La situación es particularmente compleja para México, país que en un escenario "optimista" crecerá 0,5 por ciento, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.
Por su parte, Costa Rica, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Brasil apenas lograrán un alza de su producto interno bruto de hasta dos por ciento, según dicha institución.
Peor aún, estas proyecciones ya pesimistas serán válidas sólo si se recuperan las economías desarrolladas el segundo semestre de 2009, según Cepal.
Por ello, quizás, los agentes de mercado sinceraron hoy pronósticos más adversos. El Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), la mayor asociación de instituciones financieras del mundo, previó sin dobleces que México ingresará en recesión en 2009.
El organismo anticipó que el crecimiento global de la región será de 1,0 por ciento, frente al 4,5 por ciento proyectado para 2008.
Además previó que Argentina y Venezuela seguirían los pasos de Ecuador y entrarían en suspensión de pagos, situación que no se observaba en la región desde la crisis asiática, que elevó la pobreza a 220 millones de personas, casi 40 millones más que hoy.
Ante el complejo panorama, acompañado por un deterioro general de las cuentas nacionales, los gobiernos salieron hoy a sincerar posiciones y/o exigir optimismo a mercados cada vez más inquietos.
Los gobiernos de Chile y Perú, de tendencia más neoliberal, insistieron en sus fortalezas y pidieron calma. El presidente peruano Alan García instó a los empresarios "no cantar derrotas anticipadas" y exigió confianza.
En Chile, con la amenaza que el desempleo supere el diez por ciento en 2009, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, reiteró que la inversión no retrocede en su país. "No vemos una disminución apreciable de los proyectos de inversión, especialmente los grandes".
Pero desde el exterior los signos fueron sombríos. Además del informe del Instituto de Finanzas Internacionales, las cifras económicas fueron negativas en Estados Unidos y Alemania.
En el primero, el índice de los principales indicadores económicos volvió a caer en noviembre un 0,4 por ciento, según anunció el instituto privado Conference Board. En Alemania, en tanto, la confianza empresarial retrocedió a niveles históricos.
Por ello, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, admitió que "habrá días duros y difíciles" para su país, que depende de los ingresos del petróleo y las remesas internacionales.
"Uno a uno se están apagando los motores del crecimiento", agregó dramáticamente la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, quien sinceró que el promedio de crecimiento en América Latina podría ser nulo en 2009, si se dan los peores escenarios.
En este marco, incluso las hasta ahora pujantes economías de Perú, Panamá y Uruguay, con crecimientos anuales sobre ocho o nueve por ciento los últimos años, apenas expandirán su PIB entre 4,0 y 5,0 por ciento en 2009, según Cepal.
Por ello, Cepal pidió tomar medidas expansivas tanto monetarias como fiscales, aunque reconoció que habrá dificultades por la aparación de déficit fiscal y en cuenta corriente. Este último llegará a un 2,5 por ciento del PIB en 2009 en la región.
De hecho, el IIF sostuvo que el único país que está "en la posición de intentar una intensa política fiscal anti-cíclica" es Chile, gracias a "haber ahorrado" en la "lluvia de precios de las materias primas". En el polo opuesto están Argentina, Ecuador y Venezuela, agregó.
En el sector externo, la creciente debilidad de los mercados europeos, norteamericano y chino presionará además a la baja las exportaciones, que en 2008 sumaron 920.000 millones de dólares, la mayor cifra de la historia.
"Esta desaceleración ya comenzó a observarse en el segundo semestre de este año y proyectamos menores volúmenes y precios para 2009", sinceró el director de la División de Desarrollo Económico de Cepal, Osvaldo Kacef.
Perú y Chile serán los más afectados, pues sus términos de intercambio descenderán 30,4 por ciento en 2009. En Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela la caída será de 19,5 por ciento.
El deterioro comercial será acompañado por un descenso de las remesas en Guatemala, Ecuador, Bolivia, Honduras y México, además de un alza de la deuda externa privada regional, la que en Perú y Chile subió entre 7,9 y 9,0 por ciento en 2008.
Paralelamente, las reservas internacionales comenzaron a evidenciar un deterioro leve, que provocó una caída de 33.000 millones de dólares, aunque siguen triplicando los valores de 2002, cuando treparon a 165.000 millones de dólares.
Sin embargo, la menor solidez macroeconómica se expresó con mayor fuerza en la balanza comercial, que anotó un déficit de 0,5 por ciento del PIB, equivalente a unos 30.000 millones de dólares.
Lo anterior, unido al hecho que la caída en los precios de alimentos y combustibles no se ha reflejado totalmente en la inflación, restringirá las opciones de la política monetaria, advirtió Kacef.
Por América Latina enfrentará 2009 con la única certeza que los tiempos del boom ya se acabaron y que la salida a la crisis aún es incierta.
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