Después de años de negligencia y el fallecimiento del padre Marcial Maciel, la congregación pide perdón a las víctimas que sufrieron de abuso sexual por parte de su fundador.
Vivir en sociedad implica desarrollarse bajo un establecimiento de normas y leyes que son creadas con el objetivo de regular la convivencia entre las personas. Estas reglas varían dependiendo de la cultura y zona geográfica, además de evolucionar acorde a paradigmas que cambian dentro de cualquier marco referencial.
Cada individuo cumple con dichas normas influenciado por factores psicológicos, de ideología, creencias o de acuerdo con valores personales, mismos que pueden compartirse o hasta aprenderse de las instituciones que nos representan. Una de ellas, presente en nuestro país, es la iglesia católica, que fundamentada en la fe entrega una serie de valores relacionados, entre otras cosas, con el respeto, la empatía y hasta la pureza.
Esta institución ha sido tema de controversia por los desafortunados casos de pederastia por parte de autoridades católicas en México. De ellos destaca el del padre Marcial Maciel Degollado, sacerdote mexicano fundador de la asociación seglar Regnum Christi y de la congregación católica Legión de Cristo.
Nacido en Michoacán el 10 de marzo de 1920 y fallecido el 30 de enero en la ciudad de Florida a los 82 años de edad, fue acusado en 1997 por ocho ex miembros de la congregación, a través de una carta abierta al papa Juan Pablo II, de haber abusado sexualmente de ellos.
Aunado a esto, se han hecho públicos delitos como fraude y extorsión, además de especulaciones de quejas en su contra por abuso sexual desde los años 50. Debido a lo anterior, el pasado jueves seis de febrero, Los legionarios de Cristo publicaron un documento que se ha calificado de “histórico” en el que piden perdón por los abusos sexuales cometidos por Maciel.
Informaron que el texto es el resultado de las reflexiones emitidas durante el Capítulo General Extraordinario, una asamblea de representantes que sesiona en Roma desde el 8 de enero del presente. No sin antes suplicar “la misericordia de Dios” para Maciel, el documento dice:
“Queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros”.
Expresaron también que “resulta incomprensible” la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe, mientras ocultaba esas conductas inmorales, y aseguran “reprobar firmemente” dicha situación.
De igual forma, reconocen “con tristeza” la “incapacidad inicial” de creer los testimonios de las personas que habían sido víctimas del sacerdote, el “largo silencio institucional”, así como “los titubeos y errores de juicio a la hora de informar a los miembros de la congregación y a las demás personas”.
“Pedimos perdón por estas deficiencias que han aumentado el dolor y desconcierto de muchos”. No se puede proponer a Maciel como modelo, ni sus escritos personales pueden ser guía de vida espiritual alguna”, enfatizaron.
Marcial Maciel con el Papa Juan Pablo II.
Por otro lado, el texto señala que se debe reconocer su condición de fundador, ya que una congregación religiosa y sus rasgos esenciales “no tienen origen en la persona del fundado (…) Éstos son un don de Dios que la Iglesia acoge y aprueba y que después vive en sus miembros”, dicen los legionarios. Con el objetivo de lograr un descargo definitivo sobre la situación del padre Maciel y poner punto final sobre su persona, la Legión entonó un mea culpa por sostener una “comprensión inadecuada del concepto de fundador”, promoviendo una “exaltación excesiva” y una “visión acrítica de la persona de Maciel” que llevó a dar un valor universal a sus indicaciones y a “aferrarse demasiado a ellas”.
A lo largo del escrito, reiteran un perdón a las personas afectadas y a quienes su “dolor y desconcierto” aumentó por las deficiencias en el proceso, así como a aquellos que dejaron la congregación por no haber sido escuchados. Además de lo anterior y las declaraciones en contra del fallecido sacerdote, los Legionarios incluyeron un balance financiero y el resultado de varias auditorías (internas y externas) durante las cuales, dijeron, “no se han encontrado malversaciones de dinero u otras irregularidades en los ejercicios fiscales revisados”.
“Nos apena que muchas víctimas y personas afectadas hayan esperado en vano una petición de perdón y de reconciliación por parte del padre Maciel y hoy queremos hacerla nosotros, expresando nuestra solidaridad con todas ellas”, agregaron.
“Sabemos que éste es el inicio de un camino y que nos queda mucho por hacer. Todo esto exige no sólo un cambio de textos legislativos, sino una conversión continua de mente y corazón. Estamos comprometidos a continuar con humildad este proceso de renovación y conversión”, concluye el texto. Por otro lado, El Capítulo General de la Legión de Cristo informó a través de un comunicado, que han elegido a los nuevos superiores de la congregación y nombrado director general de los Legionarios de Cristo al mexicano Eduardo Robles Gil, designado para ejercer dicho cargo por un periodo de seis años.
Dicho comunicado también aclaró que el secretismo en las votaciones para formar el nuevo Gobierno General de la Legión de Cristo, las cuales tuvieron lugar el día 20 de enero, se debe a que el papa Francisco indicó explícitamente no comunicar los resultados de las elecciones hasta recibir la confirmación de la Santa Sede. También eligieron de consejeros generales a Sylvester Heereman, de Alemania y al español Jesús Villagras. Además de nombrar, siguiendo las indicaciones del Papas Francisco, a dos consejeros generales más, los españoles Juan José Arrieta quien también es el vicario general, y Juan María Sabadell.
Al mismo tiempo, el comunicado destaca que Eduardo Robles Gil estuvo dentro de la comisión de acercamiento para atender a las personas afectadas por el fundador Marcial Maciel en enero de 2011. Él mismo informó en entrevista que ya entregaron indemnizaciones económicas a siete víctimas, con cantidades que oscilan entre los 10 mil y los 20 mil euros. Además de encontrar culpables a nueve de los 35 sacerdotes denunciados recientemente por abusos sexuales. Sobre la investigación a los Legionarios de Cristo (ordenada por Benedicto XVI y continuada por el actual pontífice), Robles Gil dijo que ésta quedará cerrada el próximo 25 de febrero.
“Hasta marzo, la congregación permanecerá bajo la supervisión del cardenal italiano Velasio De Paolis, el delegado pontificio nombrado por el papa anterior para que se hiciera cargo de investigar a la Legión”, señaló.
Dijo también que, como todos los Legionarios, admiraba al padre Maciel. “Ha influido en mí y la influencia la tuvo en mí como en muchos”, agregó para luego declarar que “El Macielismo ha terminado” por no reconocerle a él ni a sus escritos.
Vale la pena mencionar que previo al perdón de los legionarios, se publicó en varios medios que la Santa Sede ya había solicitado que ofrecieran una disculpa sobre el caso del Padre Maciel para poder ser reconocidos por el estado Vaticano.
Por Luis A. Hernández Valencia
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