Ex presidenciable de la UDI destaca que el programa de Michelle Bachelet es muy difícil de implementar en cuatro años.
Por Valentina Fuentes J.
Aunque dice que no quiere hablar de política y se rehúsa a pronunciarse respecto al rol que tendrá su partido, la UDI, en la oposición, al otrora ministro de Economía y ex candidato presidencial, Pablo Longueira, le cuesta mantenerse al margen del nuevo escenario político instalado con el arribo de Michelle Bachelet al gobierno. Ausente en la vida pública, expresa, tras las bambalinas, su dura visión del programa de la Nueva Mayoría y anticipa lo que será una difícil discusión legislativa por la reforma tributaria, entre otras materias.
De una masiva cobertura mediática, cuando era candidato a La Moneda en las últimas elecciones, en 2013, el ex ministro pasó al silencio absoluto durante la segunda mitad del año pasado tras bajarse de la carrera presidencial por causa de una depresión. Aunque reapareció la semana pasada para el homenaje que su partido rindió al fundador de la UDI, Jaime Guzmán, Longueira no dijo una sola palabra. Así, la última vez que hizo declaraciones públicas fue a principios de año, cuando anunció, oficialmente, su retiro del mundo político.
Reforma Tributaria
En el contexto de una presentación ante el grupo de empresarios, a casi una semana de iniciado el trámite legislativo de la propuesta tributaria, Longueira anticipa que la gradualidad con que pretenden ser aplicados los cambios impositivos, será el factor que generará la discusión más ardua entre los parlamentarios. Por otro lado, estima que esta implementación progresiva también entrará en conflicto directo con las expectativas ciudadanas, porque “las promesas que se hicieron en recaudación, no se van a ver en este gobierno”, dice.
Ya con el primer gran compromiso de la presidenta Bachelet ingresado a la Cámara, Longueira advierte que, la minoría parlamentaria que tiene la Alianza es un reto para la Nueva Mayoría, ya que las discrepancias internas del bloque oficialista se pondrán rápidamente en evidencia en medio de las negociaciones por el proyecto de Hacienda. “Antes era más simple para ellos (ex Concertación) porque nos tenían a nosotros. Ahora los votos los tienen ellos, por lo tanto la amenaza es que los parlamentarios del oficialismo encuentren insuficiente el proyecto tributario.”
El programa de Bachelet
Longueira califica el programa de gobierno como “el más populista de los últimos 20 años, con las palabras “gratuidad” y “reforma” en todas partes”. Bajo su análisis, no son sólo los resultados de la reforma tributaria los que la ciudadanía no verá durante el período de la actual gestión, sino que en general, las promesas que le hizo el oficialismo a Chile, difícilmente alcanzarían a implementarse en cuatro años.
El problema más grave de ello, según declaró el propio Longueira a DF, son las “tremendas expectativas” generadas a la sociedad civil, y por lo mismo, el mayor desafío que enfrentará el gobierno de Bachelet será “manejar políticamente las señales que le transmitió a la ciudadanía con un programa enormemente ambicioso”.
De ese desempeño político del oficialismo dependería la agenda de los movimientos sociales, en un escenario en que, según Longueira, la cuenta regresiva ya se echó a andar: “a todos los gobiernos, la ciudadanía le da 6 meses antes de salir a la calle”, afirmó.
En este contexto, puso especial énfasis en la tarea de lidiar con las demandas estudiantiles que enfrentará el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, quien, por lo demás, “aceptó esto por una sola razón: porque si le achunta, será candidato presidencial”.
El sistema binominal
Tampoco Longueira eludió hacer referencia a otras de las reformas que se plantearán durante este gobierno, como los cambios constitucionales, en particular el sistema electoral. En esa línea reafirmó su postura de poder introducirle modificaciones al binominal, aunque manteniendo un sistema mayoritario con el argumento de que “son mejores para la gobernabilidad de un país”.
Así, aludiendo a las propuestas de reemplazar el binominal, fue categórico en señalar que “con un cambio a un sistema más proporcional, Chile va a vivir una atomización política, un debilitamiento mayor de los partidos, y una menor defensa de las ideas, porque finalmente afloran más los personalismos que los proyectos políticos con contenido”.
El ex ministro, dedicado actualmente full time al sector privado, principalmente en un proyecto de asesoría a empresas de negocio junto al ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, mantiene su inquietud por los asuntos públicos, como lo confirma su intervención ante este grupo empresarial. Sin embargo, al ser consultado por DF sobre temas más específicos, como el futuro de la UDI, responde “yo no opino de política”.
De una masiva cobertura mediática, cuando era candidato a La Moneda en las últimas elecciones, en 2013, el ex ministro pasó al silencio absoluto durante la segunda mitad del año pasado tras bajarse de la carrera presidencial por causa de una depresión. Aunque reapareció la semana pasada para el homenaje que su partido rindió al fundador de la UDI, Jaime Guzmán, Longueira no dijo una sola palabra. Así, la última vez que hizo declaraciones públicas fue a principios de año, cuando anunció, oficialmente, su retiro del mundo político.
Reforma Tributaria
En el contexto de una presentación ante el grupo de empresarios, a casi una semana de iniciado el trámite legislativo de la propuesta tributaria, Longueira anticipa que la gradualidad con que pretenden ser aplicados los cambios impositivos, será el factor que generará la discusión más ardua entre los parlamentarios. Por otro lado, estima que esta implementación progresiva también entrará en conflicto directo con las expectativas ciudadanas, porque “las promesas que se hicieron en recaudación, no se van a ver en este gobierno”, dice.
Ya con el primer gran compromiso de la presidenta Bachelet ingresado a la Cámara, Longueira advierte que, la minoría parlamentaria que tiene la Alianza es un reto para la Nueva Mayoría, ya que las discrepancias internas del bloque oficialista se pondrán rápidamente en evidencia en medio de las negociaciones por el proyecto de Hacienda. “Antes era más simple para ellos (ex Concertación) porque nos tenían a nosotros. Ahora los votos los tienen ellos, por lo tanto la amenaza es que los parlamentarios del oficialismo encuentren insuficiente el proyecto tributario.”
El programa de Bachelet
Longueira califica el programa de gobierno como “el más populista de los últimos 20 años, con las palabras “gratuidad” y “reforma” en todas partes”. Bajo su análisis, no son sólo los resultados de la reforma tributaria los que la ciudadanía no verá durante el período de la actual gestión, sino que en general, las promesas que le hizo el oficialismo a Chile, difícilmente alcanzarían a implementarse en cuatro años.
El problema más grave de ello, según declaró el propio Longueira a DF, son las “tremendas expectativas” generadas a la sociedad civil, y por lo mismo, el mayor desafío que enfrentará el gobierno de Bachelet será “manejar políticamente las señales que le transmitió a la ciudadanía con un programa enormemente ambicioso”.
De ese desempeño político del oficialismo dependería la agenda de los movimientos sociales, en un escenario en que, según Longueira, la cuenta regresiva ya se echó a andar: “a todos los gobiernos, la ciudadanía le da 6 meses antes de salir a la calle”, afirmó.
En este contexto, puso especial énfasis en la tarea de lidiar con las demandas estudiantiles que enfrentará el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, quien, por lo demás, “aceptó esto por una sola razón: porque si le achunta, será candidato presidencial”.
El sistema binominal
Tampoco Longueira eludió hacer referencia a otras de las reformas que se plantearán durante este gobierno, como los cambios constitucionales, en particular el sistema electoral. En esa línea reafirmó su postura de poder introducirle modificaciones al binominal, aunque manteniendo un sistema mayoritario con el argumento de que “son mejores para la gobernabilidad de un país”.
Así, aludiendo a las propuestas de reemplazar el binominal, fue categórico en señalar que “con un cambio a un sistema más proporcional, Chile va a vivir una atomización política, un debilitamiento mayor de los partidos, y una menor defensa de las ideas, porque finalmente afloran más los personalismos que los proyectos políticos con contenido”.
El ex ministro, dedicado actualmente full time al sector privado, principalmente en un proyecto de asesoría a empresas de negocio junto al ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, mantiene su inquietud por los asuntos públicos, como lo confirma su intervención ante este grupo empresarial. Sin embargo, al ser consultado por DF sobre temas más específicos, como el futuro de la UDI, responde “yo no opino de política”.
Presentación de longueira en evento de cirpan
El Círculo de Empresas Panamericana Norte (Cirpan) es una asociación gremial que reúne a 31 empresas, como Laboratorio Saval y Unión Técnica Automotriz. El pasado jueves 3 de abril, realizó su junta anual de socios en el Centro de Eventos Espacio Norte, ubicado en la comuna de Renca, en cuya ocasión invitaron a exponer al otrora ministro de Economía, Pablo Longueira. En su presentación, el ex presidenciable UDI destacó la importancia del sector privado y el rol que juega éste en el desarrollo económico del país. En este contexto, también fue enfático en señalar la tarea pendiente que tienen los empresarios chilenos de recuperar la confianza de la ciudadanía.
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