Obama insistió en que una ofensiva contra el régimen de Damasco será limitada y rechaza comparaciones con Irak.
La situación ante un eventual ataque a Siria quedó en pausa. El presidente de EEUU, Barack Obama y el primer ministro británico, David Cameron, dos de los principales líderes que pretenden encabezar la ofensiva, intentan convencer a los legisladores y al público. Cameron estuvo reunido con los parlamentarios ingleses ayer en busca de apoyo para un ataque militar, pero los legisladores le advirtieron que debe aprender de las “lecciones de Irak”.
Cameron expuso ante el parlamento británico y dijo que es “impensable” que Reino Unido lance una acción militar contra Siria para penalizar el uso de armas químicas si había una oposición fuerte en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Sin embargo, el gobierno publicó una evaluación ayer del fiscal general Dominic Grieve señalando que una intervención militar limitada en Siria sería “legalmente justificada”, incluso sin el respaldo del consejo de seguridad de Naciones Unidas. Los legisladores que se oponen a Cameron expresaron su cautela sobre una nueva participación militar en el medio oriente, diez años después de que Reino Unido fue a la guerra en Irak. Cameron finalmente no logró finalmente la aprobación para una acción militar a lo que él dice que son claras evidencias del uso de armas químicas en Siria. La cámara de los comunes rechazó la moción presentada por Cameron por 285 votos contra 272 tras más de siete horas de debate en Londres.
Los miembros rebeldes del Partido Conservador de Cameron se unieron a la oposición laborista buscando mayores evidencias de que el gobierno Sirio hizo uso de estas armas antes de las acciones militares.
“El parlamento británico no quiere ver acción militar británica”, Cameron le dijo a los legisladores después de la votación.
Recuerdos de Irak
La administración de Obama también está reuniendo pruebas para respaldar su afirmación de que el presidente sirio fue directamente responsable del ataque, dijeron tres oficiales de inteligencia cercanos a la situación.
Los recuerdos de la invasión de Irak, basada en inteligencia falsa sobre el arsenal iraquí de armas de destrucción masiva, están frenando los esfuerzos de EEUU y Reino Unido en buscar apoyo para atacar a Siria y detener el uso de armas químicas en dos años de guerra civil, en el que la ONU estima que ha cobrado más de 100.000 vidas.
La Casa Blanca dijo ayer que cualquier respuesta contra Siria será limitada y rechazaron las comparaciones con la guerra de Irak.
El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, reiteró que Obama tomará una decisión basándose en los intereses de la seguridad nacional y reconoció los comentarios de un alto funcionario británico de que Washington podría tomar decisiones de política exterior por su cuenta.
La investigación de ONU in situ sobre lo que ocurre en Siria se extenderá hasta el 31 de agosto, siendo reportada más tarde al secretario general de la entidad, Ban Ki-moon.
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