Daniel Gómez Yianatos
En La Polar han asumido que nadie puede marginarse de los efectos de la crisis. “No estamos en Suiza, sino en Chile”, graficó con humor y sana resignación el gerente general de la empresa, Pablo Alcalde, para referirse a la imposibilidad de encapsularse en medio de un escenario económico tan complejo.
La compañía está lejos de la neutral nación europea, pero la administración se ha empeñado en seguir operando como si fuera uno de sus relojes. Por lo mismo ha actuado prudentemente y este año decidió “congelar” las aperturas de tiendas. Pese a que el actual equipo ejecutivo es el responsable de haber sacado a La Polar de la quiebra hace justo una década, convirtiéndola en pocos años en el cuarto actor en tiendas por departamento, Alcalde no olvida que la desmesura de los antiguos dueños en tiempos difíciles condujo a la firma al despeñadero comercial.
El máximo ejecutivo de la multitienda reconoció que, dentro de las gestiones que están llevando a cabo para adaptarse a la crisis, se ha reunido con los operadores de malls para negociar eventuales rebajas en los arriendos, considerando la caída generalizada de la rentabilidad en el comercio.
“Ellos tienen su negocio y miran sus flujos. Y uno tiene sus necesidades. Cuando uno tiene un contrato a 20 años, siempre es posible sentarse a conversar, no como una imposición, una oportunidad o un intento de aprovecharse. Cuando uno es un buen empresario y tiene al frente a otro bueno, siempre es posible sentarse a conversar”, señaló Alcalde respecto a las reuniones.
Tras dictar una clase magistral que marcó el inicio del año académico de la sede Plaza Vespucio de DuocUC, el ejecutivo recalcó que, en un ejercicio determinado por la estrechez del consumo y el aumento del desempleo, lo que indudablemente redundará en una baja en los ingresos, la estrategia será “trabajar muy ordenadamente en los procesos, mejorar las eficiencias, revisar todo lo que se ha hecho para atrás y así tratar de salir fortalecidos en un año difícil”.
Alcalde destacó que la compañía, gracias a su liviana estructura, no se ha visto forzada a prescindir bruscamente de personal.
“Siempre hemos tenido una estructura muy adecuada. Nos hemos ajustado con mucha rapidez y afortunadamente sin tener que hacer muchos sacrificios”, afirmó.
Aterrizaje en Perú sin fecha
En cuanto a la internacionalización de la compañía, cuyo proceso lleva dos años y ha estado liderado por el mismo Alcalde, ésta seguirá postergada a la espera que mejoren las condiciones económicas. Perú, donde ya están Falabella y Ripley, sigue en la mira de La Polar, aunque ahora sin fecha de aterrizaje.
“La prioridad como gerente general es conducir a La Polar en 2009 por una senda tranquila, hasta que los mercados tengan un rumbo definido. Eso no significa que no nos interese a largo plazo el proyecto internacional. Sí nos interesa. El directorio está muy atento a si las cosas cambian, porque los mercados son muy volátiles”, indicó.
Consultado respecto a la posibilidad de servir de plataforma financiera de los supermercados adquiridos por Southern Cross en el sur del país, Alcalde dijo que hay una separación total entre los negocios del fondo de inversión y La Polar, pero señaló que “en el retail nunca se descarta nada”.
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