Un crecimiento de 3,9% registró el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) durante septiembre pasado, en comparación con igual mes del año precedente.
Este resultado, que según explicó el Banco Central se dio en un marco de dinamismo de la minería y del comercio, confirmó la desaceleración del crecimiento local. Al mismo tiempo, reafirmó la expectativa de los analistas respecto a que el instituto emisor bajará la tasa de interés otra vez en los próximos meses.
La duda se vincula a si la flexibilización será este mes, el próximo o, bien, quedará postergada para 2014, porque incluso la magnitud -de 25 puntos base- parece evidente.
Esto último no es de extrañar pues el escenario que se ha ido imponiendo en el país es coherente con las expectativas de la propia autoridad económica. Más allá de las cifras mismas, de hecho, el cálculo para este 2013 desde un principio fue de una menor expansión del PIB tras los altos crecimientos de los años previos.
Ahora, lo relevante es enfatizar la mirada más de mediano plazo y solucionar todos aquellos lomos de toro -que resultan evidentes, como el caso de la energía- para evitar que la desaceleración se acentúe y termine siendo dañina.
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