Por Henny Sender en Hong Kong
China estudia privar a su fondo soberano de US$ 200.000 millones de sus participaciones en los bancos del país, un movimiento que podría liberarlo de algunas de las restricciones cuando invierte en Estados Unidos.
Personas familiarizadas con el tema dijeron que, bajo la propuesta, China Investment Corporation (CIC) ya no sería responsable de mantener las participaciones mayoritarias del Estado en los grandes bancos del país, como Bank of China.
La medida terminaría con el estatus de CIC como holding bancario ante los ojos de la Reserva Federal de Nueva York.
Eso liberaría a CIC de ciertas restricciones cuando invierte en Estados Unidos, donde se cree que apunta a acciones, bonos y bienes raíces.
La participaciones en los bancos se valorizaron en unos US$ 70.000 millones cuando CIC se estableció en 2007, pero no está claro que el fondo vaya a ser recompensado por la pérdida de estas participaciones. Si CIC recibe pagos a cambio de las acciones, el fondo casi duplicará de un momento a otro la cantidad de dinero líquido disponible para invertir.
La propuesta es impulsada por Wang Qishan, el vice-premier a cargo de las finanzas, según los banqueros.
La reforma representa el último episodio en la prolongada disputa burocrática entre el ministerio de finanzas y el Banco Popular de China, a medida que cada uno lucha por controlar a los grandes bancos estatales.
CIC se estableció para invertir parte de las enormes reservas cambiarias en el exterior para conseguir mejores retornos.
Pero desde que tomó control de Huijin, una empresa holding que concentraba las acciones del estado en los grandes acreedores, también se encontró en el centro del sistema bancario.
Cuando se estableció Huijin en 2003, se lo consideró un ejercicio de poder del banco central para reducir la influencia del ministerio de Finanzas sobre los bancos. Pero cuando Huijin se transfirió a CIC en 2007, se percibió como un golpe del ministerio.
"El establecimiento de CIC fue siempre menos un fondo de riqueza soberana que un feudo entre burócratas", dicen los autores Carl Walter y Fraser Howie en un próximo libro sobre el sistema financiero de China.
Algunas autoridades en Beijing están presionando para que Huijin sea escindido de CIC y se le entregue la propiedad de las participaciones del gobierno en los grupos financieros, incluyendo las grandes aseguradoras financieras.
También quieren que Huijin sea gobernado directamente por el Consejo de Estado, el gabinete de China.
Es probable que ese cambio desencadene nuevas disputas feudales por el control de los enormes flujos de dividendos de los bancos.
Los dividendos que los bancos pagan al gobierno en la actualidad van a CIC, amplificando sus retornos y dándole un flujo de efectivo bienvenido en momentos en que la mayoría de sus inversiones son demasiado recientes como para haber producido retornos significativos.
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