Los pedidos de bienes durables en EE.UU. subieron inesperadamente en mayo, una señal de que las empresas están recuperando la confianza y que la recesión está desacelerando su ritmo. En tanto, la vivienda volvió a mostrar señales negativas, luego que las ventas de viviendas nuevas cayeran.
El incremento de 1,8% en las solicitudes de bienes hechos para durar varios años coincidió con el aumento del mes pasado, informó ayer el Departamento del Comercio. Además, estuvo por sobre las proyecciones de los analistas, quienes esperaban una caída de 0,9%, según Bloomberg.
Las cifras de bienes durables refuerzan una tendencia de mejora que llevó a la OCDE a elevar su perspectiva de crecimiento para las naciones más desarrolladas del mundo por primera vez en dos años. “El entorno de caída libre del primer trimestre y fines del año pasado definitivamente terminó, pero todavía tenemos que ver evidencias convincentes de una recuperación vigorosa”, detalló a Bloomberg el economista de Nomura Securities International Zach Pandl.
Por su parte, las ventas de viviendas nuevas cayeron inesperadamente el mes pasado, indicando que los embargos hicieron a las viviendas usadas más atractivas para comprar.Las ventas de viviendas nuevas cayeron 0,6% a una tasa anualizada de 342 mil, luego de una tasa revisada a la baja de 344 mil en abril.
El precio promedio de venta cayó 3,4% desde mayo del año pasado, en comparación con la caída de 17% para las viviendas usadas reportada el martes por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Sin los grandes recortes de precios, las constructoras podrían seguir perdiendo participación de mercado, a medida que la tasa de desempleo y los embargos inmobiliarios se empinan.
El reciente aumento en las tasas hipotecarias podría dañar incluso más la demanda, amenazando con perjudicar la estabilización en la construcción.“Los compradores de viviendas están viendo oportunidades más atractivas”, afirmó a Bloomberg el economista jefe de Daiwa Securities, Michael Moran.
“Las constructoras están menos inclinadas a ofrecer descuentos ahora que los inventarios están más bajo control”, agregó. El precio promedio de una vivienda nueva cayó a US$ 221.600 desde US$ 229.300 en mayo de 2008, y esta caída fue la menor en lo que va del año. Los últimos incrementos en la construcción elevan las esperanzas de que el mercado esté comenzando a estabilizarse. Los inicios de construcción subieron 17% en mayo, informó la semana pasada el Departamento de Comercio.
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