James Murdoch afila las armas para dirigir el imperio mediático de su padre

Andrew Edgecliffe-Johnson y Ben Fenton



Rupert y James Murdoch estaban en el Palacio de Kensington a mediados de junio, departiendo con el primer ministro británico, David Cameron, en la fiesta de verano (boreal) del presidente de News Corporation. En el evento circulaban rumores sobre la que puede ser la mayor operación en la historia de ese imperio: la compra por 7.800 millones de libras (US$ 11.750 millones) del 61% de British Sky Broadcasting que todavía no posee.

Lo notable es que, cuando se anunció la decisión con respecto a la compañía de televisión por satélite, ninguno de los Murdoch participó de la conference call: la cara visible fue Chase Carey, el vicepresidente. James tenía que quedar fuera de escena debido al conflicto de intereses porque es presidente del directorio de BSkyB y CEO de News Corp para Europa y Asia.

Sin embargo, para nadie tendrá mayores consecuencias una oferta exitosa que para el segundo hijo de Murdoch, de 37 años. La operación sellará su trayectoria, desde su época de estudiante, cuando abandonó Harvard, al puesto de presunto heredero del grupo que está detrás de Avatar y Fox News. Los miembros independientes del directorio de BSkyB presionan para que News Corp mejore su oferta. Y que ellos y los reguladores aprueben la operación podría tardar un año. Pero, si se concreta, James controlará más de la mitad de la facturación de News Corp.

Claire Enders, fundadora de la firma Enders Analysis, considera que la iniciativa para poner a BSkyB bajo su mando absoluto, es "un respaldo para el liderazgo de su hijo" por parte de Rupert Murdoch. Fortaleció su base de poder en Londres, en parte, para evitarle el destino de su hermano mayor Lachlan, quien parecía ser el heredero hasta el enfrentamiento de 2005 con altos ejecutivos, en la sede de News Corp en Estados Unidos.

Sin embargo, observadores cercanos a la familia todavía esperan que Lachlan, que está en Sydney buscando inversionistas para los medios, y su hermana Elisabeth, que convirtió a Shine en una fuerza transatlántica en el área de producción televisiva, formen parte del futuro de News Corp.

Se dice que James Murdoch, nacido en Londres en 1972 y educado en Nueva York, aprendió el negocio mediático hablando con su padre durante las comidas. Cuando se convirtió en CEO de BSkyB, en 2003, tenía 31 años y un corto currículo que abarcaba un período como caricaturista en una revista satírica de Harvard, tres años manejando su sello de música hiphop y tres años a cargo del negocio de TV asiático de News Corp: Star.

Ansioso por escapar a las acusaciones de nepotismo, estableció una reputación como un gerente enérgico y de pensamiento rápido. James, que habla con su padre todos los días, debe ahora demostrar cómo puede manejar la mitad del grupo de medios más mercurial del mundo. Sus colegas aseguran que comprende con precisión cómo la tecnología puede abrir nuevos mercados. El grupo se hizo conocido por sus productos vistosos y servicios notables, pero también por dejar a los accionistas esperando por el retorno de las nuevas inversiones, una característica familiar que los inversionistas denominan "el descuento Murdoch".

Sin embargo, en medio de una tremenda recesión y con Internet socavando los modelos de negocio tradicionales, James no es el único que obtiene resultados mixtos; hasta su padre pasó a pérdida la mitad de su adquisición de Dow Jones en 2007. Como pionero de la campaña de su padre para cobrar por las noticias online, ha alentado a los ejecutivos de diarios británicos como The Times a pensar en sus ventas como lo hacen las compañías proveedoras de servicios de satélite, o sea en términos de facturación por usuario, en vez de pensar sólo en el precio de tapa y la publicidad.

La naturaleza ferozmente competitiva de James se refleja en el sobrenombre que sus rivales le han puesto a BSkyB bajo su dirección: la Estrella de la Muerte. Por eso él tiene un modelo en tamaño humano de Darth Vader en su oficina, donde no tiene silla en el escritorio: pidió que se lo levantaran para poder trabajar parado y alienta a sus gerentes a mantener las reuniones de pie.

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