Junto con lamentar la ausencia de “una buena comprensión” por parte de los entes reguladores, Reinaldo Solari reconoció que existe nerviosismo en el personal de su empresa.
Al considerar que Reinaldo Solari, presidente de Falabella, quiere a sus empresas como si fueran sus hijas, se concluye que tomó bien en serio eso de “multiplicaos y poblad la tierra”.
Gracias a la anunciada fusión con D&S, la tarea bíblica se facilitaría en la región. Solari pretende avanzar sin desprenderse de lo que ha conseguido. Ayer lo dejó más que claro. Tras ser consultado sobre la posibilidad que el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) condicione la operación con la familia Ibáñez a que se deshaga de algunos activos, entre ellos los supermercados Tottus, Solari contrapreguntó: “¿Le gustaría que le quitaran un hijo? Hay que dejar las cosas bien hechas, tal como nosotros las estamos proponiendo”.
Solari admitió que existe nerviosismo al interior de Falabella producto de la demora en la decisión de los organismos reguladores sobre la autorización de la fusión, lo que estaría afectando a los dos grupos.“Las leyes tienen que cumplirse, pero me da la impresión que si hubiese una buena comprensión, nosotros deberíamos estar avanzando, porque todos estos meses que llevamos y los que van a seguir van a perjudicar a ambas empresas (...) ojalá fuera mañana (...) usted tiene un montón de personal que está intranquilo en su trabajo, hay un montón de decisiones que hay que tomar y que no se toman (...) hay muchos problemas, pero el principal es el personal, que está todo nervioso”, explicó Solari sobre la resolución del TDLC, que en el mercado se estima saldría recién en marzo.
Sobre algunos informes presentados al Tribunal que aseguran que una mayor concentración del supermercadismo significaría un incremento en el precio de los productos, Solari, sin disimular su indignación, afirmó que “eso es un desconocimiento cabal de lo que es el comercio. Son economistas que no están en la cancha. Las empresas nacen y mueren porque los ejecutivos se transforman en ejecutivos de escritorio. Nosotros somos ejecutivos de baldosa, estamos en el piso, y sabemos lo que estamos haciendo, de manera que ese concepto está 100% equivocado. Se lo aseguro (...) Nosotros ya habríamos hecho la fusión, pero hay factores que no nos permiten avanzar, pero estamos seguros y tenemos la conciencia de que lo que estamos haciendo es bueno para el país, nuestro personal y a la vez nos introducimos con mayor propiedad en los diferentes países vecinos”.
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