2010/03/22

Caso de Lehman Brothers revive la discusión por los estándares contables

El 18 de marzo de 2008, la directora financiera de Lehman Brothers, Erin Callan, dijo en una conferencia que el banco estaba tratando de transparentar su balance entregando más detalles. Pero lo que no dijo fue que Lehman había sacado de su balance US$ 49 mil millones en el trimestre anterior, usando un proceso que llamó "Repo 105", el cual buscaba reducir el apalancamiento.

Eso se supo la semana pasada a través del informe del auditor de Lehman, Anton Valukas. Lo que ha llamado la atención dos años después es la forma como se discutió esto, como si fuera un hecho, dentro del banco y fue aceptado por sus pares (otros grupos financieros con los cuales Lehman hizo negocios antes de colapsar en septiembre). Aún así, en Lehman no todos vieron el mecanismo de tal benigna manera, y algunos gestores advirtieron a sus jefes de los problemas de reputación si esto se hacía público.

Pero la presión por seguir adelante crecía en 2008, tal como lo hacía la obsesión del mundo con las precarias finanzas del banco, particularmente su apalancamiento. E incluso correos internos llamaban a los administradores a sacar activos de los balances.

Detrás de las preguntas que genera el reporte Valukas : ¿cómo este tipo de ingeniería contable llegó a ser considerada una herramienta legítima y qué se puede hacer al respecto? Maquillar la contabilidad no es algo nuevo y puede tomar muchas formas, desde la más benigna hasta un fraude indiscutido.

Pero las técnicas para manipular los ingresos informados son más comunes que aquellas que, como Repo 105, se enfocan en el balance.

De hecho, un recordatorio se produjo el viernes con el arresto de Sean FitzPatrick quien, también en 2008, renunció como presidente de Anglo Irish Bank tras conocerse que por años escondió créditos personales por US$ 119 millones. Lo hizo transfiriéndolos a otro banco justo antes del fin de año bancario, y luego devolviéndolos tras la fecha del balance.

Repo 105 atrajo la atención porque los intentos por esconder activos transformándolos en el balance se asocian con la contabilidad arriesgada y mejor conocido por el entramado de vehículos creados por Enron, el grupo energético estadounidense que quebró, para esconder sus deudas.

Pero la razón por la cual este tema es tan importante es que la pregunta permanece en el corazón de la contabilidad, que originalmente buscaba dar a los dueños de las empresas reportes confiables de sus actividades. Por eso, lo que va en el balance y lo que queda fuera es un área permanente de debate.

Los administradores de las empresas y los contadores saben que hay muchas áreas grises. Esto lo hace un terreno intermedio donde los administradores de las empresas pueden desafiar a sus auditores, diciendo que están debatiendo un área sin reglas definidas absolutamente para cada situación.

En privado, los auditores estadounidenses hablarán de las reuniones con clientes en las cuales se les preguntaba directamente "dígame dónde dice que no puedo hacerlo".

"En los reportes financieros, nadie quiere quedar de lado y que sus competidores les saquen ventaja. Es como una carrera armamentista, o un deporte sanguinario", dice Jack Ciesielski, editor de Analysts" Accounting Observer, un servicio de investigación sobre el impacto en la inversión de temas de contabilidad.

El reporte Valukas ha arrastrado la contabilidad y la auditoría de vuelta a la palestra. Ernst & Young dice que tiene confianza en sus acciones, agregando que las últimas cuentas auditadas de Lehman, en noviembre de 2007, fueron presentadas de manera "justa", y de acuerdo a los principios de la contabilidad estadounidense.

Por el contrario, la dirección de otras firmas rivales entre "las grandes cuatro" de la contabilidad, se preguntan de manera privada qué se hubiera descubierto si otras instituciones que casi quebraron, como la aseguradora AIG o el banco de inversión Bear Stearns, hasta Royal Bank of Scotland, se hubieran puesto bajo el microscopio en el que ha estado Lehman hace más de un año.

Internamente, por años la profesión ha estado discutiendo acerca de cómo establecer principios generales en un mundo donde los auditores enfrentan cada vez más el riesgo de juicios. En la corte, las leyes detalladas pueden entregar más protección.

Ahora, las principales economías del Grupo de los 20 han llamado a los reguladores a establecer una serie de estándares en 2011. En realidad, esto exige que Estados Unidos cambie de sus propias reglas al sistema basado en principios del IASB.

Pero los cínicos ya han advertido que, si bien los balances exhaustivos pueden ayudar a forzar a los administradores de empresas a seguir el espíritu en vez de simplemente la letra de la ley, ellos también dejan más espacio para la interpretación individual. En otras palabras, el tipo de área gris explotado por Lehman nunca se aclarará realmente.

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