2009/06/25

Nervios en los mercados financieros

Quienes tienen baja autoestima necesitan que les digan constantemente lo bien que lo están haciendo. Parece que los mercados de materias primas y renta variable han compartido desde marzo un carácter similar.Mientras los precios subían, los inversionistas se mostraban ufanos.

¡Sí, las noticias económicas son terribles, pero son menos horrendas que el mes pasado! Pero al igual que sucede con los frágiles, ha bastado un rasguño para que lloren como niños.¿Qué más podría explicar la reacción a la leve caída sufrida por los mercados desde la semana pasada? El S&P 500, tras rebotar más de un tercio, pierde un 6%.

Los mercados emergentes caen menos de 10%, después de casi duplicar su valor. Los auténticos optimistas no se vendrían abajo ante semejantes movimientos. El hecho de que tantos se pregunten si estamos ante el final del repunte es la prueba de lo poco que creían en él desde el principio.

¿Qué conclusiones podemos extraer de ello? Hay pocas dudas de que los mercados se precipitaron. Sería un error, sin embargo, creer que una corrección en el precio de las materias primas y en los tipos de interés es exclusivamente un motivo de celebración.

Es posible que suponga un alivio a corto plazo, después de haber amenazado con acabar con la recuperación antes incluso de iniciarse. Pero si la tendencia se mantiene podría ser presagio de una desagradable futuro económico: tal vez un período similar al sufrido por Japón, con caída de los precios y baja demanda.

Este escenario sigue siendo perfectamente posible.Los consumidores siguen sufriendo un exceso de apalancamiento y sus viviendas continúan perdiendo valor.

Las empresas de todo el mundo se beneficiarán nuevamente este trimestre del control de los costos. Pero los beneficios globales siguen siendo inferiores a los del año pasado, y los recortes tienen un límite. Los márgenes de beneficios en EE.UU., por ejemplo, rondan su media de los últimos 50 años. Los inversionistas se muestran cada vez más nerviosos. Nunca deberían haber dejado de estarlo.

http://www.df.cl

No hay comentarios.: