2013/08/26

El plan del síndico de Rabié para rentabilizar la operación y vender la compañía con utilidades

El plan del síndico de Rabié para rentabilizar la operación y vender la compañía con utilidadesHerman Chadwick está afinando los detalles, junto a ejecutivos de la compañía, para mantener la continuidad de giro.

Por Jimena Catrón Silo

Este miércoles todo debiera volver a funcionar en Distribuidora Rabié.
Porque luego de que la semana pasada los trabajadores fueran notificados de los despidos, entre hoy y mañana el síndico de quiebras de la compañía, Herman Chadwick, procedería a recontratar a la planta necesaria para mantener la operación, que se calcula serían poco más de 270 personas, de los 500 trabajadores que había originalmente.

Pero, ¿qué es lo que se espera para esta distribuidora, una de las más importantes a nivel nacional e ícono de la VIII Región? Hasta el momento, el plan de negocios en el que se encuentran trabajando tanto Chadwick como ejecutivos que siguen ligados a la empresa, contempla mantener el modelo de negocios intacto, aunque con algunos cambios.

La razón tras la decisión de no cambiar el foco pasa por el hecho de que la operación en sí era rentable, pero la carga financiera que adquirió tras los daños sufridos por el terremoto de 2010 y los malos resultados que se obtuvo con Punto Rabié, hicieron insostenible la situación desde el punto de vista financiero.
Menos clientes, más rentables
Una de las medidas que se van  tomar para rentabilizar la operación será la de cerrar los punto de atención menos rentables, manteniendo únicamente a aquellos con clientes cuyo ticket promedio sea más alto.

Cabe recordar que la compañía tiene una cartera de clientes cercana a los 50.000, por lo que ese número se verá reducido en un porcentaje significativo.

Según trascendió desde la distribuidora, los cierres se realizarán principalmente en las zonas extremas, que son las menos rentables por la logística que requieren.
Optimizar los recursos
Otro de los puntos fundamentales es que los acreedores -los más grandes son los bancos BCI y Santander, además de Unilever- abran líneas lo antes posible para financiar capital trabajo y lograr la continuidad de giro.

Y la verdad es que no existen muchas alternativas. Esto porque en una empresa como Rabié, que entrega servicios y no cuenta con un nivel alto de activos -se estiman en $ 2.000 millones, más igual cifra en cuentas por cobrar-, la única forma de que los acreedores puedan recuperar el capital invertido es rentabilizar la operación para luego vender.

De hecho, la idea es lograr que el negocio quede funcionando con Ebitda positivo a la brevedad, considerando que ahora, con la quiebra, el punto de equilibrio es más fácil de alcanzar gracias a la optimización que se está llevando a cabo, junto a que no tienen que cumplir actualmente con ningún pago de deuda. Respecto a eventuales plazos para enajenar la empresa, desde Rabié señalaron que no se está manejando un horizonte determinado, sino que dependerá más bien de las ofertas y lo que se proponga a los acreedores. Según trascendió, ya habría tres interesados en la distribuidora.

Cabe recordar que los pasivos de Rabié ascienden a unos US$ 150 millones, a los que se suman indemnizaciones que ascenderían a $12 mil millones, aunque de acuerdo a los topes establecidos en la ley, el pago preferente alcanzaría a $5 mil millones.

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