Con esto los tenedores de bonos, en su mayoría de AFP, siguieron el modelo acordado por los bancos acreedores.
Por N.Godoy y M.Villena
Más de cuatro horas duraron las juntas extraordinarias de los tenedores de bonos de La Polar.
Las AFP, compañías de seguros, representantes de fondos mutuos y de la banca de inversión de algunas de las entidades acreedoras acudieron ayer a una de las citas claves para concretar el aumento de capital.
Pero, los bancos y las administradoras de fondos de pensiones habían logrado hace días un entendimiento. Por ello es que en la junta se acordó, tras la propuesta de AFP Habitat, suspender en 90 días los derechos de acelerar el pago de los bonos.
Con esto, los bonistas terminaron por replicar el modelo implementado por los bancos acreedores: no tocar financieramente a la firma en un plazo de hasta tres meses, por lo menos hasta que se logre conocer mayores detalles.
En todo caso, mientras las juntas de las series A,B,C y D llegaron a un acuerdo unánime, en la serie E se aprobó la propuesta por un 99,98%, pues uno de los mandantes se opuso.
La aprobación del plazo con los tenedores de bonos era clave, pues fue una de las condiciones que los accionistas impusieron a la directiva de La Polar para llevar a cabo el aumento de capital por US$ 200 millones.
La situación de los bonistas era clave, incluso, para la banca, ya que un acuerdo con ellos era la única forma de apuntalar financieramente a la empresa. Por ello es que uno de los comités que crearon para renegociar los pasivos estaba dedicado a los bonos.
De hecho, el pasado 22 de junio el gerente general de Banco de Chile, Arturo Tagle, envió una comunicación a la Superintendencia de Valores y Seguros señalando que en su calidad de representante de los tenedores “ha presentado por escrito a Empresas La Polar que los hechos descritos (en los hechos esenciales) son indiciarios del reconocimiento por parte de Empresas La Polar de haber incurrido en incumplimiento de diversas obligaciones pactadas en cada uno de los contratos de emisión de líneas de bonos”.
Los bonos corporativos emitidos en el mercado por la multitienda alcanzan un total de UF 12 millones, equivalentes a US$ 560 millones, los cuales tienen vencimientos entre 2012 y 2031. Los primeros cupones de pago de intereses de los bonos de la serie A y B comienzan en octubre.
Tras la junta
Al culminar la primera junta donde participaron los tenedores de bonos de las series A y B, el presidente de la compañía, César Barros, destacó que la propuesta se haya aprobado por unanimidad de los presentes “que es lo mismo que han acordado los bancos”.
Al consultarle por las condiciones puestas a la empresa y de cuáles son las garantías que ofreció ésta a fin de sellar el acuerdo, Barros dijo que “nosotros no estamos dando ninguna garantía. Aquí lo que se ha aprobado es que todos los acreedores están postergando sus pagos a la espera de que se haga el aumento de capital y que se llegue a un acuerdo más general, eso es todo”.
Clasificación de bonos
El pasado 17 de junio, tras conocerse el segundo hecho esencial de la multitienda, en la que señalaba que las provisiones serían de alrededor de $420.000 millones, Feller Rate y Fitch Rating rebajaron la clasificación de estos instrumentos desde BB a C.
En su informe, Feller indicaba que la asignación de un Creditwatch En Desarrollo responde a que las implicancias finales sobre la clasificación aún no estarían del todo dimensionadas. Muy particularmente, Feller Rate considera que la sustentabilidad de la empresa depende de que se concrete en el muy corto plazo el ingreso de un nuevo socio controlador que inyecte recursos frescos.
Más de cuatro horas duraron las juntas extraordinarias de los tenedores de bonos de La Polar.
Las AFP, compañías de seguros, representantes de fondos mutuos y de la banca de inversión de algunas de las entidades acreedoras acudieron ayer a una de las citas claves para concretar el aumento de capital.
Pero, los bancos y las administradoras de fondos de pensiones habían logrado hace días un entendimiento. Por ello es que en la junta se acordó, tras la propuesta de AFP Habitat, suspender en 90 días los derechos de acelerar el pago de los bonos.
Con esto, los bonistas terminaron por replicar el modelo implementado por los bancos acreedores: no tocar financieramente a la firma en un plazo de hasta tres meses, por lo menos hasta que se logre conocer mayores detalles.
En todo caso, mientras las juntas de las series A,B,C y D llegaron a un acuerdo unánime, en la serie E se aprobó la propuesta por un 99,98%, pues uno de los mandantes se opuso.
La aprobación del plazo con los tenedores de bonos era clave, pues fue una de las condiciones que los accionistas impusieron a la directiva de La Polar para llevar a cabo el aumento de capital por US$ 200 millones.
La situación de los bonistas era clave, incluso, para la banca, ya que un acuerdo con ellos era la única forma de apuntalar financieramente a la empresa. Por ello es que uno de los comités que crearon para renegociar los pasivos estaba dedicado a los bonos.
De hecho, el pasado 22 de junio el gerente general de Banco de Chile, Arturo Tagle, envió una comunicación a la Superintendencia de Valores y Seguros señalando que en su calidad de representante de los tenedores “ha presentado por escrito a Empresas La Polar que los hechos descritos (en los hechos esenciales) son indiciarios del reconocimiento por parte de Empresas La Polar de haber incurrido en incumplimiento de diversas obligaciones pactadas en cada uno de los contratos de emisión de líneas de bonos”.
Los bonos corporativos emitidos en el mercado por la multitienda alcanzan un total de UF 12 millones, equivalentes a US$ 560 millones, los cuales tienen vencimientos entre 2012 y 2031. Los primeros cupones de pago de intereses de los bonos de la serie A y B comienzan en octubre.
Tras la junta
Al culminar la primera junta donde participaron los tenedores de bonos de las series A y B, el presidente de la compañía, César Barros, destacó que la propuesta se haya aprobado por unanimidad de los presentes “que es lo mismo que han acordado los bancos”.
Al consultarle por las condiciones puestas a la empresa y de cuáles son las garantías que ofreció ésta a fin de sellar el acuerdo, Barros dijo que “nosotros no estamos dando ninguna garantía. Aquí lo que se ha aprobado es que todos los acreedores están postergando sus pagos a la espera de que se haga el aumento de capital y que se llegue a un acuerdo más general, eso es todo”.
Clasificación de bonos
El pasado 17 de junio, tras conocerse el segundo hecho esencial de la multitienda, en la que señalaba que las provisiones serían de alrededor de $420.000 millones, Feller Rate y Fitch Rating rebajaron la clasificación de estos instrumentos desde BB a C.
En su informe, Feller indicaba que la asignación de un Creditwatch En Desarrollo responde a que las implicancias finales sobre la clasificación aún no estarían del todo dimensionadas. Muy particularmente, Feller Rate considera que la sustentabilidad de la empresa depende de que se concrete en el muy corto plazo el ingreso de un nuevo socio controlador que inyecte recursos frescos.
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