2010/07/28

Desarrollo de Software Libre es desigual en América Latina

Naira Hofmeister
Directo desde Porto Alegre

No fueron muchos los participantes latinoamericanos de la 11ª edición del Foro Internacional de Software Libre que cerró el fin de semana, en Porto Alegre, Brasil. De los 7500 asistentes del evento, poco más de 100 vinieron de los países vecinos en caravanas organizadas.

"Ha habido ediciones con más presencia latina", admite el coordinador de caravanas del FISL, Júnior Goergen.

Desde Paraguay llegaron 70 personas, mientras que Argentina envió unas 15 personas y Uruguay solamente cinco. No hay datos sobre el número de suscripciones individuales de latinoamericanos.

Así como la asistencia del continente fue desigual, el mercado del software libre cambia mucho en cada país. "Lo que yo sé es que en Argenitina lo utilizan mucho en las Fuerzas Armadas y en Chile hay un núcleo fuerte de desarrolladores en las universidades privadas", expone el presidente del Servicio federal de Procesamiento de Datos brasileño (Sepro), Marcos Mazoni.

Mazoni revela que el gobierno de Paraguay intenta crear políticas públicas para el sector ¿ aunque haya pocos desarrolladores en el país. "Hace poco se decretó la migración de lenguaje de los sistemas de la de hidroeléctrica de Itaipu", cuenta.

Ya en Colombia, según las informaciones de Mazoni, el sistema educativo empieza a incorporarse por medio del gobierno y también de fundaciones creadas para ese fin.

Brasil es un modelo

Brasil se presenta como el mayor mercado latinoamericano para el software libre. El gobierno brasileño tomó la delantera del proceso, pero la iniciativa privada se desarrolla ampliamente.

Prácticamente todos los sistemas públicos utilizan tecnología open source. La red de infraestructura pública abarca 3 centros de datos con una capacidad para atender a los órganos del gobierno federal. Quien coordina el proceso es la empresa pública de procesamiento de datos, el Serpro.

"Solamente en la declaración anual de renta, 25 millones de brasileños utilizan el software desarrollado por la inteligencia pública simultáneamente", revela Marcos Mazoni.

La economía hecha en esos años de migración para sistemas en software abierto llega a 280 millones de dólares sólo en licencias de software propietarios que serían adquiridos. "Sin embargo, el mayor beneficio es la posibilidad de desarrollar políticas públicas de amplio alcance", añade Mazoni.

El adelantado del proceso en el país lo ubica en el top de los que más piensan el fenómeno del software libre. "Brasil es el país que más discute la cuestión filosófica", puntúa.

Decreto presidencial obliga a migración en Venezuela

Venezuela es el único país latinoamericano donde el gobierno federal decretó la obligatoriedad del uso de software libre en las instituciones públicas. El hecho ocurrió en diciembre de 2004 y desde entonces hay un desarrollo importante de esa tecnología en el país.

"Hoy creo que los servicios informáticos federales ya llegan a un 90% de migración al software libre", revela el representante del Centro Nacional de Tecnologías de Información venezolano, Joaquín Muñoz Lucavechi.

Al lado de su compatriota Héctor Colina, Lucavechi presentó en el FISL la actual situación del proyecto Canaima, una distribución GNU/Linux desarrollada para el uso en la Administración Pública Nacional.

Si por un lado, la obligatoriedad puesta por el decreto del presidente Hugo Chávez alentó el sector en ese país, por otro crea una dependencia del proyecto al gobierno que necesita ser superada por las comunidades locales.

"El gobierno es el principal consumidor de software libre en Venezuela. Si cambian las directivas no podríamos garantizar la continuidad del proyecto", lamenta Héctor Colina.

Aunque esté creciendo, la comunidad de usuarios todavía es chica en el país. "Antes del decreto nos contábamos con los dedos de la mano. Hoy, podemos nos contar con dos manos. Somos realmente muy pocos desarrolladores en Venezuela", complementa.

La sociedad utiliza en su gran mayoría software cerraro por una cuestión cultural. "La mayoría de los jóvenes siguen utilizando Windows y es difícil cambiar esa preferencia porque ya se acostumbraron al sistema", cree Héctor.

Para el investigador en apropiación tecnológica en el Centro Nacional de Desarrollo e Investigaciones en Tecnologías Libres en Mérida, se puede "hackear" esa cultura desde las escuelas.

Es uno de los usos propuestos por el Canaima, que permite que unas quince mil computadoras lleguen mensualmente a los liceos públicos equipados con software libre.

"Son siete productos provenientes del Canaima y queremos impulsar en la comunidad todavía más", conluye.

Argentina crea una cámara de negocios

En Argentina la situación es al revés y el uso de software libre está siendo planteado por la iniciativa privada. "El gobierno argentino no toma una postura clara, no define si lo adopta o no", lamenta el presidente de la recién creada Cámara Argentina de Software Libre (Cadesol), Daniel Coletti.

La Cadesol fue oficializada hace un mes y cuenta con nueve empresas fundadoras. "Todavía debemos sumar unas veinte más", revela Coletti.

El objetivo es justamente promocionar el software libre y abrir el mercado local para las empresas del sector. Desde que fue creada, la cámara organizó tres encuentros de comercio y ha tenido éxito en sus propuestas.

En el Foro Internacional de Software Libre, la Cadesol firmó acuerdos de cooperación con empresas brasileñas para empezar a fornecer certificación para las empresas argentinas.

Presionar para que el gobierno migre sus sistemas a programas open source es otro reto para la joven entidad. "Lo que ya logramos fue una declaración oficial del Jefe de Gabinete de que al gobierno le gusta esa idea. Sin embargo, no es una garantía", considera.

Récord de asistentes en el FISL

La 11ª edición del Foro Internacional de Software Libre (FISL) llegó a su final en la noche del sábado, 24 de julio. Tras cuatro días de conferencias internacionales, 500 actividades y 250 expositores, se contabilizaron 7511 personas de 16 distintos países.

Unos 100 latinoamericanos viajaron para el FISL en grupos organizados. El país con mayor número de visitantes en esa modalidad fue Paraguay, que reunió 70 personas dividas en tres grupos provenientes de la capital Asunción, de la ciudad de Encarnación y del departamento de Alto Paraná. También hubo grupos de Uruguay y Argentina.

"No es posible saber cuántos extranjeros vinieron por su cuenta, sin integrar las caravanas", añade el coordinador de caravanas del FISL, Júnior Goergen.

Además de los participantes presenciales, muchos otros interesados en la cultura y desarrollo de software libre siguieron las actividades por medio de la televisión y la radio oficiales del evento, a través de la dirección softwarelivre.org/fisl11.

http://www.pe.terra.com

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