El copresidente de la institución alemana, Juergen Fitschen, señaló a un semanario local que "un programa del BCE para comprar bonos en el mercado probablemente marcaría una reacción apropiada y, en mi opinión, efectiva".
El Banco Central Europeo (BCE) haría lo correcto en comprar bonos si la baja inflación se convirtiera en una deflación, dijo el copresidente del Deutsche Bank, Juergen Fitschen, según publicó un diario alemán.
"Si las perspectivas de precios, contrario a nuestras expectativas, se emborronan en una forma que se asemeje a una deflación, un programa del BCE para comprar bonos en el mercado probablemente marcaría una reacción apropiada y, en mi opinión, efectiva", dijo Fitschen, según publicó el semanario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.
En su reunión del 3 de abril, el BCE abrió la posibilidad de recurrir a la impresión de dinero para impulsar a la economía de la zona euro y para evitar que la inflación se mantenga demasiado baja.
El banco mantuvo sus tasas de interés estables en un nivel de 0,25%, pero el presidente Mario Draghi dijo que el banco central había concordado en que las compras de activos -también conocidas como alivio cuantitativo- podrían ser necesarias en caso de que la inflación se mantuviera consistentemente baja.
La presión internacional para que el BCE actúe ha crecido, en particular de parte del Fondo Monetario Internacional.
El FMI ha advertido de la amenaza, más que de una deflación clara, de una "lowflation", o baja inflación.
"Si las perspectivas de precios, contrario a nuestras expectativas, se emborronan en una forma que se asemeje a una deflación, un programa del BCE para comprar bonos en el mercado probablemente marcaría una reacción apropiada y, en mi opinión, efectiva", dijo Fitschen, según publicó el semanario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.
En su reunión del 3 de abril, el BCE abrió la posibilidad de recurrir a la impresión de dinero para impulsar a la economía de la zona euro y para evitar que la inflación se mantenga demasiado baja.
El banco mantuvo sus tasas de interés estables en un nivel de 0,25%, pero el presidente Mario Draghi dijo que el banco central había concordado en que las compras de activos -también conocidas como alivio cuantitativo- podrían ser necesarias en caso de que la inflación se mantuviera consistentemente baja.
La presión internacional para que el BCE actúe ha crecido, en particular de parte del Fondo Monetario Internacional.
El FMI ha advertido de la amenaza, más que de una deflación clara, de una "lowflation", o baja inflación.
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