2013/10/01

Crece el endeudamiento de las familias brasileñas y el gobierno evalúa reducir líneas de crédito

La administración de Dilma Rousseff analiza acotar o terminar con algunas líneas de préstamos creadas en 2008 y 2009.
Valor Económico, Brasil.

El endeudamiento de las familias brasileñas volvió a crecer en julio. Según datos del Banco Central (BC), el total de deudas de las familias representa 45,1% de la renta que acumularon en un año. Hace doce meses, ese porcentaje era de 43,41% y en junio, de 44,82%.

“Ese aumento del endeudamiento tiene lugar sobre bases seguras para el sistema financiero”, afirmó Tulio Maciel, jefe del Departamento de Economía (Decep) del Banco Central, en una rueda de prensa la semana pasada.

Sin contar el crédito habitacional, el endeudamiento se mantuvo prácticamente estable en julio (30,42%) ante el mes anterior (30,41%). Sin embargo, en julio del año pasado el endeudamiento sin considerar el crédito inmobiliario era de 31,4%.

Aunque haya aumentado el endeudamiento, el peso mensual de las deudas en el presupuesto de las familias se mantuvo estable. En julio, 21,5% de la renta familiar se destinó al pago de obligaciones financieras. En junio, el porcentaje había sido de 21,52%. Un año atrás, de 22,74%.

Sin considerar el crédito para viviendas, el compromiso de la renta en deudas retrocedió de 19,96% en junio a 19,73% en julio.

Desde abril, en coincidencia con el comienzo del ciclo de aumento de la tasa básica de interés (Selic), el peso del pago de intereses en el balance de las familias viene creciendo, mientras el peso de la amortización cedió. En julio, del 21,5% comprometido, 12,75% iban a la amortización y 8,75% a los intereses. En junio, del 21,52% registrado, 12,88% era para amortización y 8,64% para intereses.

El rol de los bancos públicos


En este contexto, la Caja Económica Federal, que venía cortando la concesión de préstamos a las grandes corporaciones, podría verse obligada a desacelerar la oferta de crédito a personas físicas. 

El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) estudia, a su vez, reducir las líneas de crédito para grandes empresas y dirigir sus esfuerzos al financiamiento de concesiones.

El gobierno evalúa reducir o terminar con algunas líneas de crédito creadas en 2008 y 2009, cuando la economía brasileña sufrió una fuerte contracción como reflejo de la crisis mundial. 

El diagnóstico oficial es que los bancos públicos tuvieron un papel anticíclico fundamental en los últimos años, garantizando la oferta de crédito y ayudando a sostener la demanda en un período de retracción de las entidades privadas. Ahora, cuando crecen las críticas de las agencias de rating acerca de los riesgos fiscales de la acción de los bancos públicos, sería el momento de caminar hacia la “normalización”.

Fuentes consultadas por Valor sostienen que el gobierno actúa para minimizar la posibilidad de una rebaja de su riesgo soberano. En el ministerio de Economía, la versión es que una cosa no tiene nada que ver con la otra.

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