Ford anunció por tercera vez este año el cierre de una planta, Peugeot aceptó asistencia financiera del Estado y Volkswagen reportó un fuerte descenso en sus ganancias.
El mercado automotriz europeo se ha derrumbado por la crisis de deuda de la región, los recortes de gastos gubernamentales y el alto desempleo.En septiembre, las ventas aceleraron su declive a su peor nivel en 12 meses. Aunque las compañías han intentado resistir la crisis, la situación se ha agravado demasiado como para aferrarse a las glorias del pasado.
"La industria automotriz ha estado en crisis por casi cinco años, por lo que las señales de advertencia han estado presentes por algún tiempo", dijo Henner Lehne, analista basado en Francfort de IHS Automotive.
"Las compañías han tenido suficiente tiempo para prepararse para esto, por lo que nadie debería ser tomado desprevenido como cuando colapsó Lehman Brothers", agregó.
Enfrentado a una enfurecida fuerza laboral, Ford dijo que cerraría su planta en Genk, en el este de Bélgica, para fines del 2014, consolidando la producción de sus nuevos modelos de tamaño mediano en una fábrica en Valencia, España, que no ha estado funcionando a su máxima capacidad y donde los salarios son más bajos.
Los sindicatos británicos de Ford también recibieron malas noticias, luego de que los administradores programaran una reunión para el jueves y medios dijeran que la empresa también podría cerrar su planta en Southampton, donde produce las camionetas Transit.
Ford claramente no se mostró satisfecho con la noticia el miércoles de que la automotriz francesa Peugeot recibiría ayuda financiera del Estado francés.
La firma reestructuró sus operaciones en Estados Unidos antes de que la crisis financiera del 2008-9 alcanzara su peor momento y escapó a la ayuda por bancarrota ofrecida por el Gobierno y que General Motors y Chrysler necesitaban para recuperarse.
Peugeot Citroen reveló un acuerdo de refinanciación para su debilitada división de préstamos automotores -con respaldo estatal-, en medio de un deterioro de sus finanzas que llevó sus acciones a mínimos históricos. El segundo mayor fabricante de autos de Europa dijo que estaba cerca de concretar un acuerdo con los bancos acreedores y el Gobierno francés por 11.500 millones de euros (14.900 millones de dólares) de refinanciación para su unidad de préstamos Banque PSA Finance y que había obtenido las garantías estatales de 7.000 millones de euros para préstamos futuros.
A cambio, Peugeot acordó designar representantes del Gobierno y de los sindicatos en el directorio, suspender el pagos de dividendos y descartar las opciones sobre acciones para sus principales ejecutivos.
SE NECESITA MAS
El cierre de las plantas en Genk aumentará la capacidad de utilización de Ford en Europa desde casi un 70 por ciento a quizás hasta un 82 por ciento para fines del 2014, dijo la correduría Jeffries en una nota, pero se necesitaría más.
El anuncio de Ford sobre el cierre de sus plantas en Genk, que le significaría a la compañía un costo de unos 1.100 millones de dólares, pero un ahorro de 730 millones anuales, se produce dos meses después de que Peugeot iniciara el proceso para clausurar una fábrica en Aulnay, Francia.
GM ha dicho que cerrará una fábrica en Bochum, Alemania, pero no hasta el 2016. Está previsto que la unidad de GM en Europa actualice sus planes de reestructuración antes de fin de mes.
El mayor fabricante de autos de la región, Volkswagen , también ha sido golpeado por la crisis, al reportar una caída del 19 por ciento en sus ganancias operativas en el tercer trimestre a 2.340 millones de euros (3.040 millones de dólares).
Volkswagen ha aprovechado las fuertes ventas en el resto del mundo para bajar sus precios en Europa y proteger su mercado doméstico.
REUTERS
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