El enfriamiento de la actividad en Estados Unidos sumando al impulso de las economías emergentes ha provocando una entrada masiva de inversionistas hacia estas regiones.
Julio Pizarro V.
Latinoamérica es sin duda una de las regiones en que el dólar ha mostrado su mayor debilidad a nivel mundial. De hecho, dos de las principales economías de la región, Colombia y Brasil, tienen a sus monedas dentro de las tres más apreciadas en el año.
Y es que el enfriamiento de la actividad en Estados Unidos, junto al impulso de las economías emergentes, han provocando una entrada masiva de inversionistas.
Este, por ejemplo, es el caso de Colombia, donde el peso ocupa el primer lugar en el ranking, con un avance de 18,24% en el año respecto a la divisa estadounidense. Ayer cerró en 1.894,4 pesos por dólar, su mejor nivel desde el 4 de enero del 2000.
Una situación similar vive Brasil, pues el real es la segunda moneda más fuerte de la región –y la tercera del mundo-, con un avance en el año de 11,35%. La divisa cotiza por debajo de los dos reales desde el 15 de mayo, cuando rompió la barrera por primera vez en seis años y ayer terminó con un avance de 1,05% hasta 1,9210 unidades.
El analista de área de estudios económicos del Banco de Crédito de Colombia, Felipe Quintero, señaló que América Latina sigue siendo atractiva para los inversionistas, pese a las medidas que han tomado algunos bancos centrales -como comprar dólares-para frenar el alza de sus monedas. “Debemos tener en cuenta que la inversión extranjera y los flujos que siguen entrando a estos países cada vez son más grandes, por lo que aún no se han encontrado medidas suficientes para frenar éste fenómeno”, señaló.
Para el analista del Banco do Brasil, Marcelo Gusmão Arnosti, hay tres factores que han sido importantes en la apreciación del real. “El favorable desempeño del intercambio comercial, reducción del riesgo país y las operaciones de carry trade en el mercado local”. Agregó que las intervenciones del banco central no han contribuido a detener el avance de la moneda, aunque no descarta que la tasa de cambio se ubique nuevamente en 2 reales por dólar hacia fin de año.
En Chile
Al igual que el real y el peso colombiano, la moneda local se ha visto beneficiada por la debilidad del dólar y el ingreso de divisas, aunque en menor magnitud. A la fecha, acumula un avance de 1,22% frente al billete verde impulsada principalmente por los altos precios del cobre.
Ayer cerró en puntas de
$ 525,70 comprador y $ 526 vendedor, equivalente a un retroceso de $ 1,5. La caída fue impulsada por un menor PIB en Estados Unidos, lo que debilitó al dólar frente a las monedas emergentes. Los montos transados alcanzaron los US$ 820 millones.
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