Tras el terremoto del 27/F la compañía quedó en una delicada situación financiera. Durante este tiempo acumuló deudas por US$150 millones con la banca y sus proveedores. Hace un par de semanas el ex dueño de supermercados Alvi hizo una última oferta para comprar el retailer.
por: Nicolás Cáceres E.
Pocas empresas chilenas pueden darse el lujo de sobrevivir más de 100 años en un mercado tan competitivo como el retail. El centro de distribución mayorista Rabié podría abandonar esta categoría durante los próximos meses.
Fundada en Chillán hace 111 años por Nicolás Rabié, la empresa sinceró la difícil situación financiera que arrastraba desde hace dos años y solicitó su propia quiebra en el 22 Juzgado Civil de Santiago.
Los problemas para Rabié comenzaron la noche del 27 de febrero de 2010, cuando el terremoto que sacudió al centro y al sur de Chile provocó un incendio en sus bodegas de Chillán Viejo y cuantiosos daños en las oficinas de la administración.
La situación literalmente paralizó por varios meses a la empresa, que para retomar su funcionamiento pidió una serie de créditos a la banca, calculando que pagaría estos préstamos cuando recibiera el pago del seguro que había contratado para hacer frente a este tipo de siniestros.
La administración de Rabié se contactó con la aseguradora Chilena Consolidada que tenía el 59% de la póliza; RSA un 20%, Mapfre un 15% y Penta Security con el 6%. La idea era cobrar UF 446.388 (US$20 millones) por perjuicios de paralización y otras UF 337.272 (US$15,4 millones) por los daños del siniestro.
Sin embargo el liquidador valorizó el siniestro en UF 173.710 (US$7,9 millones) y UF 233.509 (US$10,6 millones) respectivamente, lo que significó una diferencia de US$17 millones menos respecto de lo que esperaba recibir la empresa.
Este hecho molestó a Rabié, quien en la solicitud de quiebra culpó a las aseguradoras por no cubrir los daños del terremoto y las llevó a un arbitraje, que lidera el abogado Juan Pablo Applegren.
La fallida oferta del ex dueño de Supermercados Alvi
Ante una menor caja disponible y un alto nivel de endeudamiento con la banca y proveedores, Rabié comenzó -desde mediados del año pasado- un infructuoso proceso de búsqueda de un socio que inyectara liquidez a la compañía.
A comienzos de año, la familia Said Handal hizo una oferta por un porcentaje del retailer que no llegó a buen puerto, luego que solicitaran el término de la relación que tenía Rabié con la consultora Virtus Partners, que asesoraba a la empresa desde 2011, entre otros aspectos.
Con el paso de los meses el flujo de caja de Rabié se fue extinguiendo a tal nivel, que en julio la empresa tenía escaso oxigeno financiero. Sin embargo, durante ese mes surgieron las últimas dos ofertas. La primera hecha por Socofar, matriz de Farmacias Cruz Verde y la última, hecha hace pocos días por el empresario y ex dueño de Supermercados Alvi, Guillermo Villablanca .
Fuentes ligadas a la banca señalan que las conversaciones no llegaron a buen puerto porque Jorge Rabié habría puesto una serie de condiciones financieras que Villablanca finalmente no aceptó.
El abogado del estudio Del Río Izquierdo que representa a Rabié, Francisco Bañados aclara que "no es efectivo que la familia Rabié haya puesto cortapisas en la búsqueda de un socio y que no haya querido ceder el 100% de las acciones a los inversionistas que estuvieron interesados".
Tras la fallida oferta de Villablanca, los bancos habrían cortado las líneas de crédito a Rabié, hecho que precipitó la quiebra de la empresa.
Los principales acreedores financieros de Rabié son el BCI, Santander, Banco de Chile, Scotiabank y el BICE . La empresa también tiene deudas con proveedores como Unilever, Carozzi, IANSA, CMPC y Tres Montes Lucchetti .
Esta mañana el BCI aclaró que la deuda total aproximada de Rabié asciende a $74.593 millones, equivalentes a US$150 millones. "De ese monto, sólo el 20% corresponde a deudas del Grupo Rabié con la Corporación BCI, -banco, leasing y factoring- por $15.500 millones (US$30 millones), los cuales se encuentran provisionados al 90% por parte del banco en los estados financieros de julio".
Durante la próxima semana, los bancos BCI, Santander y Unilever decidirán quién será el síndico de quiebra y si se mantiene la continuidad de giro.
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