Por Vanessa Reaño M.
Analista de Semana Económica (Perú)
En 1997 los limeños consumían jubilosos y hablaban con orgullo del Jockey Plaza Shopping Center, el primer mall moderno en la capital por ese entonces. Luego de más de 15 años, el orgullo de modernidad que conlleva el retail actual se trasladó al oriente peruano –una de las zonas más relegadas del Perú– con la llegada del Open Plaza Pucallpa, el operador de centros comerciales del chileno Grupo Falabella.
Lo que parecía ser una ficción anunciada por Semana Eeconómica (SE) hace casi cuatro años, hoy ya es una realidad con el inicio de la construcción de dicho centro comercial, el primero de la selva que verá la luz en el segundo semestre de este año. El mall, que demandará una inversión de US$ 60 millones, se extenderá sobre un área de 40.000 m2 y albergará a las tres anclas del Grupo Falabella: Saga, Tottus y Sodimac.
Pero ésta es sólo la punta del iceberg de la tendencia de colonizar ciudades secundarias que se intensificó en el 2012 debido a sus estilos de vida progresistas. Allí están Chimbote, Huacho y recientemente también Chincha. Al parecer, darse a conocer como el colonizador de la zona –al llevar el progreso y la modernidad– es un factor crucial que permite a las retailer conocer mejor al cliente y fidelizarlo.
Hoy más que nunca, pues existen 54 centros comerciales operando a nivel nacional, 29 de ellos en Lima. Cabe resaltar que, las cadenas de electrodomésticos y farmacias son las puntas de lanza que abren el camino para las grandes inversiones de centros comerciales. A ellas se han plegado las salas de cine que, como parte de proyectos de menor formato, buscan nuevos destinos. Un ejemplo de ello es Cine Star, presente en los strip center Star Plaza –un negocio vinculado a la cadena de cines–, cuyas aperturas este año se harán en Tumbes y Pucallpa, mientras que en el 2014 serán en Trujillo, Tacna y Tarapoto.
En esta última ciudad, Cinerama también inversionista de origen indio– abrió su complejo de cines en junio del 2012. Según los inversionistas, esta dupla es un negocio rentable porque los posiciona en los niveles socioeconómicos C y D. Ambos conforman el sector bisagra de la clase media en el Perú. Ocurre que antes la clase media la conformaban los niveles socioeconómicos B y C; hoy el sector D –antes pobres- hace ver una masa progresista más ubicada hacia la base de la pirámide socieconómica. Los operadores más fuertes de la industria son Real Plaza (del peruano Intercorp), Open Plaza (del Grupo Falabella), Mall Aventura Plaza (producto de la alianza de los chilenos Grupo Falabella y Grupo Ripley). Y son aproximadamente 35 los centros comerciales que han anunciado con aparecer en la escena local entre el 2013 y 2014.
La importancia de las provincias es tal, que luego de cinco años de haber sido anunciado su arribo al país por SE, la chilena Paris incursionó recientemente en Arequipa. Una estrategia que inició Oechsle desde Huancayo en 2009. Sin embargo, Paris ya alista su incursión en Lima a finales de este mes. Plaza Norte (en el progresista distrito Los Olivos) ha sido elegido el ring donde tendrá que librar “pelea” con tres tiendas por departamentos de gran presencia de marca: Ripley, Oechsle y Saga.
¿Qué ha motivado esta explosión comercial en el Perú? Naturalmente el crecimiento económico del país que ha coadyuvado a generar más puestos de trabajo, pero indudablemente el acceso al crédito ha hecho lo suyo. Actualmente en el Perú existe un uso per cápita de 0,24 tarjetas de crédito, mientras que en Chile el per cápita es de 1,21 tarjetas de crédito, según APOYO Consultoría. Otro factor que incide en el dinamismo del retail en provincias es que permite una expansión más agresiva, debido a que en Lima comienza a escasear el suelo disponible y la vacancia en centros comerciales.
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