Más de 80.000 millones de pesos fueron invertidos en el Campanario, a 15 minutos del centro histórico, en el norte de Popayán. Durante el primer día de ventas, almacenes superaron las metas.
Con una inversión que supera los 80.000 millones de pesos, una cifra extraordinaria en un departamento que tuvo que acogerse a la Ley 550 por mucho menos, el Centro Comercial Campanario se ha convertido en la obra arquitectónica de mayor envergadura en la capital caucana.
A solo 15 minutos del centro histórico, en el norte de la ciudad, propios y visitantes tienen a su disposición este moderno complejo comercial.
Desde hace un mes los payaneses cuentan con 94 locales, zona de alimentación y bebidas, oficinas y cuatro salas de cine, que pronto pondrán a rodar los mejores estrenos.
El centro comercial, que además cuenta con varios jardines y fuentes ubicadas en amplios pasillos, es considerado por empresarios como Arturo Calle, el centro comercial más bello del país.
En el Campanario se utilizaron pisos en porcelanatos importados y cuenta con acabados de alta calidad, explica el ingeniero Hugo Muñoz, uno de los directores del proyecto.
Sus colores van desde el salmón pasando por el beige para terminar en los blancos.
Las plazoletas tienen los nombres de cuatro templos coloniales del sector histórico: San Francisco, Santo Domingo, San Agustín y San José, pese a lo contemporáneo de su estructura.
Su nombre obedece al deseo del arquitecto Jorge Naranjo y el ingeniero Hugo Muñoz, creadores y directores del proyecto, de convertir este centro comercial en punto de encuentro.
"Es un nombre que trajimos del pasado porque en todo pueblo las campanas de las iglesias son las que convocan y queremos que Campanario sea un lugar común", explicó Muñoz.
De hecho, un objetivo es transformar la cultura comercial de la ciudad y para eso lograron que los almacenes mantengan las puertas abiertas al mediodía y se cierren solo después de las 8 de la noche.
Uno de los atractivos del centro comercial es la plazoleta Santo Domingo, ideada como punto de encuentro nocturno y de espectáculos. Nueve kioscos-bar se concentran allí para ofrecer variedad de licores y cócteles.
Campanario, de Arinsa S.A., es el único proyecto en Popayán que se acogió a los beneficios de la Ley Páez y generó 630 empleos directos durante su construcción y para su actual funcionamiento requiere de 1.200 personas.
Y este es precisamente el orgullo del arquitecto Naranjo y del ingeniero Muñoz, "ambos somos caucanos y con esta obra, que es fruto de la constancia y el emprendimiento, rompimos con el letargo en cuanto a obras urbanísticas en Popayán", señalaron.
Almacenes como Vélez, Arturo Calle y Bossi confirmaron que durante el primer día de ventas superaron las metas, es más, duplicaron lo que habían presupuestado.
Campanario es una novedad, pero ante todo era una necesidad de payaneses y caucanos que estaban acostumbrados a desplazarse hasta Cali para hacer sus compras.
650 millones de pesos movieron en el mes los locales y restaurantes que han abierto sus puertas en el Campanario.
6.000 personas ingresan diariamente al centro comercial, según una medición de Café de Colombia en uno de los corredores.
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