2005/11/13

Adiós al mundo perfecto



Miles de inversionistas, especialmente pequeños, salieron de la bolsa esta semana provocando bajas en los índices.

La bolsa subía, los créditos hipotecarios estaban al 4% y la economía crecía casi al 6%. Un paisaje demasiado bonito para durar: esta semana el mercado se ajustó a la baja recogiendo la violenta alza de las tasas de interés de largo plazo. Las expectativas empresariales recogieron el guante de un escenario enrarecido y también moderaron su boyante optimismo.


Cuentan en la bolsa que muchos inversionistas pequeños han logrado en los últimos dos años hacerse más de una pasada con sus apuestas sobre el alza de acciones. Como el caso de un profesional que se endeudó fuerte -más de $60 millones con la banca- para comprar títulos de Schwager. Con tanta suerte que logró duplicar el capital, pagar el préstamo y comprarse una casa. Su decisión clave: salirse antes de que la empresa se viniera en picada.
Esta semana Schwager cayó 23% y -si bien influyó en este resultado un fenómeno particular, el fracaso de un acuerdo de la empresa con Enap- su baja vino a echar más leña al temor de los agentes sobre el desempeño de sus inversiones.Esta semana, miles de pequeños ahorrantes, asustados, comenzaron a deshacerse de sus inversiones de renta variable y corrieron a refugiarse en los tradicionales depósitos bancarios.
En un solo día, el lunes, el Índice de Precios Selectivos de las Acciones (IPSA) llegó a caer hasta 3%, aunque en definitiva cerró sus operaciones con una pérdida de 1,86%.Los vaivenes de la bolsa reflejan los ánimos de los inversionistas y claramente el sentimiento de estos días fue de una moderada depresión. Una percepción que se suma además a la confianza empresarial que retrocedió el mes pasado respecto de las evaluaciones previas.
El indicador mensual de confianza empresarial (IMCE), que elabora la Universidad Adolfo Ibáñez junto con Icare, cayó en octubre por primera vez en cinco meses. Y el índice de confianza empresarial (ICE), de la Universidad del Desarrollo y la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), completó en octubre su tercer mes consecutivo a la baja.
¿Se nubla el panorama para la economía chilena?
Nadie parece estar esperando que llegue una tormenta, pero claramente de un cielo azul despejado estamos pasando a un paisaje con algunos nubarrones. Por eso es que los precios del mercado financiero han recogido esta nueva realidad, menos feliz que la vivida hasta hace unos meses.
El salto de los intereses
La inyección más fuerte de pesimismo vino por el lado que todos esperaban, pero del cual no se sabía cuándo y con qué velocidad dejaría sentir sus efectos sobre los mercados. La mayor parte de los economistas creía que las tasas de interés de largo plazo -de aquellos papeles de deuda que vende el Banco Central y que expiran en un período de cinco y diez años- estaban muy desalineadas respecto de la tasa de política monetaria de corto plazo que fija el Banco Central.
El BCU a 5 años, el que más compran y venden los inversionistas, pasó entre fines de septiembre y principios de noviembre desde 1,84% anual hasta niveles de 3,25%. Un incremento de más del 76%."El día 19 de octubre, cuando subieron las tasas de interés, se produjo el ruido más fuerte en la economía chilena en los últimos dos años", considera el experto macro de Banchile Corredores de Bolsa, Raphael Bergoeing. "Ese día fue cuando más me llamaron por teléfono", recuerda."Este factor tiene que haber incidido en la confianza de los empresarios. Pucha que es otro mundo el evaluar un proyecto de inversión con una tasa de 2% que hacerlo al 4%", explica.
El bajo nivel de las tasas de interés de largo plazo no es sólo un fenómeno chileno. En Estados Unidos se habla incluso del "acertijo" de Alan Greenspan: no se sabe con certeza por qué los instrumentos de deuda que emite el gobierno de ese país están en un nivel tan bajo a pesar de que la Reserva Federal ha subido los intereses. Este enigma también enredó a los economistas chilenos hasta que en octubre las tasas de interés de largo plazo se sinceraron bruscamente."No se había dado el ajuste por razones de mercado. Había mucha liquidez (dinero disponible) y eso había provocado que las tasas se mantuvieran bajas", cuenta el economista jefe de LarrainVial Corredores de Bolsa, Leonardo Suárez.
El mayor costo del crédito se tradujo en un cambio en las carteras de los inversionistas. Cuando suben las tasas, el valor de los instrumentos de deuda como los BCU del Banco Central cae. Quienes tenían sus ahorros en renta fija venden los papeles que reportaban el 2% y se van ahora a buscar instrumentos que les den ganancias por el 3,5%. En este proceso de ajuste, los papeles al 2% bajan de precio porque nadie los quiere y las inversiones en renta fija, como los fondos mutuos, tienen que hacer una pérdida de capital.Como ya les había ido mal en la renta fija, miles de inversionistas de este tipo decidieron no seguir invirtiendo en los fondos mutuos, incluyendo aquellos que van a las acciones. Como consecuencia, la bolsa también realizó pérdidas porque, sobre todo inversionistas de retail, se desprendían de las acciones que habían comprado.Pero el temor por el ajuste acelerado de tasas debería comenzar a pasar: "Los niveles actuales de los intereses son de más largo plazo. La gente se acostumbrará a que no van a seguir subiendo y entonces va a volver la tranquilidad", pronostica el economista de Celfin, Cristián Gardeweg.
La próximidad de las elecciones también es un factor que mete ruido, en especial en ámbitos como el empresarial. Pero, según expertos, no es un elemento que esté jugando decisivamente sobre las expectativas de los agentes.El shock que los intereses provocaron en las expectativas, y que pueden seguir causando dependiendo del efecto en algunos productos como los créditos hipotecarios, tenía su antecedente en el alza de la inflación en septiembre.Ese mes, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió el 1%, lo que alertó sobre la posibilidad de que el Banco Central debiese endurecer su política monetaria para mantener controlada esta variable clave de la economía.
La amenaza de la inflación
"Lo que pasó es que antes nadie se preocupaba por la inflación cuando estaba al 2%. Pero vino el aumento de los precios del petróleo y se fue al 3%. Y hasta julio del próximo año es posible que las mediciones anualizadas de inflación se sitúen sobre el 4%, que es el límite superior del rango meta del instituto emisor", estima Bergoeing."Si uno limpia del precio del petróleo, la inflación se sitúa en torno al 3%. O sea, ya está normalizada. No es que esté fuera de control, pero tampoco se encuentra en los bajos niveles que la observamos en el pasado", concluye."Después de haber visto las cifras de octubre (IPC de 0,5%), queda sumamente claro que el shock que vimos en septiembre era algo temporal", dice el economista de Santander Investment, Pablo Correa. "Si bien la inflación se salió un poco de la banda que define el Banco Central, en el corto y mediano plazo tiene que converger", espera.En definitiva, lo que ha pasado confirma la idea de que se va hacia un escenario menos iluminado que el visto hasta hace unos meses: inflación más alta y costo del crédito más elevado. El entorno externo, en este contexto, también tiene algo que decir.
Los riesgos del mundo
Lo que esperan los economistas a nivel internacional tampoco es nuevo: que el mundo contribuya menos al crecimiento de la economía local. El punto es que no se sabe cuándo se va a concretar este menor aporte, por una expansión más moderada de Estados Unidos y Europa."Hay un tema que la gente todavía no lo termina de captar y es que el euro se está depreciando respecto del dólar. A Chile este fenómeno aún no llega, porque ha estado apreciándose el real brasileño, pero en general cuando se devalúa el euro es un anticipo de que el mundo no va a estar tan bonito como el que estuvo este año", opina Suárez.Europa está en un proceso de mediocre crecimiento. Alemania puede expandirse menos del exiguo 0,8% que se espera para este año y el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reducido sus proyecciones de expansión para Inglaterra, Francia e Italia.La buena noticia para Chile es que China y Japón se mantienen firmes y eso podría ayudar. Pero con todo, existe el riesgo de que el próximo año se produzca una desaceleración de la velocidad de crecimiento. Para Suárez, hay un escenario donde la economía local aumenta sólo 5%, menos de la cifra cercana al 6% que para este año están esperando las autoridades. Y el especialista cree incluso que el cuarto trimestre de este año pueden verse los primeros síntomas de un enfriamiento.
IMPACTO EN EL BOLSILLO
El alza de tasas de interés va a tener su efecto en el bolsillo de muchos chilenos.Desde 2004, el Banco Central ha subido su tasa de interés desde 1,75% hasta niveles del 4,5% siguiendo el ritmo de su par norteamericano. Lo extraño es que los mercados financieros no habían traspasado ese mayor costo a los clientes. Hasta ahora.Las tasas de interés de créditos hipotecarios, para un producto popular como es el mutuo, pasaron desde rangos de 4% hace dos meses hasta niveles del ¡6%! en la actualidad. Como a los bancos se les ha hecho más caro conseguirse fondos (porque el Banco Central les subió la tasa) ahora ese costo es más alto para los consumidores.¿Y cuánto significan en plata esas mayores tasas de interés?Por ejemplo, para un crédito por 5.000 Unidades de Fomento a 20 años plazo, con una tasa de 4% como las que se ofrecían hasta hace dos meses, había que terminar pagando en total 7.270 Unidades de Fomento.Una tasa al 5,8% (cercana a la actual) implica que se termine cancelando 8.460 UF. Es decir, por mayores intereses se debe pagar un adicional de 1.187 UF, lo suficiente para comprarse un departamento en el centro. En términos de pagos mensuales, el mayor costo de los intereses puede alcanzar a 5 Unidades de Fomento Mensuales.Si el crédito es de 2.000 UF, la diferencia es de 475 Unidades de Fomento más que se terminan por pagar que si se hubiese conseguido un crédito al 4%.En realidad, como para preocuparse cuando se vea que las tasas de interés van al alza.

Fuente: diario El Mercurio, 13 de noviembre del 2005

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