Todo está en regla. Pero el alcalde de Providencia confirmó la publicación de La Nación: no hay permiso para un Jumbo, ni un Easy. Y de la Gran Torre Costanera no hay ni un ladrillo. Menos un permiso de edificación.
La Nación
Dalia Rojas
-¿Dentro de los permisos que tiene Costanera Center consta una torre de 58 pisos, 250 metros de altura, o sea, el doble de la Torre Entel, el edificio más alto de Sudamérica?
-No. Eso no está.
La respuesta del alcalde de Providencia, Cristián Labbé fue simple, rotunda y clara. Y no dejó espacios para la duda, confirmando lo que publicó La Nación.
De esta forma, y en conferencia de prensa, el edil asumió que efectivamente no hay aprobación para la elevación, publicitada por el empresario Horst Paulmann como “el hito comercial y arquitectónico más imponente de Chile”.
“El permiso de construcción está para construir 491 mil metros cuadrados y eso es lo que, para la Municipalidad de Providencia, está construyendo el señor Paulmann”, señaló Labbé. Quien, sin embargo, agregó que “durante el proceso de construcción él puede presentar las alteraciones que él estime conveniente”.
Según el director de Obras, Sergio Ventura, quien también estaba presente en la conferencia, junto con el director jurídico de la comuna, Cristián Espejo, el proyecto cuenta con tres permisos de edificación: “El primero del 91, después hubo una alteración el 2000 y el último permiso fue de 2001, y de este último, los antecedentes están aquí, revisados de acuerdo a la norma y extendido el permiso, que es el número 662 del 2001”.
El alcalde de Providencia también especificó en qué consisten los permisos de construcción. Que incluyen 6 subterráneos, una placa comercial y cuatro torres de 30 pisos de altura.
Por el momento el proyecto no contempla, tal como lo dijo La Nación, ni un supermercado Jumbo, ni un Easy, ni mucho menos lo que pretende ser el Sears Tower chileno.
Las autoridades edilicias señalaron que el proyecto del rascacielos está recién en fase de anteproyecto y que éste aún no se encuentra aprobado: “Él (Paulmann) ingresó un permiso de alteración y está en proceso de revisión. Una vez estudiado, él puede sacar un permiso de edificación.
Pero lo que está aprobado, y lo que está haciendo, es construir de acuerdo a los permisos. No hay permisos ni del Easy, ni el Jumbo”, explicaron las autoridades edilicias, agregando que el anteproyecto fue ingresado en marzo de este año, misma fecha en que el presidente Lagos ya colocaba la primera piedra del complejo publicitado por Cencosud. Y que no tenía permiso de construcción.
Todo en regla
Pero la reunión no tenía como finalidad aportar estos datos, sino señalar que todos los papeles del proyecto de Cencosud están en regla. “Quiero ser bien claro, no estoy defendiendo a los empresarios. Estoy defendiendo los procedimientos y la honra de la municipalidad de Providencia y de su director de Obras, el alcalde y todos sus funcionarios. Quiero emplazar a todas las organizaciones que existen en la sociedad para efectuar los controles y las fiscalizaciones correspondientes”, espetó Labbé respecto del monumental proyecto de Paulmann. “Y esas alteraciones ingresaron y serán informadas oportunamente. El señor Paulmann tiene un permiso de construcción de 491 metros y eso está en plena vigencia. Y no se equivoquen en eso”, dijo.
Según el alcalde, los permisos duran tres años y en ese período se deben iniciar las obras. Y aunque haya partido el año 90, “las empresas saben qué es lo que tienen que hacer para mantener la vigencia de los permisos”, agregó defiriéndose a los pagos que hacen las inmobiliarias o constructoras a las municipalidades para mantener vigentes los permisos de construcción. Aunque no quiso especificar cuánto es lo que la Municipalidad de Providencia ha ganado del bolsillo de Cencosud.
“Nos interesan las empresas que se instalan allá, se equivocan quienes piensan que los alcaldes estamos buscando hacer las finanzas públicas por medio de otorgar permisos. Ése es un sector que me preocupaba. Que en el único paño no se construyera, y la degradación que había ahí para controlar los vagos”.
Según el último permiso otorgado, es decir el de 2001, la primera cuota de pago de derechos de construcción fue de 65 millones 329 mil un peso, efectuado en diciembre de 2001. Según el documento, se efectuaron cinco pagos más de similares montos hasta octubre de 2002. Y ya han transcurrido cuatro años en los que Cencosud debiera haber seguido pagando esos derechos para no perder la vigencia de los derechos de construcción. Y falta mucho más por pagar si se pretende, mediante alteraciones de proyectos, elevar la imitación del Empire State y todo lo que contempla el complejo del millonario empresario alemán.
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