Las continuas alzas de los combustibles en los meses de mayo y junio cambiaron la composición y el comportamiento del mercado automotriz de nuestro país.
Según indicaron las principales concesionarias de Santiago, las ventas de los vehículos diésel están “estancadas”, mientras que los vehículos de baja cilindrada, más conocidos como “citycar”, representan hasta el 80% de las colocaciones automotoras del sector en unidades.
Con las consecutivas alzas del precio del diésel -que el jueves, en promedio, llegará a $ 695 por litro, es decir, $ 14 más caro que la bencina de 97 octanos-, los automóviles que utilizan el combustible, cuyas ventas habían crecido a tasas significativas en el pasado, perdieron su atractivo. Esta situación difiere con lo que venía ocurriendo hasta abril pasado, cuando las colocaciones de estos autos crecieron 12,7%, según la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac).
A juicio del gerente general de la concesionaria Chevrolet E.Kovacs, Víctor L’Huillier, la venta de vehículos de este tipo se encuentra “paralizada” desde principios de junio por el alza de los combustibles. El ejecutivo indicó que mientras continúen altos los valores del petróleo “no creemos que se normalice su demanda”.
En esa nisma línea, el gerente general de Persico, representante de la marca Peugeot, Dante Persico, indicó que durante mayo registraron una caída del 50% en la venta de vehículos diésel y agregó que, pese a que aún no cuentan con las cifras de junio, “prevemos que estas bajas van a ser mayores”.
A raíz de esta disminución, las importadoras de automóviles están realizando promociones que incluyen bonos de combustible y rebajas de hasta $ 1 millón en el precio de los autos diésel, pero, según dijo el gerente general de Grass & Arueste, Jorge Camus, “no han sido suficientes para revertir la tendencia”.
Otro factor que manifiesta un cambio en la composición del mercado automotriz local es el considerable aumento en la compra de autos de bajo cilindraje y de rango de precio, entre los $ 4 millones y $ 6 millones, más conocidos como “citycar”.
El gerente general de Coseche, Francisco Peró, dijo que el actual escenario del mercado de los combustibles produjo un cambio “radical” en el mix de ventas de su concesionaria, donde los vehículos de baja cilindrada representaban menos de la mitad de las ventas mientras que en junio “el 80% de las ventas se concentraron en los vehículos pequeños”.
A su vez, reconoció que esta nueva composición del mercado tendrá un impacto negativo en los ingresos de las concesionarias, dado el menor valor de los “citycar”. Esto, dijo, podría implicar hasta un 10% menos en su facturación anual.
“El año pasado a esta fecha teníamos un precio de venta promedio de $ 6,5 millones, mientras que ahora tenemos un promedio de $ 5,9 millones”, explicó el ejecutivo.
El mercado de los automóviles de cilindrada entre 1.5 y 2.0 litros -en donde se ubican los sedanes-, también ha registrado una disminución de hasta 10% en las ventas.
Las concesionarias coincidieron en que el único segmento que no ha registrado mayores cambios es el de vehículos por sobre los $ 15 millones, ya que, según indicaron, ese tipo de consumidor es más indiferente al valor de los combustibles.
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