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2016/12/26

Rodrigo Valdés: "Cuando hay un shock como el que nos está pasando, la política macroeconómica tiene que reaccionar"

-"La gente se ha ido comprando un argumento que es completamente falso: que si hay un shock de confianza hay que esperar. A mí me enseñaron otra economía por lo menos", recalca la autoridad. - ¿Entonces una baja de tasas sí ayudaría en este shock? "Es justamente lo que estoy diciendo", respondió.Miriam Leiva P.MIRIAM LEIVA P. | ECONOMÍA www.pulso.cl

El balance de 2016 para el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, es positivo por la gran cantidad de proyectos que logró despachar y porque mantiene una economía sana. Pero ya se está preparando para 2017 que se anticipa más turbulento por factores como Trump, elecciones en Europa con discursos nacionalistas, y comicios internos que en general siempre presionan el arca fiscal.
Si las proyecciones se cumplen y el país crece en 2017 entre 1,5%-2,5%, este período 2014-2017 de la Presidenta Bachelet será el de menor crecimiento desde los 90, y con él a la cabeza: “Claro que me gustaría que creciéramos más, Chile puede crecer más. Hemos tenido un período particularmente difícil por el fin del ciclo de los altos precios de las materias primas, que ha tenido un efecto muy fuerte en la economía, y además hemos tenido nuestros propios dilemas. Al final del día la economía sigue estando sana a pesar del aumento de deuda”.
Sin las reformas y su mal diseño ¿cuánto más podría haber crecido el país en este período?
-Esa es una pregunta académica que no sé si alguna vez se podrá contestar. Sí puedo decir que este año, Chile está creciendo, si se excluye la minería, más que Perú y en el tercer trimestre más que Colombia. 
¿Este ciclo de menores precios del cobre terminó?
-Creo que el precio del cobre está bajo su precio de equilibrio de largo plazo, pero me parece muy difícil pensar que va a llegar a niveles de 2011-2013 y hay signos de que el momento más bajo pudo haber quedado atrás, -bajo los US$2 a comienzos de este año-. Si en el largo plazo el precio fuera el que nos dice nuestra comisión de expertos de US$2,55, nuestra situación sería bastante mejor fiscalmente, estaríamos más cerca del balance estructural que del balance efectivo, y supongo se reactivarían algunas inversiones mineras.
¿Cómo ve el panorama internacional en 2017?
-Será un año desde el punto de vista financiero en que existirán movimientos de tasas de interés importante, como las de los últimos dos meses. Ojalá no se den las amenazas proteccionistas, si se dan es malo para el mundo y para Chile. En lo local también es un año de elecciones, por lo tanto vamos a tener todos los desafíos políticos que implica eso; y también desafíos macroeconómicos para hacernos cargo del ciclo. Y en esto último creo que la discusión de política macroeconómica requiere una vuelta de tuerca adicional.
 ¿A qué se refiere?
-A que la gente se ha ido comprando un argumento que en mi opinión es completamente falso: que si hay un shock de confianza hay que esperar. Los shock de confianza son un ejemplo completísimo de un shock de demanda, y la política macroeconómica debe hacerse cargo.
¿Por qué dice que es falso si los economistas que lo dicen también saben y han estudiado?
-A mí me enseñaron otra economía por lo menos, la verdad me cuesta entenderlo. Hay una parte del shock que se podría trasladar al producto potencial, pero hay un parte no trivial de demanda, y por lo tanto suponer que la política macroeconómica no tiene una responsabilidad de enfrentar estos ciclos, creo que es un error.
¿Y cómo puede enfrentarlo con un gasto fiscal creciendo más bajo (2,7% en 2017)?
-Bueno, la política macroeconómica es una combinación de política fiscal, monetaria, financiera. Quiero poner en claro que está muy bien discutir de confianzas pero deben llegar a implicancias, y una es tratar evidentemente de mejorar la confianza, pero también hay otra cómo ver si hay un rol de la política macro.
¿Eso significa que ud cree que una baja de tasas de interés sí ayudaría, a diferencia de otros analistas que señalan que no significaría mucho?
-Es justamente lo que estoy diciendo. No quiero meterme en la discusión de la tasa de interés porque eso le corresponde al Banco Central (BC), lo que estoy tratando de decir es que cuando hay un shock como el que nos está pasando, la política macroeconómica tiene que reaccionar si tiene espacio para hacerlo.
¿La política fiscal no puede hacer algo más?
-Hicimos un presupuesto alineado con la regla fiscal porque pensamos que es lo que más compatibiliza con la política monetaria, nos sirve para que quienes nos prestan fondos tengan confianza en nosotros y mantengamos tasas de interés bajas. Eso no quita que estemos empujando todo lo que podamos a través de otras palancas…
¿Qué palancas? 
-Las concesiones que están avanzando de manera más rápida que en los últimos años, y un esfuerzo especial de capitalización de las empresas públicas donde Codelco juega un rol muy relevante. Si uno suma lo que se invierte vía presupuesto y lo que hacen las empresas públicas ese paquete está creciendo 10% año contra año.
¿Es efectivo que Hacienda está trabajando en un paquete reactivador para el próximo año?
-No, aunque siempre estamos preparando medidas para apuntalar la economía, yo siempre he sido contrario a esperar un gran paquete reactivador, porque la verdad es que llevamos muchas agendas y tenemos que ir concretando cosas. Desde el punto de vista de Hacienda, debemos tener particular cuidado de abrir demasiados temas que al final no podamos cerrar, eso no es bueno ni para la economía ni para la política.
¿Este feriado del 2 de enero no empieza a ser un tema electoral que afecta la economía?
-Nooo. Tal como lo dijo el BC la verdad es que los efectos son bastante marginales. Hacer un gran tema de esto no vale la pena. 
¿Cuando se espera un primer trimestre débil, un 0,2,% menos de crecimiento no influye?
-No sabemos cuánto sería, puede ser de ese orden o más chico, porque el día después de Año Nuevo la productividad seguramente es baja. Pero esa no es una discusión muy interesante, va a algo más grande ¿necesitamos trabajar también los domingos porque el primer trimestre es débil?, guardemos las proporciones. Hay muchas otras cosas importantes por hacer en economía, como ir cerrando el tema del proyecto de aguas que ha levantado algunas cejas por ahí.
¿Cómo piensa cerrarlo, va a cambiar el proyecto porque posiciones son bien extremas?
-Habrá que conversar más. Este tema despierta muchos fantasmas y tenemos que ser cuidadosos de tomarlos en cuenta, en la época de la post verdad se levantan fantasmas que se hacen realidad muy fácilmente, y por ello tenemos que trabajar el proyecto y eso significa mejorar redacción si es necesario.
¿Ve que esta post verdad está instalándose en Chile?
-Si, bastante. La gente de todos los signos cuando ve algo que acomoda a sus prejuicios lo toma como una verdad rápidamente sin preguntarse si es verdad - verdad. Tenemos que ser cuidadosos, tenemos que despercudirnos más de exageraciones.
¿Se puede tomar alguna medida fiscal para evitar una mala nota de parte de las clasificadoras?
-Primero ser muy cuidadosos con comprometer gastos en el mediano plazo que no estén bien calibrados, las demandas por hacer nuevas leyes que involucran gastos posteriores son muy grande. Muchos ministros me dicen pero qué importa si no es para el próximo año es para los siguientes 10 años, bueno es justamente eso lo que tenemos que empezar a mirar muy cuidadosamente, para dejar espacio hacia delante y que la deuda no suba. En segundo lugar tenemos que crecer, un país que no crece o crece poco enfrenta un problema fiscal casi por definición. Y por último, tener una estrategia creíble.
¿Una estrategia en qué sentido?

-Que estacione la deuda pública aunque suba un poco más, de modo que si hay alguna acción de las clasificadoras sea por una sola vez. Aquí, lo de verdad complicado no es un outlook negativo o un cambio de clasificación, el problema es que muchas veces los países entran en un tobogán, en un círculo vicioso: baja la clasificación, sube la tasa de interés, se hace más caro pagar la deuda por ende aumenta el déficit, vuelve a bajar la clasificación y sigue el círculo hasta que cae en recesión la economía. Entonces tenemos que tener una estrategia que sea robusta y no nos lleve a un escenario como ése. 

2016/05/19

Valdés desafía al mercado y ve aceleración de la actividad

“Al menos hemos visto ya una estabilización del recorte de proyecciones del sector privado”, dijo la autoridad.


Como “una buena noticia” calificó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, las cifras de actividad del primer trimestre que publicó ayer el Banco Central, con un PIB que se expandió 2%, levemente por encima de las expectativas del mercado.
Tras exponer el proyecto de ley con medidas que impulsan la actividad en la comisión de Hacienda de la Cámara, el titular de las finanzas públicas señaló que ve una cierta “aceleración” de la economía en el margen y valoró que las expectativas del sector privado se consolidaran en torno al 2%.
“Esto ratifica que en el primer trimestre tuvimos una aceleración de la actividad muy importante, que permite tener una base hacia el año que es mejor que la que imaginábamos”, señaló Valdés, argumentando que el crecimiento anualizado al primer cuarto del año -como se mide en los países desarrollados- mostró una expansión de 4%.
Ante esto, señaló que mantiene en 2% su estimación de Producto para este año, con un sesgo a la baja. “Al menos hemos visto ya una estabilización del recorte de proyecciones del sector privado, estabilizándose en un poco menos de 2%”, dijo el ministro.
La autoridad destacó el crecimiento que mostraron las exportaciones netas en el período.
“Es una buena noticia ver algunas industrias exportadoras que a pesar de la caída de los precios y, por lo tanto, menores exportaciones nominales, los volúmenes de exportaciones están empezando a aportar. En particular las exportaciones de servicios son muy positivas”, destacó.
Valdés sostuvo que también es relevante la moderada recuperación de la inversión, pero advirtió que “hay que seguir trabajando para que eso se sostenga”.
www.df.cl

2015/07/31

La compleja tarea del ministro Valdés

Consciente de que es una empresa difícil, el titular de Hacienda espera que en la Nueva Mayoría se aúnen los criterios en torno al realismo, para lo que junto con sincerar las cifras, testeará hasta dónde se pueden rectificar las reformas.

Por Blanca Arthur
La compleja tarea del ministro Valdés
Cuentan quienes han interactuado con él en estos últimos días, que está especialmente preocupado por el desorden o la falta de unidad que se ha manifestado al interior de la Nueva Mayoría. Por eso, cuando ante la ausencia del ministro del Interior Jorge Burgos, casualmente el lunes debió presidir el comité político, se abocó a hacer un llamado a los presidentes de los partidos a actuar lo más unidos que sea posible dadas las actuales circunstancias.
Es que para el titular de Hacienda, Rodrigo Valdés, el traspié que sufrió el gobierno la semana pasada, cuando la comisión de la Cámara rechazó el proyecto de Carrera Docente con votos de diputados oficialistas, fue el símbolo de lo que no debe ocurrir, porque como se ha encargado de repetir, para él es una realidad indesmentible que los problemas políticos inciden en la economía.
Como eso no se lo puede permitir, con dicha inquietud se ha preparado para que los máximos dirigentes de la coalición lleguen al cónclave de este lunes con el mínimo de disidencia respecto a la necesidad de realizar ajustes al plan de reformas, a quienes ha intentado persuadir de que en un escenario de bajo crecimiento, es imposible cumplir con los compromisos tal como estaban planteados.
Él sabe que la tarea no es fácil por las distintas miradas que existen al interior del bloque, pero en línea con lo que ha estado haciendo desde que asumió, en estos días ha centrado sus esfuerzos para que en el encuentro oficialista se concilien las posiciones en torno al realismo, de manera que se acepte que es necesario introducir las rectificaciones a las reformas, como única fórmula para que éstas se puedan realizar.
Retorno del rol histórico
No ha sido una misión simple la que le ha correspondido al ministro Valdés, considerando que cuando asumió recibió como herencia que su antecesor, Alberto Arenas, en su calidad de encargado del programa en la campaña presidencial, tuvo como principal propósito que éste se cumpliera a cabalidad, sin tener en cuenta los necesarios resguardos económicos.
Con su reconocida capacidad técnica, el nuevo responsable de las finanzas se hizo cargo de ese error, lo que confirma que uno de sus sellos ha sido recuperar el rol histórico de los ministros de Hacienda, en cuanto a ponerle límites financieros a las ofertas políticas.
Una tarea que era complicada, teniendo en cuenta que tanto el ánimo de la propia presidenta Michelle Bachelet, como de importantes sectores de la Nueva Mayoría, era que nada podía ni debía obstaculizar o poner freno al plan de transformaciones estructurales.
Pero con las cifras en mano, que daban cuenta del bajo crecimiento o de la caída en la inversión, Valdés comenzó a sincerar que con ese panorama no era posible dar cumplimiento a todos los compromisos adquiridos.
Con un estilo que sus interlocutores reconocen llano, abierto y dialogante, el ministro logró permear la idea de que sin crecimiento no eran posibles las transformaciones que se planteaban, reinstalando en el oficialismo un concepto que parecía enterrado en medio de las ínfulas reformistas.
En esa cruzada, el titular de Hacienda consiguió el respaldo de algunos de los máximos dirigentes de la Nueva Mayoría, especialmente de los principales líderes tanto del Partido Socialista como de la Democracia Cristiana, quienes asumieron que la situación económica hacía imperioso un ajuste al plan reformista.
Con ello se entendió que Valdés se había anotado un punto, desde el momento que la necesidad de poner el foco en el crecimiento, incluso fue acogida por los personeros más díscolos del bloque en el tema de readecuar las reformas, como el presidente del PPD, Jaime Quintana, o del PC, Guillermo Teillier, siempre y cuando ello apuntara a contar con más recursos para cumplir con lo que estaba comprometido.
Despliegue en el Congreso
Pero la aceptación por parte de la Nueva Mayoría a la tesis del realismo impulsada por Valdés, que además acogió la propia mandataria en el consejo de gabinete del 10 de julio, fue solamente en términos generales, porque al momento de aterrizar algunas de las rectificaciones, comenzaron a aparecer aprensiones entre quienes se mantienen firmes en la línea de que ese realismo debe ser efectivamente sin renuncias.
Como para el titular de Hacienda es necesario ceder en algunos aspectos, la inquietud de las huestes oficialistas lo impulsó a iniciar un despliegue en el Congreso durante los últimos días, con el ánimo de sondear con los parlamentarios tanto lo que sería posible de modificar, como aquello que parecía intransable para gran parte de ellos.
En esa arremetida, Valdés se encontró con importantes aprensiones de distintos sectores, como le ocurrió la semana pasada en un almuerzo con la bancada de diputados socialistas, donde muchos de ellos -en contraste con el ánimo de la mesa liderada por la senadora Isabel Allende- le hicieron presente que no cumplir el programa o frenar las reformas tendría efectos electorales que ellos no estaban dispuestos a asumir.
Pese a su intento por persuadir de que la realidad obligaba a priorizarlas, para lo que entregó un documento de 54 páginas en que exponía el complejo escenario económico, el ministro comprobó que no necesariamente había conseguido permear sus planteamientos a todos los parlamentarios, de quienes escuchó directamente lo que no estaban dispuestos a ceder.
El ambiente que encontró, sumado al episodio de la Carrera Docente, aumentó la preocupación de Valdés de cara al cónclave, instancia en la que espera que quede claro definitivamente cuál es el piso que tiene para aterrizar lo que espera proponer en términos concretos.
Los temas del debate
Como él mismo ha comentado, su prioridad es que los recursos que existen o los que puedan generarse, se puedan destinar a Educación, al entender que es el principal compromiso del gobierno.
En ese contexto, en uno de los temas que espera no tener dificultades es en que se acepten algunos cambios legislativos a la reforma tributaria, porque ha encontrado eco en que tiene errores que se deben enmendar para hacerla más operativa, de manera que cumpla con su propósito de lograr más recaudación.
Más complejo es el caso de la reforma educacional, respecto de la cual si bien se ha instalado un consenso en cuanto a modificar el itinerario para la gratuidad de la educación superior, el debate pendiente apuntaría a la decisión de beneficiar sólo a los alumnos de los planteles del Cruch, propuesta que ha sido duramente cuestionada en estos días por el senador DC, Ignacio Walker, mientras el ministerio de Educación, se abrió a reconsiderarlo, en la medida en que Hacienda explicite si existen recursos para ello.
Como es sabido que éstos no son suficientes para cumplir con ésta ni con otras expectativas, desde el gobierno indican que una de las apuestas del ministro Valdés ha sido tratar de socializar la idea de introducirle algunas modificaciones a la reforma laboral en los términos que la aprobó la Cámara, con la tesis que él mismo le ha planteado a los parlamentarios en el sentido de que si bien no implica costos financieros, sí tiene un gran impacto macroeconómico.
Por lo que indican desde el gobierno, la esperanza del titular de Hacienda apunta a clarificar en el encuentro del lunes qué piso tiene para las indicaciones que deberá mandar al Senado. Por ahora, de acuerdo a los sondeos previos, se presume que podría encontrar respaldo para introducir algunos cambios tendientes a proteger a las Pymes, como aumentar el quórum para formar sindicatos, o hacer precisiones acerca de los servicios mínimos, pero no mucho más. Porque aun cuando el ministro se inclinaría a considerar algún tipo de reemplazo interno como postulan algunos sectores DC, sabe que no cuentan con la anuencia mayoritaria que requiere, por lo que pese a que el debate está abierto, lo probable es que la conclusión sea que no hay espacio para ello.
Como sea, para cumplir con sus expectativas el ministro Valdés sabe que debe sincerar todas las cifras, lo que se supone que hará, tras lo cual su apuesta es que los dirigentes de la Nueva Mayoría salgan alineados del cónclave en torno a su premisa de que para cumplir el programa, es necesario contar con recursos que ahora no están.
www.df.cl

2015/06/11

Rodrigo Valdés, ministro de Hacienda: “Esperar conejos del sombrero es naif”

Entre dos fuerzas en tensión está Rodrigo Valdés. Mientras por un lado lo presionan desde la Nueva Mayoría para que virtualmente haga magia y saque adelante las reformas en medio de una economía con depresión crónica, del otro lo miran con una creciente impaciencia, clamando que satisfaga las expectativas que generó su nombramiento.
Por: Por Roberto Sapag y Carla Sánchez
Fotos: Verónica Ortíz
rodrigo-valdes
Ser ministro no estaba en sus planes. “No era un escenario central para mí”, reconoce Rodrigo Valdés con esa jerga tan propia de los banqueros. Pero aunque no era su escenario prioritario, credenciales tenía de sobra para el cargo. Recorrido también. Ingeniero comercial de la Universidad de Chile, doctorado en el MIT, dio sus primeros pasos en Cieplan antes de desembarcar en el Banco Central, donde trabajó con el actual ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre. Luego desarrolló una prominente carrera que lo llevó al banco de inversión Barclays Capital en Nueva York, al FMI y de vuelta en Chile a BTG Pactual y al BancoEstado, que presidió hasta el día que asumió el control de la billetera del país. “Cualquier macroeconomista tiene que estar disponible para trabajar por un gobierno al que apoya”, sentencia.
Viene llegando de París, de la reunión del consejo de ministros de la OCDE. Acostumbrado a correr, Valdés enfrenta un desafío mucho mayor que las maratones en las que ha participado: revertir el débil desempeño económico y superar la crisis de confianza, que en alguna medida se origina en la implementación de reformas que su sector no está dispuesto a transar.
Valdés no la tiene fácil. Las cifras no lo acompañan y la paciencia de los agentes del mercado está francamente en baja. La economía suma y suma trimestres de magro crecimiento y de bajas en la inversión y las proyecciones no se vienen mejor: el último IPoM del Banco Central recortó el PIB para este año. Él lo sabe y de seguro en su fuero interno está consciente del problema que tiene entre manos.
En su oficina de Teatinos 120 posee un montón de carpetas en las que se ha metido “con menos profundidad de lo que quisiera”, admite, aunque a su favor se puede decir que sólo lleva un mes en el cargo y que, según sus cercanos, es obstinado y pragmático, y cuando se propone algo no descansa hasta conseguirlo.
“Soy esforzado, pero uno debe tener el sentido de la prioridad también. Es importante no enredarse en cosas que no son centrales”, declara.
-¿Qué es lo central?
-Seguir caminando hacia el desarrollo y eso significa tener una sociedad más civilizada, con más ingresos y más inclusión. Chile ha avanzado muchísimo en las últimas décadas y hay que perseverar en eso.
“La responsabilidad de un ministro es tratar de empujar hacia lo que uno cree es mejor y si eso pasa por tener discusiones dentro del comité político, bienvenidas sean”.

“No hay que tenerle miedo al disenso”

-En general, los ministros de Hacienda de los últimos años ostentaron un gran poder y han sido bien políticos. El perfil suyo es más bien técnico. ¿Va a jugar un rol similar a sus antecesores?
-No tiene mucho sentido predecir qué voy a hacer. Ahora estoy empujando fuerte la repriorización de los proyectos en el Congreso. Tengo un compromiso muy fuerte con el tema energético, queremos sacar pronto la agenda laboral y que tengamos aún más cuidado en los detalles de los proyectos en discusión, para que todo lo que hagamos tenga también un ojo puesto en el crecimiento, que va de la mano con la equidad.
-¿Cómo ha sido la relación de trabajo y su autonomía para moverse considerando que no es del círculo más cercano de la mandataria?
-Ha sido un proceso de conocerse más y de establecer métodos de trabajo. Contamos con un comité político con el que nos juntamos habitualmente y hay reuniones bilaterales. Cuando uno tiene una persona a la cual le reporta, hay que tener el cuidado de no preguntar todas las cosas. Hay que saber cuándo pasar algunas decisiones por los rangos superiores.
-¿Habla con ella todos los días?
-No todos los días, pero casi.
-Dicen que una de las cosas valiosas de los asesores cercanos es que sean capaces de contradecir. ¿Existe ese espacio? ¿Ud. está abierto a ejercerlo si es que ve alguna política poco prudente?
-Es responsabilidad de todos tratar de aportar a la discusión, y hay momentos en que uno lo hace de manera más privada y otras veces más abierta. Obviamente, la responsabilidad de un ministro es tratar de empujar hacia lo que uno cree mejor y si eso pasa por tener discusiones dentro del comité político, bienvenidas sean. No hay que tenerle miedo al disenso en la medida que haya mecanismos para tratar de llegar a una solución. Disentir por disentir no sirve de nada.
-Antecesores suyos en el gabinete plantearon que la era de los consensos se había acabado. ¿Comparte esa afirmación?
-Mientras más consenso mejor, pero eso no puede significar derecho a veto en ciertos temas. Hay que tener respeto por las minorías, dialogar, escuchar, pero no arrogarse verdades absolutas. A veces no va a haber consenso en ciertas cosas, pero al final es muy importante tomar decisiones. Son las reglas de la democracia.
-¿Está preocupado por el estado de la economía?
-Estoy ocupado por el estado de la economía y más que ocuparme yo, tenemos que hacerlo todos: empresarios, trabajadores, aquéllos que están fuera de la fuerza de trabajo. A todos nos interesa una mejor economía.
-¿Cómo está viendo la posibilidad de alcanzar las metas planteadas y dónde o en qué parte podríamos estar?
-Voy a hacer una actualización de proyección de la situación fiscal en julio como corresponde. Pero sin duda que el crecimiento va a ser más bajo de lo que se pensó en su momento, el precio del cobre es también más bajo, pero igualmente vemos algunos tipos de recaudación que han ido avanzando y, por lo tanto, hay que hacer un encuadre completo, incluida la Operación Renta que no está terminada.
Yo dije que había que desdramatizar las nuevas proyecciones del Banco Central por dos razones: el nuevo rango viene acompañado también de un cambio de sesgo de negativo a neutral, con lo que la variación al final es pequeña. Y segundo, esto se da en un marco de varias bajas de proyecciones en el mundo. Tuvimos un primer trimestre que, si bien en Chile según los datos no fue malo, en el mundo no fue bueno. Estados Unidos en particular estuvo bajo.
-¿Y el crecimiento potencial hay que revisarlo a la baja?
-Hay una comisión que hace eso y vamos a llamarla. Lo que me queda claro es que tenemos que trabajar para que no baje. El centro de atención debe moverse más hacia ampliar la base de crecimiento de la economía. Eso es trabajar sobre crecimiento potencial o de tendencia y no en esta capacidad de corto plazo que hemos usado fuertemente.
“Yo le creo a la presidenta. No hay ninguna razón para poner en duda sus palabras. Es importante poner en perspectiva que los candidatos delegan cosas y no se ocupan de los detalles”.

Las orillas de Valdés

-En el último IPoM el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, recalcó que hay una sensación de confianzas dañadas y pidió que se haga un esfuerzo mayor en la dirección de repararlas…
-Siempre se pueden hacer esfuerzos y mi labor es abrir puentes de diálogo. Hemos estado trabajando con los empresarios y los trabajadores en reuniones formales e informales. Es importante escuchar y ponerles contornos a las reformas, de manera que exista certidumbre respecto de hasta dónde se llega. Pero si el consenso de algunos implica no hacer las reformas que impulsa el Gobierno, se pierde el sentido del diálogo. Por eso valoro lo que ha dicho el presidente de la CPC, Alberto Salas, respecto a que quieren apoyar las reformas y contribuir a ese proceso.
-Ponerles bordes a las reformas significa también aceptar que puede haber fricciones internas dentro de la Nueva Mayoría. ¿Está dispuesto a eso?
-Por supuesto, no siempre vamos a estar todos de acuerdo en todo. La coalición es bien amplia, y vamos a buscar ponernos de acuerdo. Pero cada persona no puede tener derecho a veto en todo.
-En la búsqueda de esas orillas, ¿cabe la posibilidad de modificar las reformas? algunos plantean que la reforma tributaria es engorrosa…
-Estamos en plena implementación. Se han dictado la mitad de las circulares y vamos a ver cómo avanzamos. Mi compromiso es que esto sea un proceso impecable y siempre estamos dispuestos a escuchar propuestas que nos permitan implementarla mejor.
-Entonces no se cierra a la posibilidad de cambiarla…
-Quiero escuchar ideas, pero no quiero abrir una puerta a propuestas donde pasen gato por liebre, como las que al final terminan o bajando la carga tributaria, o endosándosela a otros sectores.
-Ud. alguna vez propuso una fórmula alternativa de recaudación de impuestos que consistía en un solo sistema de cobro, diferente al dual que se aprobó…
-¡Si juntas 10 economistas vas a tener 11 opiniones! Al comienzo, cuando la reforma se discutía a nivel técnico, las personas que participamos en este debate teníamos distintas visiones. Pero ya se hizo y es una reforma central que yo apoyo.
-Se logró el objetivo, pero ¿se logró bien? En términos técnicos, algunos calificaron la reforma como un mamarracho…
-Eso es una exageración. Sí es cierto que el sistema requiere trabajo para implementarse y que pueda ser aplicado de la manera más simple posible.
-Ud. llegó a Hacienda cuando la reforma ya estaba aprobada, pero la laboral recién se está discutiendo. ¿Hay posibilidades de hacer algunos cambios?
-Hemos avanzado mucho en buscar un justo equilibrio. Cuando los empresarios alegan, se olvidan de todo lo que hemos avanzado. Cuando asumí, había una discusión abierta en varias dimensiones –como el piso del IPC y la negociación ramal– que se ha ido cerrando. Ésta es una reforma profunda que reequilibra el poder entre sindicatos y empleadores de manera fundamental y por eso, por ejemplo, no hay reemplazo en huelga, pero sí debemos tener servicios mínimos, bien definidos, de manera que este reequilibrio no tenga efectos colaterales indeseables sobre la economía. El hecho de que la Comisión de Trabajo ya haya aprobado todo esto, habla de que vamos avanzando bien. La ministra Rincón hizo un gran trabajo de ir empujando estos temas y tenemos que seguir haciéndolo.
“(Decir que la reforma tributaria es un mamarracho) es una exageración. Sí es cierto que el sistema requiere trabajo para implementarse y que pueda ser aplicado de la manera más simple posible”.
-¿Ud. es partidario de sacar adelante como sea las reformas o de velar por mantener buenos índices económicos? Hay un punto en que las dos cosas se topan ¿o no?
-Yo creo que no se topan. Pensar que uno puede dejar las reformas en el congelador sería darle la espalda a lo que la ciudadanía le ha encargado a este gobierno. Para la confianza, eso sería muy malo. Las reformas van a hacerse porque la gente las necesita.
-Eso no es lo que dicen las encuestas. La aprobación de las reformas ha caído violentamente…
-Tenemos una realidad cruzada por temas de probidad y transparencia que agregan complejidades adicionales al debate. Pero también es claro que hay que ponerles más atención a los detalles de las reformas, escuchar y ver si es necesario avanzar por otras vías. Por ejemplo, en el tema laboral se pueden buscar caminos de encuentro (ver recuadro 1).

“No se les puede achacar toda la responsabilidad a las reformas”

-Las encuestas y las cifras confirman que hay incertidumbre extendida, más allá de lo que puedan decir uno o dos dirigentes empresariales...
-Hay que ser consciente de que la confianza y los grados de incertidumbre importan. Cuando le dices al sector privado que invierta, no le estás pidiendo que haga una apuesta al vacío, hay que tener visión de hacia dónde van las cosas porque está arriesgando. Eso vale para un pequeño empresario como para uno grande.
-¿Cuánto pesa la desconfianza en los malos resultados económicos?
-Las ansiedades y las incertidumbres importan. La OCDE, en su último reporte, tiene todo un capítulo dedicado a esto, pero eso no significa que no haya que hacer reformas. Además, en la caída en algunos indicadores de confianza en los últimos meses no se le puede achacar toda la responsabilidad a la reforma laboral y tampoco a la reforma tributaria, que ya se aprobó. No podemos separar el mundo económico de lo que ocurre en otros espacios. Por eso es tan importante esta agenda de transparencia y probidad que está empujando la presidenta (ver recuadro 2).
-¿La sensación de desorden político con ministros que salen del gabinete a menos de un mes de llegar puede estar golpeando la confianza?
-Como señaló el vicepresidente, esto fue una complicación adicional. Fue lamentable la salida de Jorge Insunza (de la Secretaría General de la Presidencia) porque estábamos trabajando bien.
-El presidente de la Sofofa dijo que los 30 años más virtuosos de nuestra historia económica eran del pasado. A la luz de las cifras, parece cierto. ¿Discrepa?
-Hay una realidad: somos más ricos que hace 30 años, y mientras más ricos, más difícil crecer. No significa que no se pueda, pero hay que trabajar en los detalles, en temas de competencia, en el sector financiero, en tener un gobierno que funcione aún mejor. Ninguna reforma va a ser una bala de plata, pero la suma de pequeñas cosas ayuda mucho.
-El Banco Central fue muy activo en bajar las tasas, y el fisco ha sido muy enérgico en el gasto fiscal, pero pareciera que esos dos recursos se agotaron. ¿Está haciendo un llamado a que el sector privado se ponga un poco más las pilas?
-Al sector privado no lo puedes obligar, hay que invitarlo.
-Pero si están con susto, ¿cómo van a ir a esa fiesta a la que lo están invitando?
-Debemos trabajar en ese susto, cuando digo que tenemos que ponerle bordes a las reformas, es volver a estar seguros de que Chile es un país sensato, que cosas muy extremas no vamos a tener aquí.
-Usted también estuvo al otro lado, en la empresa privada. ¿Es válida la desconfianza que sienten los empresarios o le están poniendo color?
-Es muy difícil calificar los sentimientos o las sensaciones de otras personas.
-¿Qué posibilidades hay de que el ministro de Hacienda saque una carta debajo de la manga para lograr sus objetivos? Por ejemplo, lanzar un plan de infraestructura más ambicioso...
-Tenemos que hacer las cosas bien con lo que hay sobre la mesa. Esperar conejos del sombrero es naif. Chile posee un nivel de desarrollo en el cual, de nuevo, no hay distancia en cuanto a las mejores prácticas en algo que uno diga “ahá, esto es lo que hay que hacer”. Hay que invertir en infraestructura, pero no vamos a hacer elefantes blancos. Si uno ve nuestras diferencias con las mejores prácticas globales de la OCDE, en lo que salimos bien despeinados es en la equidad.
-¿No será demasiado obcecado pretender aspirar en este momento al estándar OCDE?
-No podemos ir al estándar OCDE en todo al mismo tiempo, pero sí es una guía muy útil para compararnos con el resto del mundo. Pensar que uno desde su propia realidad sabe todo, es un poquito pueblerino.

“El SII no se ha politizado”

-¿Concuerda con que el Servicio de Impuestos Internos se ha politizado?
-El SII no se ha politizado, hace una labor fundamental en Chile. Le pedimos la renuncia al director porque en mi evaluación –así se lo propuse a la presidenta–, era lo necesario para que el servicio haga mejor su trabajo.
-Hay algunos economistas como Hernán Büchi que dicen que un SII con excesivas facultades persecutorias es un poco peligroso. ¿Qué opina?
-Tenemos que contar con un SII que cobre los impuestos a la gente que debe pagar. En Chile hay una historia de elusión y evasión que requiere atención, y la ley le da facultades al servicio para hacerlo. Creo que ser laxo en cómo se cobran los impuestos es malo para todos, para la sociedad, para la economía. Esto no pasa sólo en Chile. Acabamos de firmar con la OCDE un mecanismo de intercambio automático de información que ya decenas de países lo han firmado. Crecer haciéndose el leso con los impuestos no es una estrategia.
-A propósito de eso, se ha instalado un problema complejo respecto de algunas AFP que se han vendido, en operaciones que significan menos recaudación de cientos de millones de dólares. ¿Cómo ven desde Hacienda estas figuras?
-La fiscalización de los contribuyentes corresponde única y exclusivamente al SII, por lo que no me corresponde adelantar juicios ni opinar al respecto. La reforma tributaria incorporó una serie de normas para controlar situaciones de evasión y elusión, incluyendo una que impide que el goodwill pueda ser utilizado para rebajar impuestos. Esa norma se aplica hacia el futuro y no retroactivamente. El SII y, en último caso, los tribunales de justicia determinarán si corresponde aplicar las normas previas o las aprobadas en la reforma en cada caso.
-Si bien la ley no es retroactiva, existe la clavija política de preguntarse por qué no se empieza a utilizar antes. ¿Se podría hacer algo así, políticamente?
-Esto ya fue materia de discusión durante la reforma y la decisión del Poder Legislativo fue que estas normas se aplicarán hacia el futuro a partir de una determinada fecha.
-¿Cuál es la visión que tiene de lo que está pasando en Codelco? ¿Está en duda la capitalización que necesita la empresa?
-No hemos tenido una discusión detallada todavía con Codelco. Lo que yo quiero es cumplir con la ley y con los objetivos de la capitalización. En la medida que haya resultados de gestión que tendrán que ser demostrables y demostrados al Ministerio de Hacienda, avanzaremos con la capitalización respectiva. Pero no es algo que hayamos todavía discutido. Esta duda que se instaló sobre la capitalización ahora, no es real, no tiene base. Eso no significa que no vayamos a hacer una revisión cuidadosa de gestión de Codelco. •••
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La nueva Constitución y los “cambios” a la propiedad privada
-Usted habla de ponerle contornos a las reformas y dejar fuera los fantasmas, pero ¿qué pasa con el Godzila de los derechos de propiedad que amaga la reforma constitucional?
-El proceso constituyente tiene su itinerario y sus contornos bien determinados por la presidenta. Esto bajo un marco de acuerdo político, institucional, con incidencia de la ciudadanía, va a ir poniendo un marco a esta discusión que tiene su tiempo, por lo tanto, no me adelantaría. Sí quiero decir que tengo la convicción de que Chile va a ser cuidadoso y responsable en esta discusión y que no va a entrar en aventuras que echen por la borda todo lo que hemos logrado construir en las últimas décadas.
-Pero esta discusión de los derechos de propiedad agrava más la crisis de confianza que estamos viviendo ¿o no?
-Hay temas específicos en bienes públicos en que no hay una práctica única en el mundo, que requieren discusión y que habrá que tenerla en su momento. Pero de ahí a decir que la propiedad privada está bajo amenaza, eso de ninguna manera.
-En el programa se habla textualmente de la función pública de la propiedad privada. Además, muchos de los planteamientos del programa dan para pensar que vienen cambios tributarios, por ejemplo en el tema de las herencias.
-Lo tributario ya está cerrado en esta administración. En el tema más general de propiedad privada y discusión constitucional, la mayoría de los chilenos somos muy sensatos y tengo plena confianza de que no tendremos una discusión que nos lleve a hacer cosas extremas.
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Las platas de educación
-¿Para la reforma educacional alcanzan los fondos?
-Va a ser hasta 2% del PIB y gradualmente, porque tiene que ser consistente con tener finanzas públicas sanas. No podemos arriesgarnos a hacer reformas que no se puedan sostener en el tiempo. Lo peor que podemos hacer es ofrecer nuevos pactos sociales y al poco andar no poder cumplir con ellos.
-¿Le parece que la reforma educacional ha atacado hasta ahora el tema de la calidad?
-Lo está atacando, hay temas que van asociados a calidad, pero claramente nos queda trabajo. Obviamente, la reforma educacional está en pleno proceso…
-No se entiende bien por qué se dejó fuera a las universidades que no pertenecen al Consejo de Rectores.
-La hoja de ruta de la gratuidad en educación superior se hace gradualmente y con responsabilidad.

-Eyzaguirre ha dicho que las cosas no se escribe sobre piedra, que pueden ir variando. ¿En el resto de las reformas las cosas también pueden ir variando o no?
-Es re importante no arrogarse la verdad total y estar seguro de que lo uno hace siempre es lo correcto. Estamos dispuestos a acomodar los temas bajo ciertas restricciones, primero una restricción presupuestaria y, segundo, la convicción de que lo que se haga ayude a tener una sociedad más equitativa.
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La precampaña de Bachelet: “No hay razones para dudar de la Presidenta”
-¿Dónde se ubica Rodrigo Valdés en el espectro político? Es un PPD un tanto pasivo.
-Me considero un socialdemócrata moderno en la perspectiva internacional, y dentro de la jerga local, ya no soy pasivo.

-¿Por qué nunca ha tenido vida partidaria?
-No, si algo he tenido. Era parte de la comisión económica del PPD. Lo que pasa es que viví muchos años afuera y después trabajé en el Banco Central, donde hay que ser muy cuidadoso con las formas.

-¿Cómo se puede entender que una presidenta, con dos gobiernos a cuestas, insista en manifestar que no sabía que sus subordinados cometían hechos indebidos para apoyarla?
-Yo le creo a la presidenta. No hay ninguna razón para poner en duda sus palabras. Es importante poner en perspectiva que los candidatos delegan cosas y no se ocupan de los detalles.
-Pero las platas de algún lado tienen que salir…
-Pero ella no era ni candidata en ese tiempo. A eso ya se refirió el vocero y la propia presidenta.

-Las dudas que existen sobre cómo ha actuado el mundo político en los últimos años no se zanjaron ni con la comisión Engel ni con el cambio de gabinete. Tampoco la captura que pueda haber del mundo político por parte del mundo de los negocios.
-Vamos avanzando en eso y es un tema que hay que trabajar. No basta con anunciar o mandar los proyectos, hay que hacerlos. Es responsabilidad de todos avanzar en esta agenda de transparencia y probidad para mejorar este clima que involucra al sector privado y público. Tengo confianza en que, de este modo, Chile saldrá fortalecido y habremos mejorado nuestra democracia.

2014/03/24

Gobierno nombra a economista Rodrigo Valdés como presidente ejecutivo de BancoEstado

Rodrigo ValdésGuillermo Larraín, en tanto, fue designado en la vicepresidencia y Jessica López Saffie se hará cargo de la gerencia general. 

por J.P. Palacios

El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, comunicó este lunes en nombre de la Presidenta de la República, Michele Bachelet, las nuevas designaciones para los principales cargos del BancoEstado.
En la presidencia ejecutiva asumirá el economista Rodrigo Valdés Pulido; mientras que Guillermo Larraín Ríos fue nombrado en la vicepresidencia;  y Jessica López Saffie se hará cargo de la gerencia general. Previamente el  ministro solicitó las renuncias a quienes ocupaban actualmente dichos cargos.
Rodrigo Valdés Pulido es desde 2013 economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual. Previamente se desempeñó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como subdirector del Departamento Europeo y del de las Américas (2009-2012), donde también fue Jefe de Misión para Estados Unidos.
Antes, Valdés fue economista jefe para América Latina de Barclays Capital (2008-2009), gerente de la División de Estudios y economista jefe del Banco Central de Chile (2002-2007) y asesor principal del ministro de Hacienda de Chile (2000-2001). Es graduado de la Universidad de Chile, donde también ha sido profesor, y Ph.D. en Economía del MIT. Ha publicado extensamente en temáticas de economía.
Guillermo Larraín Ríos es doctor en Economía de la Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales de París y economista de la Universidad Católica de Chile. Es profesor en el Departamento de Economía de la Universidad de Chile, donde preside el Centro de Regulación y Estabilidad Macrofinanciera. También ha sido profesor en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Chile, el Instituto de Economía de la Universidad Católica y la Universidad Torcuato di Tella en Buenos Aires.

Integra el Consejo Asesor de la Corporación Financiera Internacional (IFC) y del Consejo Asesor de la Securities and Commodities Authority de los Emiratos Árabes Unidos (ESCA). También es miembro del directorio de Tanner Servicios Financieros y del Consejo Asesor del Fondo de Inversión Efromovich Silva,  con sede en Bogotá  Colombia.
Entre 2007 y 2010 fue superintendente de Valores y Seguros de Chile, y presidente del Comité de Mercados Emergentes de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO). Entre 2003 y 2006 encabezó la Superintendencia de AFP y entre 1997 y 2000 fue coordinador de Política Económica del Ministerio de Hacienda.
Se desempeñó como gerente de Estudios y economista jefe del BBVA Chile (2000-2003).
Jessica López Saffie es ingeniero comercial, con mención en Economía de la Universidad de Chile y tiene 30 años de experiencia en instituciones financieras. Trabajó en BancoEstado entre 1990 y 2010, donde ocupó los cargos de gerente de Riesgos, contralora y vicepresidenta de la entidad.
En los últimos años se ha desempeñado como consultora del BID, directora de empresas, y asesora de empresas y ejecutivos.
A la fecha era directora suplente y miembro de Comité de Auditoría de la Administradora Fondos de Cesantía (2012-2014), y presidenta del Comité de Vigilancia de Fondo de Garantía Chile Pyme (2011-2014). Realizó consultorías al BID en Paraguay en asesorías en gobierno y gestión de riesgos para el Crédito Agrícola de Habilitación (2011-2012).
www.latercera.com