2007/11/29

Golborne intimo


Por segundo año consecutivo, Laurence Golborne Riveros, gerente general corporativo de Cencosud, fue elegido como el mejor ejecutivo de 2007: obtuvo el 25% de los votos. Junto a Horst Paulmann afianzó este año la presencia internacional de Cencosud. En mayo pasado firmaron un acuerdo con el grupo francés Casino para instalar Easy en Colombia, hace algunas semanas entraron a Brasil mediante la compra de GBarbosa y acaban de conseguir la autorización de las autoridades locales para adquirir Gigante, el quinto retail de México. En este reportaje contamos parte de su historia desconocida.

6,7 en matemáticas

Laurence Golborne entró al Instituto Nacional en quinto básico y estuvo ahí hasta cuarto medio. Siempre formó parte del curso B, donde la cantidad de alumnos se empinaba a los 48. En 1978 egresó con un promedio final de 6,6. Era el número 19 de la lista y se destacó en los ramos de ciencias sociales y en matemáticas, donde obtuvo un 6,7 ese último año de educación media. "Eso equivale a un 10", reconoce la profesora de Artes Plásticas María Inés Alvarado, quien lo conoció. "Era muy caballero y responsable. Hasta hoy tiene la misma expresión en su rostro", advierte.

Suministrador de petardos

Durante la época escolar, Golborne tuvo una buena relación con sus profesores y compañeros. Sus favoritos eran la profesora de matemáticas, Elizabeth Codoceo -alias "La Naranja Mecánica", porque se vestía con un delantal naranja-, y el de castellano, "el Guatón Infante", como le decían los alumnos. Era muy amistoso y sus compañeros eran Armando Díaz, el "Guatón Figueroa", Juan Gerontis, Patricio Guzmán, Guillermo Wood, Claudio Torres y Sacha Bittelman. Con ellos participaba en las guerras de arroz que hacían con los otros cursos, donde usaban lápiz Bic para disparar. También jugaban fútbol en los recreos: "Era muy malo", dice un cercano, así que prefería jugar caballito de bronce.

"Era el suministrador oficial de petardos entre sus compañeros", cuenta su ex compañero Sacha Bittelman.

El padre de Golborne tenía una ferretería en Maipú. Ahí Laurence atendía el mostrador y aprovechaba de autoabastecerse de petardos.

Su mayor trauma: el inglés

En el colegio, Golborne siempre se sentaba en el penúltimo asiento de la sala. Era un buen alumno, pero no le gustaba el inglés. "Tenía habilidades para todos los ramos, pero detestaba el inglés", recuerda Bittelman.

"Su mayor trauma era el inglés porque lo aprendió de adulto. Ahora habla un inglés muy bueno, pero la pronunciación no es la mejor", cuenta su actual mujer, Karin Oppermann.

Ir a Las Brujas

"Yo le enseñé a manejar. Él tenía 17 años y yo andaba en un Fiat 600. Lo llevaba al Parque Cousiño, actual Parque O'Higgins, para que aprendiera. Siempre me llamó la atención que después de tres lecciones ya supiera conducir. Le encanta bailar y se lucía cuando íbamos a Las Brujas. También escuchábamos a Cat Stevens, aunque recuerdo que le gustaba Inti-Illimani y tocaba sus canciones en guitarra y en charango. Siempre quiso estudiar Ingeniería y de chico fue muy aplicado. Hasta hoy nos vemos. Yo soy fanático de la Católica y él también. Cada vez que él puede nos juntamos con nuestros hijos y partimos al estadio. Vamos a la galería donde compramos cosas para comer y lo pasamos muy bien", cuenta su mejor amigo, quien pidió reserva de su nombre.

Ayudante de Termodinámica

Al egresar del Instituto Nacional, Golborne entró a estudiar Ingeniería Civil Industrial a la Universidad Católica. Costeó sus estudios con un crédito fiscal que terminó de pagar cuando Ricardo Lagos era ministro de Educación. Fue muy buen alumno, así que se ganó la confianza de los profesores e hizo varias ayudantías. Una de ellas fue la de Termodinámica, clase que impartió durante varios años y cuyo profesor era Juan Antonio Guzmán. "Lo escogí para que fuera mi ayudante porque es inteligente, se relaciona bien y genera muchos afectos. Esto lo hace ser brillante", expresa Juan Antonio Guzmán.
En la universidad además conoció a Karin Oppermann, quien sería su futura mujer.

"Cuando lo vi en la universidad nunca me imaginé que me casaría con él. No nos caímos muy bien. A él le iba estupendo y siempre estaba alegre y yo me decía: 'Este tipo lo pasa súper y yo me mato estudiando"', recuerda Karin.

Esso Chile y Orden

A los 21 años, Golborne entró a Esso Chile. Allí conoció a José Pedro Undurraga, uno de sus grandes amigos. En Esso se desempeñó como gerente de sistemas y luego reemplazó a Undurraga en la gerencia de control y gestión.

"Me tocó entregarle mi cargo y ahí me di cuenta de su calidad humana y rigor profesional, características que luego me impulsaron a invitarlo a participar en Gener junto a Juan Antonio Guzmán", dice Undurraga.

Cuatro años más tarde se fue a Orden S.A., empresa de software donde estuvo varios años. Ahí fue gerente comercial. Una de sus tareas fue la formación de equipos. "En Orden S.A. demostró su capacidad para armar equipos. El grupo que formó existe hasta hoy", dice un cercano.

Guzmán, Philippi y Undurraga

Su amigo José Pedro Undurraga recuerda un hecho muy casual: "Cuando estábamos conversando con Juan Antonio Guzmán sobre la posibilidad de llevarnos a alguien a la gerencia de sistemas en Chilgener, ambos nos acordamos de Laurence. Él había sido alumno y ayudante de Juan Antonio en la universidad y conmigo había trabajado en la petrolera Esso. Además estuvo en Orden, empresa que conocía y de la cual tenía buena opinión. Golborne llegó a principios de los '90 a Gener. Era gerente de sistemas de información y dependía de mí. Empezamos a trabajar juntos y como teníamos afinidad, ambos compramos casa en la playa, en Puchuncaví. Luego Laurence se casó con Karin Oppermann con quien se había reencontrado, después de la universidad, en Esso. Durante ocho años fuimos compañeros de trabajo. La parte financiera me tenía agotado y conversamos con Juan Antonio y Bruno Philippi la posibilidad de hacer algunas modificaciones. Yo me fui a la subgerencia general y me hice cargo de la parte producción. Como a Laurence le encantaba lo financiero, dejó sistemas y asumió como gerente de finanzas. Él siempre está ávido de aprender, así que conversábamos todas las tardes. Subía a mi oficina y teníamos discusiones de opciones, de futuros, de ADR, de todo".

Stanford Executive Program

Juan Antonio Guzmán, Bruno Philippi y José Pedro Undurraga lo estimularon para que fuera a Stanford. "El tenía que hacerlo. Se decidió por ese lugar porque tenía un programa ejecutivo corto. Hizo el Stanford Executive Program", comenta Undurraga.

Fanático de los dulces

"A la oficina de Gener siempre iba una señora a vender dulces chilenos. Laurence era cliente habitual. Se compraba docenas y se los comía todos", relata un ejecutivo que trabajó con él, quien agrega: "Varios de Gener íbamos a almorzar al restaurante Buon Amico, en la calle Miraflores. Era común que Laurence almorzara livianito, pero que comiera más de un postre, entre los que siempre había una gelatina con frutas".

"Le encanta el pie de limón. Es el terror de la pastelería de Puchuncaví ", dice Undurraga.

"Su pie de limón favorito es el de la Dulcería Las Palmas", comenta su mujer. "Disfruta mucho una torta de milhojas hecha en casa o un pan con mantequilla derretida", cuenta su mejor amigo.

"Siempre le llevó un té y unas galletas. No le gusta que nadie le tome el diario antes de que lo lea", dice Vivian Klein, su asistente en Cencosud.

Amante del baile

"Hace algunos años celebró su cumpleaños número cuarenta y tantos. Cerró La Habana Salsa y se lo bailó todo", relata Rodrigo Parra, uno de sus buenos amigos.

"El año pasado fuimos a una kermés del colegio de los niños y Laurence se subió al escenario a bailar. A los dos nos gusta mucho bailar", dice su mujer.

Paulmann se fija en él

"Horst Paulmann escogió a Laurence Golborne porque se impresionó con la creatividad que mostró en Gener y con su espontaneidad. Contar con una persona brillante, sencilla, austera y muy enérgica fue determinante en su decisión. Se contactó a Laurence pero él no podía. Estaba en las negociaciones para vender Chilgener. Seis meses más tarde se cerró la venta y ahí le pareció que sería una buena oportunidad para explorar", cuenta Fernando Matthei, de Spencer Stuart, head hunter que llevó a Golborne a Cencosud.

En el año 2003, Paulmann comentó en una ceremonia de la Universidad del Desarrollo que el "señor Golborne, en su primera semana de trabajo, me dijo que lo primero que debía aprender era a delegar".

Su familia

"Él trabaja harto en la semana y viaja mucho también. Tiene una gran capacidad para dedicarse a su familia 100% los fines de semana. La gente cree que no lo vemos mucho, pero la verdad es que él está la mayoría de los fines de semana con nosotros. Le encanta pasar tiempo con su familia, tocar guitarra y es muy cariñoso con sus hijos. Tenemos cuatro: Benjamín (14), Christian (13), Karin (11) y Laurence (9). Si hay que ir a buscar a un niño a un cumpleaños, él va. Si hay que ir a dejarlo a una fiesta, él lo hace. Los domingos son sagrados de la familia. Vienen las hijas de su primer matrimonio. Se desconecta muy bien. Además es muy sencillo: es una de las características más marcadas que tiene", dice su mujer.

Golf, fútbol y juegos

"Le encanta el golf. Pero es mejor bailarín que golfista", advierte Parra. Golborne juega cada vez que puede, los fines de semana, en Lomas de La Dehesa. También juega cuando está de vacaciones en Marbella.

"Siempre ha sido muy malo para jugar a la pelota. Cuando estábamos en Orden se hizo un campeonato interno. Como él era

el gerente comercial se aseguró y escogió a los mejores de la empresa para ganar el campeonato. Es muy competitivo", cuenta un ex colaborador.

"Le encantan los juegos. Hace algunos meses jugamos Trivium y lo sabe todo", indica Parra.

Pablo Alcalde

La Polar sigue arriba -pese al Transantiago- y en Perú apuesta por su futuro.

El 2006 Pablo Alcalde ocupó el segundo lugar entre los ejecutivos más destacados del ranking Qué Pasa. Este año logró seguir en la retina de los grandes inversionistas. Reconocido como uno de los hombres más talentosos del retail, este ingeniero comercial ha sabido mantener -desde la gerencia general- a La Polar como la cuarta tienda comercial, con resultados que a muchos sorprenden. Al tercer trimestre ganó $ 22.400 millones más de lo que habían pronosticado los expertos y para LarrainVial el rendimiento de las acciones será este año superior a las del mercado. Con 32 tiendas y un acuerdo con Mall Plaza que le permitirá expandirse al centro y sur de Santiago, La Polar ya definió su nueva conquista: Perú. Con socios locales (Interbank), en una primera etapa se levantarán tres tiendas tanto en Lima como en regiones.

Con una valorización de más de US$ 1.600 millones, esta multitienda (que se ha enfocado a los estratos C3-D-E) sigue siendo la más eficiente entre sus pares medida en rotación de inventarios (4,6 veces) y con una participación de mercado que ya alcanza el 11%.

"La Polar ha sabido no sólo interpretar las necesidades de sus clientes, sino adaptarse a condiciones que en un principio considerábamos adversas como era el tema del Transantiago, por ejemplo, que afectaba mucho más a su segmento objetivo que al de otras tiendas. La flexibilidad y la inversión en conocer las necesidades de sus clientes son algo que definitivamente los distingue", dice la gerente de estudios del BBVA, Gabriela Clivio.

Francisco Pérez Mackenna

El negociador de las grandes operaciones

Francisco Pérez Mackenna es uno de los hombres fuertes de Quiñenco y ha sido una pieza fundamental en uno de los años más ajetreados e importantes para el holding que maneja inversiones en el sector financiero e industrial y cuya capitalización bursátil ha crecido varias veces y ya supera los US$ 2.300 millones.

Pérez Mackenna asumió la gerencia general de Quiñenco en 1998. Antes tuvo igual cargo en CCU, también pasó por Entel y Hotel Carrera, todas inversiones de una de las familias más ricas de Chile.

Este año el ejecutivo -llamado en los '80 como el "inquieto niño genio" por su meteórica carrera que inició en la banca y luego consolidó en CCU- participó activamente en las tratativas para hacerse cargo, a través de Madeco, del 9% de la multinacional francesa Nexans, la mayor productora de cables del mundo, con ventas por US$ 10 mil millones. Con esta operación, Quiñenco rompió paradigmas y asumió por primera vez posiciones accionarias menores pero relevantes en una empresa de talla mundial. La operación involucró unos US$ 825 millones y por eso los analistas califican su papel como extraordinario.

Pérez Mackenna fue también uno de los negociadores principales de la fusión de los activos financieros del Banco de Chile con Citigroup, lo que le permitiría al holding recibir unos US$ 800 millones. Con esta fusión, por primera vez un grupo chileno mantiene el control tras una fusión con una contraparte extranjera.

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