Los proveedores de la industria automotriz estadounidense recibirán US$ 5 mil millones en ayuda del Departamento del Tesoro. Esto podría evitar un colapso que dañaría a la industria automotriz, incluyendo a las gigantes General Motors y Chrysler, que ya han recibido ayuda estatal.
Los productores obtendrán una garantía de que el dinero que las automotrices les deben será pagado, sin importar lo que pase con las grandes compañías estadounidenses, que ya tuvieron que ser rescatadas por el gobierno, dijo ayer el Departamento del Tesoro en un comunicado.
El documento indica que “a causa de la crisis del crédito y de la rápida caída de las ventas de vehículos, numerosos proveedores de piezas para automóviles son incapaces de acceder a créditos y se enfrentan a una incertidumbre creciente” sobre su futuro.
Los proveedores, complicados por la menor producción de los fabricantes de automóviles, habían solicitado US$ 18.500 millones el mes pasado y dijeron que no recibir la ayuda se traducirían en la pérdida de un millón de empleos en Estados Unidos.
Lear, el segundo mayor fabricante de asientos de automóviles, dijo este mes que sus auditores expresaron dudas acerca de su capacidad de seguir operando, y American Axle & Manufacturing Holdings dijo que podría incumplir sus créditos a plazo.
“El programa entregará a las compañías proveedoras más del acceso necesario a la liquidez para ayudarlas a no despedir empleados y cubrir sus gastos, al mismo tiempo que le da a la industria doméstica de automóviles el acceso confiable a las partes que necesitan”, dijo el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, en un comunicado.
Tras conocerse la ayuda del gobierno, el índice de Equipamiento de Automóviles y Partes de Bloomberg para Estados Unidos, que incluye las acciones de 14 compañías, subió 5,4% durante la tarde.
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