“Hay que cambiar la ley” para que Transbank se integre con entidades no bancarias, dijo.
En los casi nueve meses que lleva instalado como superintendente de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Eric Parrado ha tenido, posiblemente, la mayor exposición mediática que haya vivido un regulador de este sector. Y, evidentemente, no fue porque lo haya buscado.
Primero: en el Chile Day realizado en Londres, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, anuncia una reforma a la Ley General de Bancos que causó sorpresa a los banqueros presentes...y todas las miradas pasaron, inmediatamente, a Parrado.
Luego, comienza la llamada "crisis de los cajeros", con bombazos, asaltos y carteles caseros de por medio, en los que se podía leer "Fuera de Servicio" con tal de evitar un eventual robo a los comercios en los que estaban instalados. Nuevamente, la atención se centra en la Superintendencia y en qué estaba haciendo para enfrentar el menor acceso que tenía el público al dinero en efectivo. Y aunque parezca increíble, no había ninguna norma que se refiriera a los dispensadores; situación que está próxima a solucionarse, ya que el viernes pasado terminó el período de consulta para el primer texto normativo que abordará este servicio.
Así, con una ajetreada agenda por delante, el doctor en Economía se dio un momento para comentar en entrevista con Diario Financiero, los distintos focos en los que está trabajando para tener una supervisión que vaya evolucionando de acuerdo a la modernización del sector.
-¿Cuál es el análisis que hace sobre los problemas que ha habido con los cajeros automáticos?
-Este año el mercado de los cajeros automáticos sufrió algunos cambios estructurales, sobre todo porque se observó una disminución muy significativa en el número de dispensadores, donde la problemática es multidimensional. A nosotros nos preocupa especialmente supervisar la disponibilidad de efectivo, por lo que hicimos un diagnóstico de la realidad de los cajeros y reaccionamos poniendo en consulta una normativa que exigirá estándares mínimos en provisión de efectivo.
Y paralelamente hemos trabajado con distintos actores para buscar otras soluciones complementarias, de modo que no sea un problema para el público.
-Está, por ejemplo, la iniciativa de Transbank.
-Transbank está trabajando para potenciar y extender su servicio de dar vuelto en los comercios cuando la gente compra algo con su tarjeta de débito, lo que le permite efectuar retiros de dinero en efectivo.
Esto implica que la oferta en puntos para obtener dinero aumentará significativamente, lo que incidirá en una mejoría del servicio de provisión de efectivo para la ciudadanía.
-¿Con las distintas innovaciones, hay una mayor exigencia para la regulación?
-Sí, de todas maneras impone un costo para nosotros, en términos de tener una supervisión donde requeriremos mayor información. Por ejemplo, antes las distintas redes tenían conceptos distintos respecto a cómo medían el up time, por lo que tenemos que homogeneizar los distintos componentes para sumar lo mismo. Obviamente, eso requerirá un costo adicional de lo que tengamos que hacer en este ámbito.
Después, si prosperan las iniciativas legislativas en las tarjetas de prepago, también impondrá un costo adicional, ya que se prevé que tendremos que hacer fiscalizaciones de las entidades que emitan este tipo de tarjetas, por lo que tendremos un aumento del perímetro regulatorio.
-¿Cuál es la importancia que le da a la iniciativa sobre tarjetas de prepago de entidades no bancarias?
-Creemos que es un proyecto importante en términos de seguir progresando en inclusión financiera, ya que implica que gente que tal vez no tiene acceso al mundo bancario formal, pueda hacer su primer ingreso utilizando una tarjeta de prepago. Es decir, es una especie de billetera electrónica.
-¿Cómo se maneja el tema del lavado de activos en las tarjetas de prepago?
-También tenemos que considerarlo. La idea es que sean bastante explícitos en el proyecto, que incluyan todos los aspectos de lavado de dinero, y eso es una preocupación para todas las entidades regulatorias del país, incluyendo la Unidad de Análisis Financiero. Por eso, en términos de los valores que puedan tener las tarjetas, tiene que tener límites; también evaluar si serán nominativas o no.
Primero: en el Chile Day realizado en Londres, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, anuncia una reforma a la Ley General de Bancos que causó sorpresa a los banqueros presentes...y todas las miradas pasaron, inmediatamente, a Parrado.
Luego, comienza la llamada "crisis de los cajeros", con bombazos, asaltos y carteles caseros de por medio, en los que se podía leer "Fuera de Servicio" con tal de evitar un eventual robo a los comercios en los que estaban instalados. Nuevamente, la atención se centra en la Superintendencia y en qué estaba haciendo para enfrentar el menor acceso que tenía el público al dinero en efectivo. Y aunque parezca increíble, no había ninguna norma que se refiriera a los dispensadores; situación que está próxima a solucionarse, ya que el viernes pasado terminó el período de consulta para el primer texto normativo que abordará este servicio.
Así, con una ajetreada agenda por delante, el doctor en Economía se dio un momento para comentar en entrevista con Diario Financiero, los distintos focos en los que está trabajando para tener una supervisión que vaya evolucionando de acuerdo a la modernización del sector.
-¿Cuál es el análisis que hace sobre los problemas que ha habido con los cajeros automáticos?
-Este año el mercado de los cajeros automáticos sufrió algunos cambios estructurales, sobre todo porque se observó una disminución muy significativa en el número de dispensadores, donde la problemática es multidimensional. A nosotros nos preocupa especialmente supervisar la disponibilidad de efectivo, por lo que hicimos un diagnóstico de la realidad de los cajeros y reaccionamos poniendo en consulta una normativa que exigirá estándares mínimos en provisión de efectivo.
Y paralelamente hemos trabajado con distintos actores para buscar otras soluciones complementarias, de modo que no sea un problema para el público.
-Está, por ejemplo, la iniciativa de Transbank.
-Transbank está trabajando para potenciar y extender su servicio de dar vuelto en los comercios cuando la gente compra algo con su tarjeta de débito, lo que le permite efectuar retiros de dinero en efectivo.
Esto implica que la oferta en puntos para obtener dinero aumentará significativamente, lo que incidirá en una mejoría del servicio de provisión de efectivo para la ciudadanía.
-¿Con las distintas innovaciones, hay una mayor exigencia para la regulación?
-Sí, de todas maneras impone un costo para nosotros, en términos de tener una supervisión donde requeriremos mayor información. Por ejemplo, antes las distintas redes tenían conceptos distintos respecto a cómo medían el up time, por lo que tenemos que homogeneizar los distintos componentes para sumar lo mismo. Obviamente, eso requerirá un costo adicional de lo que tengamos que hacer en este ámbito.
Después, si prosperan las iniciativas legislativas en las tarjetas de prepago, también impondrá un costo adicional, ya que se prevé que tendremos que hacer fiscalizaciones de las entidades que emitan este tipo de tarjetas, por lo que tendremos un aumento del perímetro regulatorio.
-¿Cuál es la importancia que le da a la iniciativa sobre tarjetas de prepago de entidades no bancarias?
-Creemos que es un proyecto importante en términos de seguir progresando en inclusión financiera, ya que implica que gente que tal vez no tiene acceso al mundo bancario formal, pueda hacer su primer ingreso utilizando una tarjeta de prepago. Es decir, es una especie de billetera electrónica.
-¿Cómo se maneja el tema del lavado de activos en las tarjetas de prepago?
-También tenemos que considerarlo. La idea es que sean bastante explícitos en el proyecto, que incluyan todos los aspectos de lavado de dinero, y eso es una preocupación para todas las entidades regulatorias del país, incluyendo la Unidad de Análisis Financiero. Por eso, en términos de los valores que puedan tener las tarjetas, tiene que tener límites; también evaluar si serán nominativas o no.
El caso de Transbank
-¿Por qué la SBIF rechazó la integración de Multicaja con Transbank? porque siempre se habla de que debe haber más competencia.
-En términos simples, una sociedad de apoyo al giro (Transbank) no le puede proveer servicios a una entidad que no sea un banco. Eso es lo que dice la ley, por lo que no podemos aprobar una asociación de ese tipo.
Sin embargo, nosotros consideramos que es una buena idea abrir estos mercados, por lo que hay que cambiar la ley para que sea posible. En el proyecto de ley de tarjetas de prepago se está evaluando esta opción y, por ende, se podría disponer de una alternativa en ese contexto.
-¿No puede existir un monopolio natural? Considerando las bajas tarifas que tiene la entidad.
-Ése es otro aspecto donde hay que ser súper cuidadoso, es decir, cuál es el impacto que tiene sobre los costos. En general, si uno ve los costos que tiene Chile comparado con el resto del mundo, son menores en promedio. Pero si uno hace una descomposición, uno puede revisar que hay ciertas diferencias en términos de los cobros hacia los comercios grandes versus los más pequeños.
-Pero por lo general los cobros más altos no superan los cobros que se hacen en el exterior.
-Por eso hay que ser muy cuidadosos respecto de ese tipo de análisis, para ver las implicancias que puede tener.
PROFUNDIZAR EL ENFOQUE DE SUPERVISIÓN
Así como la industria de servicios bancarios y financieros se ha ido renovando, la Superintendencia también ha debido ir actualizándose. Por ello, el titular de la entidad, Eric Parrado, dijo que "esto incluye esfuerzos por el lado de la supervisión, donde queremos seguir profundizando el enfoque basado en riesgos". Según Parrado, están estudiando crear una especie de matriz donde se incorpore más información, de forma separada, y, así, se puede tener una mejor definición de cuáles son los riesgos identificados en el sistema bancario, además de una apreciación de cómo se gestionan dichos riesgos.
Eso sí, aclaró que esto aún se estudia internamente, y que después se lo informarán a sus regulados, para que comprendan el cambio que se busca y los beneficios que implica. "Hay que ir mejorando constantemente para tener una supervisión más efectiva en términos de promover el mejoramiento de la gestión de los riesgos en el sistema financiero", precisó.
"No se observan razones de peso para modificar el mecanismo de financiamiento de la entidad"
Uno de los mayores desafíos que tendrá Eric Parrado al mando de la Superintendencia será encabezar la reforma a la Ley General de Bancos, donde el foco estará en avanzar hacia Basilea III, modernizar el gobierno corporativo de la entidad y generar procesos de resolución bancaria.
Respecto al gobierno corporativo del regulador, Parrado dijo que "hay que revisar cuál es el mejor esquema en términos de administración". "En el caso de tener un único superintendente, significa que las decisiones pueden ser mucho más rápidas y, en general, en esta industria se necesita ser muy ejecutivo para tomar las decisiones", dijo.
En el caso de tener una comisión bancaria, acotó, "hay más cabezas pensando, hay más discusión, aunque puede ser un proceso mucho más lento en la toma de decisiones y afectar la oportunidad de las mismas".
Cómo se financia la SBIF también será un foco de discusión en este proceso, aunque el superintendente dijo que "no es un tema que nos preocupe particularmente". Esto, debido a que actualmente son financiados por los fiscalizados, lo que, a su juicio, está en línea con las mejores prácticas internacionales. Por ello, aseveró que "no se observan razones de peso para modificar este mecanismo de financiamiento".
Si bien estos aspectos fortalecerán la autonomía e independencia del regulador, señaló que "el mensaje principal es garantizar que en el futuro, bajo cualquier circunstancia, las decisiones se puedan seguir adoptando en forma autónoma y, por ende, con independencia política e industrial".
-¿Por qué la SBIF rechazó la integración de Multicaja con Transbank? porque siempre se habla de que debe haber más competencia.
-En términos simples, una sociedad de apoyo al giro (Transbank) no le puede proveer servicios a una entidad que no sea un banco. Eso es lo que dice la ley, por lo que no podemos aprobar una asociación de ese tipo.
Sin embargo, nosotros consideramos que es una buena idea abrir estos mercados, por lo que hay que cambiar la ley para que sea posible. En el proyecto de ley de tarjetas de prepago se está evaluando esta opción y, por ende, se podría disponer de una alternativa en ese contexto.
-¿No puede existir un monopolio natural? Considerando las bajas tarifas que tiene la entidad.
-Ése es otro aspecto donde hay que ser súper cuidadoso, es decir, cuál es el impacto que tiene sobre los costos. En general, si uno ve los costos que tiene Chile comparado con el resto del mundo, son menores en promedio. Pero si uno hace una descomposición, uno puede revisar que hay ciertas diferencias en términos de los cobros hacia los comercios grandes versus los más pequeños.
-Pero por lo general los cobros más altos no superan los cobros que se hacen en el exterior.
-Por eso hay que ser muy cuidadosos respecto de ese tipo de análisis, para ver las implicancias que puede tener.
PROFUNDIZAR EL ENFOQUE DE SUPERVISIÓN
Así como la industria de servicios bancarios y financieros se ha ido renovando, la Superintendencia también ha debido ir actualizándose. Por ello, el titular de la entidad, Eric Parrado, dijo que "esto incluye esfuerzos por el lado de la supervisión, donde queremos seguir profundizando el enfoque basado en riesgos". Según Parrado, están estudiando crear una especie de matriz donde se incorpore más información, de forma separada, y, así, se puede tener una mejor definición de cuáles son los riesgos identificados en el sistema bancario, además de una apreciación de cómo se gestionan dichos riesgos.
Eso sí, aclaró que esto aún se estudia internamente, y que después se lo informarán a sus regulados, para que comprendan el cambio que se busca y los beneficios que implica. "Hay que ir mejorando constantemente para tener una supervisión más efectiva en términos de promover el mejoramiento de la gestión de los riesgos en el sistema financiero", precisó.
"No se observan razones de peso para modificar el mecanismo de financiamiento de la entidad"
Uno de los mayores desafíos que tendrá Eric Parrado al mando de la Superintendencia será encabezar la reforma a la Ley General de Bancos, donde el foco estará en avanzar hacia Basilea III, modernizar el gobierno corporativo de la entidad y generar procesos de resolución bancaria.
Respecto al gobierno corporativo del regulador, Parrado dijo que "hay que revisar cuál es el mejor esquema en términos de administración". "En el caso de tener un único superintendente, significa que las decisiones pueden ser mucho más rápidas y, en general, en esta industria se necesita ser muy ejecutivo para tomar las decisiones", dijo.
En el caso de tener una comisión bancaria, acotó, "hay más cabezas pensando, hay más discusión, aunque puede ser un proceso mucho más lento en la toma de decisiones y afectar la oportunidad de las mismas".
Cómo se financia la SBIF también será un foco de discusión en este proceso, aunque el superintendente dijo que "no es un tema que nos preocupe particularmente". Esto, debido a que actualmente son financiados por los fiscalizados, lo que, a su juicio, está en línea con las mejores prácticas internacionales. Por ello, aseveró que "no se observan razones de peso para modificar este mecanismo de financiamiento".
Si bien estos aspectos fortalecerán la autonomía e independencia del regulador, señaló que "el mensaje principal es garantizar que en el futuro, bajo cualquier circunstancia, las decisiones se puedan seguir adoptando en forma autónoma y, por ende, con independencia política e industrial".
Basilea III
Con la reforma, el sistema financiero nacional tendrá más y mejor capital, quedando acorde a los requerimientos de Basilea III. Sin embargo, este proceso se realizará adaptando la normativa internacional y no sólo adoptándola, dijo Parrado.
Por esta razón, la SBIF lleva a cabo la discusión técnica con el Ministerio de Hacienda, "donde tenemos que revisar la profundidad de nuestro mercado de capitales, los instrumentos disponibles, la calidad de nuestro capital hoy día vis a vis los nuevos requerimientos de Basilea, etc.", acotó.
Con todo, aseguró que "adaptar no significa flexibilizar en términos de debilitar la normativa internacional, sino al contrario, tener el mejor estándar desde Chile y que sea ejemplo a nivel internacional".
Con la reforma, el sistema financiero nacional tendrá más y mejor capital, quedando acorde a los requerimientos de Basilea III. Sin embargo, este proceso se realizará adaptando la normativa internacional y no sólo adoptándola, dijo Parrado.
Por esta razón, la SBIF lleva a cabo la discusión técnica con el Ministerio de Hacienda, "donde tenemos que revisar la profundidad de nuestro mercado de capitales, los instrumentos disponibles, la calidad de nuestro capital hoy día vis a vis los nuevos requerimientos de Basilea, etc.", acotó.
Con todo, aseguró que "adaptar no significa flexibilizar en términos de debilitar la normativa internacional, sino al contrario, tener el mejor estándar desde Chile y que sea ejemplo a nivel internacional".
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