
Inmediamente después del Día del Padre, y en algunos casos antes, los negocios de ropa empezaron a liquidar las prendas de la temporada de invierno. Las rebajas van del 20 al 50% y este año se anticiparon, entre otras cuestiones, por la retracción que hubo en las ventas durante los últimos dos meses, cercana al 25% según los comerciantes.
Otro ingrediente que jugó en la anticipación de las liquidaciones fue el inicio tardío de las temperaturas bajas. Algo que se sumó al conflicto agropecuario, capaz de alterar la confianza de los consumidores casi tanto como las subas de precios.
"Nosotros decidimos estimular las ventas con las liquidaciones porque vemos que la situación se enfrió en estos últimos meses, lo vemos en los talleres donde se confecciona la ropa y también lo perciben nuestros proveedores de telas", confió el encargado de una tienda del shopping Alto Palermo, que prefirió no ser mencionado.
"La mayoría de la negocios en Capital Federal y Gran Buenos Aires arrancaron con las liquidaciones el 1ø de julio. Y en el interior del país, donde las ventas se resintieron más aún -en ciudades como Santa Fe o Rosario- comenzaron antes", explicó Fabián Tarrío, secretario de la Confederación de la Mediana Empresa (CAME). Falabella, por ejemplo, fue una de las primeras en arrancar con los descuentos en sweaters y pulóveres para sostener el nivel de actividad.
Otros locales de marroquinería, como por ejemplo, los de Carla Danelli empezaron a ofrecer descuentos desde el 30 de junio en carteras y calzado que llegan hasta el 30%. En algunos casos, los comercios empezaron a liquidar el stock invernal este fin de semana. Y otros, van a empezar a mediados de julio.
Es el caso de la marca de ropa para jóvenes y adolescentes, 47 Street, que "aplicará descuentos de hasta el 40% en prendas destacadas de la colección", apuntó una vocera de la cadena. En este momentos, las rebajas en las vidrieras se ven tanto en los locales de confeccionistas del Once como en los grandes shoppings y centros comerciales.
Este año, las liquidaciones se adelantaron más de 20 días, según Tarrío. Básicamente porque, en junio, las ventas cayeron entre 25 y 30 por ciento, si se cuenta la situación del interior del país. "El comerciante tiene que liquidar rápido a un precio atractivo para empezar con la compra de la temporada de verano. Si le queda un remante importante de invierno, no lo puede dejar para el próximo año porque la moda cambia, y -en especial las mujeres- ya no se compran esas prendas a ningún precio", describió.
Según el directivo, el conflicto agropecuario incidió en la merma de la actividad comercial. "Hay lugares donde quedó afectada por el conflicto con los transportistas, como el Norte del país. Y en otros, primó la desconfianza de los consumidores, la sensación de que la gente se cuida mucho en lo que va a gastar", señaló. Según Pedro Bergaglio, presidente de la Fundación Pro Tejer, que nuclea a los fabricantes textiles, los grandes retailers comenzaron a liquidar a fines de junio, con descuentos que van del 20 al 40%, según la marca.
El directivo coincidió en una baja de la actividad en los últimos 60 días, que pudo haber influido en las liquidaciones prematuras. Sin embargo, recalcó que esa situación no fue pareja para todos los fabricantes.
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