una industria que, cuando recién ya había dejado atrás los efectos de la crisis del virus ISA de 2007, se enfrentó al florecimiento -o bloom- de algas en la X Región. Además, en esta ocasión los seguros contratados permitieron que las pérdidas fueran inferiores y el efecto esté acotado.
Sin embargo, en 2017 se concentran varios vencimientos de deuda (ver recuadro), y por ello es que algunas salmoneras comenzaron, en estos últimos días, los primeros contactos con la banca para refinanciar sus pasivos. Y a diferencia de otros años, ahora una de las exigencias con las que se han topado es que para sentarse a conversar, deben tener asegurada su biomasa. El problema: varias compañías han aumentado sus deducibles a valores que hacen que no haga sentido contratarlos, comenta el director de una salmonera, señalando que “es una manera elegante de decir que prefieren no hacer negocio contigo”, ya que las estimaciones apuntan a que el costo para las aseguradoras del bloom de algas fue de unos US$ 80 millones.
Y en este escenario, tampoco juega a favor el hecho de que el gobierno se encuentre en proceso de cambios a la normativa, incluyendo los porcentajes de reducción de siembra en los centros de cultivo, mecanismo escogido para restringir el crecimiento de la producción.
Según recuerda Alejandro Alarcón, economista de la Universidad de Chile, que en 2007 era gerente general de la Asociación de Bancos, la solución para la crisis del ISA fue la colaboración entre la ABIF, Corfo y SalmonChile. “Fue un acuerdo muy bueno; nos concentramos en hacer un seguimiento y auditoría sanitaria, unido a la creación de los barrios, que permitió tener una concesión con cierto grado de garantía. “Ahora, para que el financiamiento a mediano plazo esté garantizado, la lección que quedó es que la salud de los peces debe estar asegurada”, dijo.
La importancia de US$ 1
Ya viendo el detalle de esta situación, un empresario del sector afirma que cuando se hicieron los presupuestos para este año, se consideró un precio entre US$ 4,5 a US$ 4,8 la libra, en circunstancias en que, actualmente, el valor oscila entre US$ 5,20 y US$ 5,70 por unidad.
“Todo eso va directo a la caja, y si ese casi US$ 1 de diferencia se mantiene, significa que si se producen 30 toneladas, se puede ganar US$ 30 millones”, comentó.
De esta forma, pese a que las pérdidas contables para este año se estiman altas, lo cierto es que de todas formas el resultado de última línea va a seguir siendo -aunque sea por poco-, positivo.
La banca y su exposición en la industria salmonera
Con la crisis del bloom de algas los bancos tuvieron un flashback a 2007 y, según confidencian altos ejecutivos del sector financiero, ya comenzaron a hacer un barrido entre sus clientes para informarse del estado en el que se encuentran.
Cabe destacar que Santander registra créditos y cuentas por cobrar en el sector pesca por $ 344.888 millones, de acuerdo a sus estados financieros correspondientes al 31 de marzo de 2016, mientras que Bci totaliza unos $ 120.092 millones. Security también precisa los préstamos a la industria por unos $ 60.279 millones, y Rabobank $ 29.093 millones.
En los estados financieros de las mismas compañías afectadas se hace referencia además a Banco de Chile, Scotiabank, CorpBanca -hoy fusionada con Itaú-, BICE, BancoEstado y BBVA.
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