Chile: Almagro y Socovesa avanzan para lograr una potencial fusión

Las conversaciones se desarrollan al más alto nivel en ambas empresas, y están lideradas por el accionista del pacto controlador de la primera firma, Francisco Reyes -quien reconoció las tratativas-, y el gerente general de la segunda, Cristián Hartwig.

La onda expansiva de las fusiones llegó a la construcción. Por estos días dos gigantes de la industria local, las empresas Socovesa y Almagro, están en conversaciones para arribar a una eventual fusión entre ambas compañías, lo que de concretarse generará a uno de los actores más grandes del mercado local en la industria inmobiliaria.

Las conversaciones están siendo llevadas con sigilo y al más alto nivel en cada una de las compañías, lideradas, en el caso de Almagro, por Francisco Reyes, accionista controlador y además gerente general, quien ha tenido contacto fluido desde hace años con Cristián Hartwig, gerente general de Socovesa (ver nota relacionada). Ambos están viendo a todo ámbito la conveniencia del negocio desde fines de marzo, lo que en el caso de Almagro también está siendo gestionado por un grupo de directores: Hugo Ovando, Bernardo Fontaine y Jaime Bauzá, su presidente.

Aún no trasciende la forma en que esta operación se concretaría. Por ejemplo, en cuanto a la participación accionaria del nuevo conglomerado que surgiría tras el acuerdo. Pero lo que sí está claro es que el interés es crecer, consolidar una compañía de mayor tamaño, que pueda ser atractiva para algún inversionista financiero.

Las palabras de Francisco Reyes, quien reconoció a "El Mercurio" la operación, son ilustrativas al respecto: "Aún no hemos cerrado nada, vamos bien (...) Para mí es evidente que si empieza a gestarse un conglomerado fusionado, más de algún conglomerado financiero va a interesarse en el paquete completo", dijo desde su calidad de socio controlador, relatando que, en su opinión, el rubro inmobiliario es una extensión de la industria financiera.

Y remata agregando que entre los socios de Almagro cada vez que han realizado aportes de capital, los "socios con espaldas se quedan con ganas de más y los chicos tenemos que endeudarnos para hacerles el peso".

Reyes alude así a la estructura de propiedad de Almagro: el grupo controlador, que tiene el 54% en conjunto, lo integran el propio Reyes (con el 22%), Renato Stewart padre e hijo, José Ignacio Tirado, Enrique Quevedo, Segismundo Schulin-Zeuthen, Jaime Bauzá y Hugo Ovando. Ellos comparten la propiedad con los hermanos Juan Antonio, José Miguel y Luis Alberto Gálmez Puig (23,7% en conjunto); una de las dueñas de Falabella, Teresa Solari (12,5%), y Bice Compañía de Seguros de Vida (3,2%).

Socovesa es controlada por Eduardo Gras, más ejecutivos de la compañía, incluido el propio Hartwig.

"Sigo pensando que la suma de las partes vale mucho más que las partes por separado, aquí 2+2 suman 8,5", sentencia Reyes sobre la conveniencia de la operación entre las partes.

De concretarse la fusión, estas constructoras quedarían en una posición mejorada en el mercado local, ya que entre ambas son complementarias en su perfil de operaciones inmobiliarias: históricamente Socovesa ha estado mucho más enfocada al segmento de casas y con una presencia muy fuerte en provincias, sobre todo en la zona sur. Almagro, a su turno, aunque tiene dos proyectos de casas en Chicureo y La Dehesa, tradicionalmente se ha especializado en el rubro de edificios departamentos en varias comunas de la Región Metropolitana. Además, tiene presenia en Antofagasta, donde Socovesa no ha llegado.

Almagro exhibió en 2006 ventas por $56.262 millones, con un alza del 20,24%, mientras Socovesa está en proceso de apertura en Bolsa -que lidera IM Trust-, algo que incidó en los acercamientos con Almagro.

Los nexos: Habitaria y la Bolsa
La interacción de las constructoras no es nueva y, al contrario, tiene una historia que se remonta a 1997, año en que Francisco Reyes se acercó a Cristián Hartwig para analizar la conveniencia de una fusión, por la "evidente complementariedad" de las compañías, dice Reyes. Esto, considerando el fuerte desafío que Almagro veía tras la llegada de Habitaria, primera multinacional que arribó a Chile en el rubro, con espaldas financieras potentes para crecer y con una estrategia agresiva en precio, con publicidad hasta en las micros.

En la ocasión, Hartwig desestimó este impacto y las conversaciones quedaron en nada, mientras luego los socios de Habitaria (el grupo Luksic y Ferrovial) optaron por la liquidación de la compañía ante un cambio de estrategia de la hispana de enfocarse en otros mercados. Esto, hasta que en 2006 Socovesa anunció su intención de ir a la Bolsa, lo que generó un nuevo acercamiento de Almagro a Socovesa con reuniones de análisis que, tras un traspié en el verano, se retomaron a fines de marzo.

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