Pepsi, el segundo mayor fabricante de bebidas y el mayor fabricante de snacks a nivel mundial, anunció ayer que disminuirá los niveles de sodio, azúcar y grasas saturadas de muchos de sus productos, mientras la industria de alimentos enfrenta una creciente presión del gobierno de EE.UU. para producir alimentos más sanos.
La firma recortará en 25% el sodio, respecto de los niveles de 2006, antes de fines de 2015, y el azúcar y grasas saturadas en el mismo porcentaje antes de 2020. Además, aumentará la cantidad de granos enteros, frutas, vegetales, frutos secos, semillas y lácteos semidescremados en varios de sus productos.
La semana pasada Kraft se comprometió a reducir en 10% los niveles de sal de sus productos distribuidos en Norteamérica. ConAgra Foods y Campbell Soup han anunciado recortes de sodio.
El regulador de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés) ha reforzado sus labores de fiscalización. Nestlé y otras quince compañías han recibido advertencias por entregar información errada en sus etiquetas. El Congreso discute incorporar un "impuesto al pecado" a las comidas poco saludables y la primera dama, Michelle Obama, ha convertido la lucha contra la obesidad infantil en su prioridad.
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