El multimillonario estadounidense operará un hotel de lujo de cara al Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos 2016. "Es bueno que los brasileños vean en la práctica cómo el nivel se puede elevar", dijo.
El multimillonario estadounidense Donald Trump aseguró que sus "instintos" le dicen "que es buen momento" para hacer negocios en Brasil, donde operará un hotel de lujo de cara al Mundial de fútbol y los Juegos Olímpicos 2016.
"Mi instinto me dice que es un buen momento y difícilmente falla", señaló el magnate en una entrevista en la revista Veja de este fin de semana.
"Sé que Brasil tiene problemas. Para comenzar es un país conocido por la alta carga de impuestos, lo que, vamos a estar claros, no es una buena fama. También seguí las protestas por la televisión y no puedo decir que me parecieron una maravilla", indicó Trump en referencia a las manifestaciones que desde junio pasado se registran en mayor o menor escala en Brasil.
Por lo general, estas protestas contra los millonarios gastos públicos para el Mundial, la corrupción y en demanda de mejores servicios públicos, terminan en violencia, sobre todo en Río de Janeiro y Sao Paulo.
"Una maravilla fue ver al papa en Río, las protestas no. Son sinónimo de incertidumbre. Y la incertidumbre es una palabra maldita en los negocios. Ahora, veo adelante y veo una Copa, una Olimpíada, una economía que tiene mucho por crecer y un pueblo que está mejorando su vida, que quiere gastar", siguió Trump.
El multimillonario, que dijo no saber quiénes eran la Presidenta Dilma Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva, visitará Río de Janeiro en marzo, donde su empresa operará un lujoso hotel.
"El pueblo en Brasil es gentil, risueño, trata a las personas muy bien, pero los servicios ofrecidos a la población tienen mala reputación. Es bueno que los brasileños vean en la práctica cómo el nivel se puede elevar. Tengo esa experiencia", destacó Trump, quien también se confesó admirador de las brasileñas, "mujeres increíbles".
"Mi instinto me dice que es un buen momento y difícilmente falla", señaló el magnate en una entrevista en la revista Veja de este fin de semana.
"Sé que Brasil tiene problemas. Para comenzar es un país conocido por la alta carga de impuestos, lo que, vamos a estar claros, no es una buena fama. También seguí las protestas por la televisión y no puedo decir que me parecieron una maravilla", indicó Trump en referencia a las manifestaciones que desde junio pasado se registran en mayor o menor escala en Brasil.
Por lo general, estas protestas contra los millonarios gastos públicos para el Mundial, la corrupción y en demanda de mejores servicios públicos, terminan en violencia, sobre todo en Río de Janeiro y Sao Paulo.
"Una maravilla fue ver al papa en Río, las protestas no. Son sinónimo de incertidumbre. Y la incertidumbre es una palabra maldita en los negocios. Ahora, veo adelante y veo una Copa, una Olimpíada, una economía que tiene mucho por crecer y un pueblo que está mejorando su vida, que quiere gastar", siguió Trump.
El multimillonario, que dijo no saber quiénes eran la Presidenta Dilma Rousseff y su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva, visitará Río de Janeiro en marzo, donde su empresa operará un lujoso hotel.
"El pueblo en Brasil es gentil, risueño, trata a las personas muy bien, pero los servicios ofrecidos a la población tienen mala reputación. Es bueno que los brasileños vean en la práctica cómo el nivel se puede elevar. Tengo esa experiencia", destacó Trump, quien también se confesó admirador de las brasileñas, "mujeres increíbles".
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