No es sólo cuestión de que la prensa estadounidense la ignore por su escasa presencia en el país. Tres años después del lanzamiento del iPhone, los analistas creen que Nokia ha fracasado en su intento de encontrar un móvil capaz de mirar cara a cara al icónico teléfono de Apple.
A los inversionistas no les basta con que Nokia sea capaz de vender muchos smartphones de gama media o baja, ni tampoco con que lidere los mercados emergentes. Piden dispositivos revolucionarios que le devuelvan la visibilidad perdida en la gama alta y, de paso, ayuden a incrementar sus márgenes en el negocio de terminales, que han caído en seis años del el 23% al 15%. Y caerán aún más, hasta el entorno del 11%, según anunció Nokia al revisar previsiones a la baja debido a la fuerte competencia en la parte alta del mercado y el cambio hacia un mix de producto de menores márgenes.
Pérdida de paciencia
"La incapacidad de Nokia en el lucrativo negocio de altos márgenes de teléfonos inteligentes pondrá más presión sobre sus beneficios en el futuro", asegura en un informe Zachs Equity Research.
Nokia reconoce que, hasta ahora, no han sido capaces de sorprender a los usuarios más avanzados, que sí encuentran en la firma terminales con lo último en hardware, pero cojos en cuanto a las funcionalidades del sistema operativo. "Estamos trabajando duro para recuperar el lideragzo en el mercado de smartphones de gama alta. Para eso, es crítico que mejoremos la experiencia de uso de los terminales", reconocía recientemente Olli-Pekka Kallasvuo, director ejecutivo de la firma, en la junta de accionistas, que puso de manifiesto la pérdida de paciencia de los inversionistas. (Expansión)
DiarioFinanciero.com
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