Por Francisca Orellana Lazo
India será la China del futuro y los próximos 20 años serán cruciales en su desarrollo. Con una población de más de 1.200 millones de habitantes, una clase consumidora de bienes y servicios de más de 320 millones, se espera que en la próxima década se sumen 20 millones de personas al año, y que a 2030, su fuerza laboral supere los 270 millones de individuos. Será la próxima gran potencia económica. No por nada, hoy representa el 6,4% del Producto Interno Bruto del mundo.
Es un país avanzado en términos de capital humano e innovación en el ámbito farmacéutico, tecnológico -los más altos ejecutivos de firmas TI provienen de India, como Satya Nadella, nuevo CEO de Microsoft-,automotriz y audiovisual. De hecho, sólo en la industria del cine (Bollywood) y televisión, mueve más de US$ 1,8 mil millones al año. Sin embargo, registra altos índices de pobreza, cercanos al 21% a 2012, y múltiples desafíos en términos de infraestructura, energía, transporte, agua potable, entre otros, que lo relevan como una fuente importante para generar e introducir innovación y nuevos emprendimientos. No por nada, hoy la palabra “Jugaad”, (innovar con pocos recursos) es la que más está sonando en la población. La llegada del nuevo gobierno de Narendra Modi, este año, abrió las puertas a nuevas reformas para atraer inversión extranjera, y de paso, sumar esfuerzos para incrementar el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), que hoy llega al 1% del PIB (Chile llega al 0,35%, Corea con 3,74% o 2,7% en EEUU).
Chile de a poco se está abriendo paso a este mercado y los innovadores ya están explorando opciones para poder aterrizar en el continente asiático (ver recuadros). Un empuje a ello es que, de manera inédita, se realizará en noviembre próximo la primera misión comercial, organizada por la Cámara Chileno-India de Comercio (Camindia), enfocada en innovación y emprendimiento, para ver opciones de nuevos negocios y conocer el ecosistema innovador de ese país. Mujeres del Pacífico, por su parte, también prepará para octubre de este año, el primer viaje para explorar nuevos mercados para América Latina.
“India representa una oportunidad enorme para Chile. Hay muchas necesidades donde se puede aportar a través de innovación y emprendimiento. Además, el gobierno indio tiene mucho apoyo para el desarrollo de nuevas tecnologías e innovación social, que se pueden aprovechar generando alianzas con socios locales. Por eso, vamos a conocer grandes empresas, centros de investigación y universidades“, explica Jorge Guerrero, presidente de Camindia.
De hecho, el país tiene un ministerio propio de Ciencia y Tecnología (DST), donde canalizan la entrega de fondos y estrategias para potenciar cinco focos: sector farmacéutico, biotecnología, tecnologías de la información, energías renovables (solar y eólica) e infraestructura.
Pese a que el aterrizaje de chilenos es aún incipiente, el abanico de oportunidades es amplio, sobre todo, en industrias como el software, emprendimiento social, energía, servicios sanitarios, educación e infraestructura en sectores no urbanos, para mejorar las condiciones de vida.
“India aún no garantiza 24 horas de electricidad en zonas rurales, por lo que hay gran potencial”, explica Nestor Riveros, director comercial de Chile en ese país. Agrega que en el sector TIC, el e-commerce está creciendo drásticamente. Hay 213 millones de usuarios de Internet que lo potencian. Mueve US$ 13 mil millones al año y se proyecta que llegue a los US$ 50 mil millones a 2020. Comenta, de paso, que empresas de comercio electrónico como Snapdeal, valorada en US$ 1.000 millones, fue creada por estudiantes universitarios hace menos de ocho años. Magdalena Díaz, directora ejecutiva de Camindia, agrega que se instaló en la ciudad Bangalore, el concepto de Silicon India, para potenciar únicamente el desarrollo del software y tecnologías, emulando a Silicon Valley de Estados Unidos.
Pese a las diferencias culturales, la clave está en asociarse con socios locales. Alfredo Zolezzi, fundador del Advance Innovation Center y del sistema de sanitización de agua por plasma, ya se instaló allá. “Este país representa una oportunidad, no para vender las cosas que hacemos, sino para mirar sus problemas y descubrir lo que podemos hacer para ayudarlo. La clave está trabajar allá el tema de la escalabilidad de los productos”, dice.
Desde la ciencia también se están haciendo esfuerzos. Existe un plan de acción 2012-2015, entre el DST y Conicyt para investigación conjunta en áreas como astronomía, big data, ciencias de la tierra, entre otros. Sin embargo, no ha prosperado. Gonzalo Arenas, director del Programa de Cooperación Internacional, explica que han hecho workshop y existen fondos de entre $ 30 millones y
$ 50 millones para estudios conjuntos, pero, a la fecha, no han recibido postulaciones. “Hay poco conocimiento entre ambas comunidades”, dice.
Chile: plataforma para Latam
Entre los dos países existe un Acuerdo de Alcance Parcial, con rebajas arancelarias para ambas partes. Ya están pensando en ampliarlo y a fines de año iniciarán conversaciones para negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC), que no existe en la región, explica Diego Torres, jefe de Asia de la Dirección General de Relaciones Comerciales Internacionales (Direcon). Apuntar al valor agregado es fundamental, comenta, ya que el 80% de lo que se exporta a India es cobre, pero hay oportunidades en fruta, salmones, etc.
María de los Angeles Undurraga, directora ejecutiva de Mujeres del Pacífico, complementa, además, que también es una buena oportunidad para que Chile se transforme en una plataforma comercial para que desde nuestro territorio se comercialicen productos de India hacia otros países de Latinoamérica como Perú, Colombia y México. “Tener un TLC es conveniente para ambos países, porque Chile puede ser una buena plataforma regional”, puntualiza.
Purificador de agua instala pilotos
Alfredo Zolezzi, fundador de Advance Innovation Center (AIC), en Viña del Mar, y creador del sistema de sanitización de agua por plasma (PWSS) ya aterrizó en India. Están en la etapa de pre industrialización del sistema, donde instalará en ese país, junto a Ghana, uno de los seis pilotos de su innovación en el primer trimestre de 2015. Los cuatro restantes, se realizarán en América Latina este año (Chile, Bolivia, entre otros). La iniciativa es parte de la Alianza del Agua, que creó junto a Fundación Avina, el BID, el AIC y otras empresas, para materializar el invento. Comenta que tienen firmado uno de los acuerdos de confidencialidad con Tata Chemicals, para que vean el sistema funcionando y se defina el producto adecuado para fabricarlos en serie para ese mercado. "El problema del agua contaminada es común, pero las soluciones se buscan de manera local", explica.
Calder solar: paneles para viviendas
Calder Solar creó hace más de cinco años un sistema solar térmico para calentar agua de consumo doméstico, a partir de polímero plástico, permitiendo tener un sistema más barato y facilidad de operación. Para expandir los mercados, postularon a ContactChile, de ProChile, para llegar a India. Ya hicieron un primer viaje. "Tienen un estándar tecnológico avanzado pero muy básico. Nuestro sistema es bastante simple y puede ser muy exitoso. Además, hay políticas estatales para promover las energías renovables, cuentan con una especie de subsidio para fabricar tecnologías locales para el uso de energía solar en viviendas", explica Tomás Milnes, director de la firma. No exportarán la solución, sino que buscarán un socio local para licenciar la tecnología. En Chile se instalan cerca de 40 mil metros cuadrados al año, allá se puede llegar al millón de metros cuadrados, explica.
Plantas para tratar aguas residuales
Buscando nuevas opciones de negocios, la Fundación para la Transferencia Tecnológica (Untec), creada por la U. de Chile, transfirió en 2013 el Sistema Tohá (tecnología para tratar aguas residuales a partir de lombrices y otros filtros) a la firma internacional Ecosoft, para llegar al mercado asiático. Raúl Fernández, gerente de Proyectos de Untec, explica que gracias al programa ContactChile, de ProChile, pudieron en mayo recién pasado, prospectar el mercado y ver la factibilidad técnica de las primeras plantas de tratamiento de aguas servidas con el sistema. A la fecha, han instalado dos plantas: una en operación en la comunidad de Silua y otra en marcha blanca, en la Universidad de Sait, ambas en India Central. Dentro de las proyecciones de crecimiento, visualizan la realización de más de mil proyectos de diferente magnitud hacia el 2020.
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