Larroulet: “A mí me gustaría tener más flexibilidad, así como hay flexibilidad del mercado cambiario me gustaría tener más flexibilidad en el mercado del trabajo, porque obviamente que la gran pérdida va a ser por el lado del desempleo de todas maneras con tasas de desempleo de dos dígitos en invierno. Yo no veo un sentido de urgencia de parte de la autoridad y lo lamentable es que estas ideas se plantearán cuando tengamos tasas de desempleo de 10% y 12%, pero eso ya no sirve, se requiere tomar esas decisiones en este momento”.Rosende: “Hay espacio para pensar en algún grado de flexibilización del mercado laboral, más apertura en los movimientos de salario mínimo, más flexibilidad en los contratos y, eventualmente, para un cambio tributario que provea mayor liquidez a las empresas. Medidas como la de la Semana Corrida reflejan una falta de realismo sobre el mercado laboral. Más del 70% del empleo lo dan las pequeñas y medianas empresas, para las que estas regulaciones son muy sensibles, porque si esas empresas además enfrentan problemas de liquidez obviamente los problemas son mayores”.Morandé: “Es importante elaborar un gran acuerdo pro-empleo, que contemple medidas concretas desde el Estado, a través de la creación de un fondo ad-hoc que se active si la tasa de desempleo se eleva por encima de 9% ó 10%, junto a la tramitación de un nuevo proyecto de seguro de cesantía que agregue una disminución de la obligación por indemnizaciones. Agregaría también un conjunto de medidas que facilitaran el trabajo de jornada parcial y el tele-trabajo”.Díaz: “Estamos en un país que está en un plano de crisis en el que quisiéramos tener un mercado laboral más flexible, pero resulta que aumentamos 10% el salario del sector público, que se transforma en una señal fuerte para todo el mercado. Sin flexibilidad los ajustes van a venir más por el lado de las personas (cesantía) que por el lado de los que son salarios”.
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