Brasil se arriesga una vergüenza pública porque no tendrá espacio suficiente en sus aeropuertos antes de que se convierta en anfitrión del Mundial de Fútbol en 2014, debido a una rápida demanda e inadecuados planes de desarrollo.
Y es que sin mayor desarrollo, los observadores temen que Brasil enfrente retrasos y cancelaciones de vuelos cerca de la fecha del evento y, a largo plazo, una contracción del crecimiento económico y condiciones de viajes con bajo estándares.
Un estudio de McKinsey reveló a principios de año que 13 de los 20 aeropuertos más ocupados de Brasil ya tienen severos cuellos de botella. Y para responder a la alta demanda, se estima que el país deberá invertir hasta US$ 4.900 millones en sus 20 mayores aeropuertos.
www.df.cl
No hay comentarios.:
Publicar un comentario