Todo lo que preparan acá es hecho con masa madre, esa técnica de fermentación natural, por lo tanto sus panes son muy esponjosos por dentro y crocantes por fuera. Un delicioso local que, además, tiene unos dulces que te harán querer ir una y otra vez.
Muy cerca del parque Bustamante hay un local que se ha transformado en el favorito de los vecinos y los turistas que transitan por el lugar, la panadería Briqué.
Abrió hace nueve meses en la calle Rancagua y, ahí, todo lo que se prepara es hecho con masa madre, esa técnica de fermentación natural que le da un sabor auténtico a los más de 10 tipos de panes que hornean a diario.
Los dueños de este exquisito emprendimiento son los ingenieros Walter Moreno y Carlos Bugueño, y quien pone los conocimientos en la cocina es el panadero Luigi Riffo, quien estudió con el “maestro del pan catalán”, Josep Pascual.
Ellos juntos hacen que sea una verdadera experiencia ir a comprar pan. Esto, porque ayudan en la selección, cuentan cómo lo elaboran y de las más de 20 horas que pasa la masa fermentándose. ¿Lo mejor? Todo es acompañado con buena música.
Como ya mencionábamos, allá podrás elegir entre 11 tipos de panes, entre ellos una crujiente baguette a solo $ 1.000, o un increíble pan de cerveza negra de sabor intenso y un toque ácido ($ 2.600).
Te vas a la segura, también, con su “multigrano” que tiene semillas de amapola, zapallo, sésamo, maravilla y avena. Alucinarás con la crocancia que tiene al mascarlo.
También puedes ir por el pan del mes, que durante marzo es el de jengibre confitado con cúrcuma, una delicia tentadora de color anaranjado e intenso sabor que recuerda a la comida india ($ 2.200).
Desayunos dulces y salados
Además de panadería, también tienen una terraza interna bien amoblada para pasar las tardes entre rosales y sin sentir el ruido de la calle.
Ahí sirven desayunos y onces durante todo el día con precios que van desde los $ 2.600 a los $ 5.300.
Si vas por la mañana, bueno es pedir una taza de café de grano colombiano, un jugo de naranja, y un croissant con jamón y queso que te hará alucinar.
A eso le puedes agregar sus seis variedades de bollería, entre ellos sus rollitos de pasas ($ 1.700) o de canela ($ 1.500) que tienen un formato diferente al típico. Acá los hacen como un cupcake hojaldrado.
Y para qué hablar de su rico croissant de almendra con crema pastelera y una pasta de este fruto seco que de mirarlo te hace salivar ($ 2.200).
Ahora, si vas a en la tarde, podrás pedir todo lo anterior, pero con una copa de vino o con una cerveza artesanal de la marca Hathor.
Ojo, te pondrán a modo de cortesía un canasto con pan y aceitunas para que compartas.
¿Quieres conocer otra panadería de masa madre? Revisa los detalles de Le Quartier del barrio Yungay.
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