Después de una jornada marcada por violentas protestas en al menos 10 ciudades de Brasil, la presidenta Dilma Rousseff llamó a sus ministros a una reunión de emergencia para analizar la situación en el país y determinar las medidas que se tomarán, sobre todo para contener la violencia.
Con las crecientes manifestaciones en Brasil y que amenazan con llegar a las puertas de la Presidencia, Rousseff podría convocar a la radio y a la televisión nacional para hablar con la gente.
Con las crecientes manifestaciones en Brasil y que amenazan con llegar a las puertas de la Presidencia, Rousseff podría convocar a la radio y a la televisión nacional para hablar con la gente.
También se dice que a Rousseff se le recomienda que convoque al Consejo de Estado, un órgano encargado de asesorar a la cabeza de la nación en tiempos de crisis, compuesta por el vicepresidente, los presidentes de las cámaras y los líderes de la mayoría y la minoría del Congreso.
El jueves por la noche, los manifestantes trataron de irrumpir en el edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores. Arrojaron piedras y botellas, rompieron ventanas y un petardo explotó dentro del edificio. La policía respondió con gas lacrimógeno, gas pimienta e incluso extintores para dispersar a las personas que ocuparon las dos rampas de acceso al edificio. El primer ministro dijo que tres personas fueron detenidas y 39 personas resultaron heridas.
A las 20:28, la presidenta Dilma Rousseff salió del palacio presidencial, que todavía se ecnuentra rodeado por tropas del ejército.
A las 20:28, la presidenta Dilma Rousseff salió del palacio presidencial, que todavía se ecnuentra rodeado por tropas del ejército.
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