El desplome del peso -acumula una devaluación del 18,5 por ciento desde el 1 de enero- ha puesto en el punto de mira el futuro de los resultados de las 184 empresas españolas radicadas en el país y de 20.206 millones de dólares (14.772 millones de euros) en inversiones directas.
El impacto negativo que la depreciación de la divisa argentina y la tensión cambiaría desatada en América Latina puede tener en lsa cuentas de las firmas hispanas con intereses en la región ya ha dejado su primer aviso en el parqué, donde compañías cotizadas como BBVA o Telefónica han visto como caía el precio de sus títulos.
No en vano, en los nueve primeros meses del año, antes de que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner diera rienda suelta a la depreciación oficial del peso y levantara la prohibición de comprar dólares, las firmas españolas ya notaron en sus resultados las consecuencias de la volatilidad cambiaria de la región. La entidad financiera que preside Francisco González reconoció en su último informe de resultados que las depreciaciones de los tipos de cambio del peso y otras monedas de países de América del Sur han tenido "un impacto negativo en los estados financieros correspondientes a esa área". Una situación que se repitió en Telefónica donde "la variación de los tipos de cambio impacta negativamente en la evolución interanual de los ingresos reportados (3,5 por ciento de caída) en los nueve primeros meses del año, fundamentalmente por la devaluación del bolívar venezolano, la depreciación del real brasileño y del peso argentino".
En esta línea también se encuentran empresas como Meliá. En los últimos resultados presentados, la hotelera mallorquina hizo referencia a la caída del bolívar y la consecuente hiperinflación les supuso 3,6 millones de euros de gastos adicionales.
En el caso de Meliá, Argentina no supone un gran peligro, puesto que sólo opera tres hoteles en el país. Una situación que no se repite en la teleco que preside César Alierta. El 6,08 por ciento de los ingresos de Telefónica vienen del país austral, donde facturaron 2.761 millones de euros entre enero y septiembre de 2013. Así, el 51 por ciento de los ingresos de la teleco los aporta América Latina, un escenario que se repite en las grandes empresas cotizadas, ya que la crisis española obligó a las compañías a impulsar su crecimiento al otro lado del charco para salvar los ingresos. Según los últimos datos aportados por BME, el 25 por ciento de la facturación de las empresas cotizadas depende de América Latina y el 61 por ciento vienen del exterior, por lo que la estabilidad de la economía internacional es fundamental para la evolución de sus resultados.
Así, este escenario se replica en las 184 empresas que tienen intereses en el país argentino como Freixenet, Inditex, FCC, Prosegur, NH Hoteles, Chocolates Lacasa, Codere, Santillana, Cirsa, Codorniú, Santander o Duro Felguera. Más allá de Argentina, empresas como Viscofan también acusan a la depreciación de real brasileño como la causa de la ralentización de sus ingresos.
Primer inversor
Pese a la fuerte inflación (el Icex alerta de que el IPC argentino ha subido entre un 25 y 30 por ciento en el 2013 frente a los datos oficiales del 10 por ciento), las nacionalizaciones y los problemas para repatriar los beneficios, Argentina es uno de países más interesantes para invertir por su tamaño, población y potencial.
No en vano, España es el primer inversor en la región, con 20.206 millones de dólares en 2012, sólo seguido de cerca por EEUU, que dedicó 19.380 millones de dólares. La inversión española en Argentina ha caído un 11 por ciento con respecto a 2011 por la salida de Repsol tras la nacionalización de YPF. Las inversiones en el sector petrolero eran las principales con 3.000 millones al año. En su contra, las de EEUU han crecido un 15,47 por ciento, según los últimos datos facilitados por el Banco de Argentina.
A su vez, las relaciones comerciales entre España y Argentina han movido 2.586 millones de euros en 2013, un 11,6 por ciento menos que en 2012 cuando se movieron 2.926 millones. Pese a que las importaciones por parte de nuestro país han caído un 35,9 por ciento, desde los 1.946 millones hasta los 1.241 millones de euros, y las exportaciones a Argentina se han disparado un 27,14 por ciento, desde los 980 millones hasta los 1.241 millones, la balanza todavía favorece a Argentina. La balanza de pago es negativa para España por 100 millones.
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