El próximo martes Roberto Angelini cumple cinco años a la cabeza de
Empresas Copec. Hoy venden lo mismo que el 5% del PIB chileno y tienen
planes de inversión por US$ 1.400 millones. Apolítico, industrial y
conservador. Así define Angelini el holding que lidera. Aunque asegura:
"Es bueno que se lleven los debates a la comunidad, pero si la discusión
conduce a poner candados en los proyectos vamos a pagar las
consecuencias".
Por
Natalia Saavedra
Anacleto Angelini llegó
a Chile en 1948, justo después de haber dejado su Italia natal. Con
sólo US$ 100.000 de capital, a sus 34 años comenzó a forjar un imperio
de empresas que se inició con la creación de Pinturas Tajamar y el apoyo
incondicional de su hermano Gino.
En la década del 50, ingresó al negocio
pesquero comprando Eperva, compañía que el grupo conserva hasta hoy. La
historia de lo que vino después es interminable: formó Corpesca, compró
su primer astillero, y años más tarde creyó que era momento de meterse
al negocio de los seguros, creando Cruz del Sur. Su rápida capacidad de
ver oportunidades de negocios lo hace ser recordado como el primer
empresario en crear un holding de compañías en Chile. Ese proceso se
consolidó en 1985, cuando adquirió una participación relevante en la
Compañía de Petróleos de Chile (Copec).
En 2007, y tras la muerte del patriarca,
su sobrino Roberto Angelini Rossi tomó las riendas del grupo. El
ingeniero civil comenzó a trabajar en el holding hace 35 años, cuando
recién egresado se hizo cargo de algunas operaciones pesqueras en el
norte. Treinta años después, lidera uno de los cinco grupos económicos
más ricos del país, con una fortuna familiar estimada por sobre los US$
6.000 millones, según Forbes.
Hoy la meta de Copec apunta a
convertirse en un grupo líder dentro de Latinoamérica. Para eso ha dado
pasos clave. Apostó por Colombia y durante los dos últimos años
compraron la gigante petrolera Terpel y la empresa de gas licuado
Inversiones del Nordeste. Asimismo, se han enfocado en el negocio
forestal y ya se convirtieron en los mayores propietarios de bosques en
el subcontinente.
A esto se suma la adquisición de dos
empresas de productos forestales en Estados Unidos, y su coronación como
los segundos productores de celulosa del mundo.
En medio de su apretada agenda, Roberto
Angelini sentado es su oficina de El Golf se da un respiro y comenta en
voz alta que viene llegando de la casa familiar que mantienen en
Lombardía, en el lago de Como. Ahí se reúne el clan una vez al año para
recordar las lecciones de “don Anacleto”, como cariñosamente apodan al
patriarca. Los recuerdos son muchos, el desafío mayor.
“Estamos muy involucrados con el país y
nos preocupan todo tipo de determinaciones que se tomen más allá de
nuestro ámbito empresarial en salud y educación, porque al final
involucran a nuestros trabajadores. ¡Imagínese que en este grupo
trabajan 23.000 personas!, un 30% fuera del país, y el resto acá, y
nuestras operaciones consolidan ventas en Chile por un monto equivalente
al 5% del PIB”, reflexiona Angelini.
La gente exige, pide y controla más. Cada persona se transforma en un fiscalizador y eso me parece bien. Ahora, si afecta o no la reputación de los empresarios en general, creo que no. Afecta la reputación de aquellas personas o empresas que hacen mal las cosas
-¿Le preocupa la Reforma Tributaria que se discute en el Congreso?
-En la medida que se empieza a poner
impuestos por ponerlos se puede frenar la inversión y el emprendimiento
lo que en definitiva frena el desarrollo del país, de la industria y la
sociedad. Ahora, si por una razón particular se requiere recaudar
recursos para ir en ayuda del sector educacional -con el cual este grupo
está muy involucrado- , estaríamos de acuerdo, pero no en poner
impuestos por ponerlos, porque así comienzan las trabas.
-Algunos de sus pares critican
esta propuesta de Sebastián Piñera, diciendo que se sentían más cómodos
con otros gobiernos, ¿comparte esa apreciación?
-Este grupo de empresas ha tenido una
característica desde siempre: nos hemos dedicado exclusivamente a
trabajar en nuestra actividad. Somos empresarios, somos industriales
respetuosos de todas las leyes y queremos seguir con nuestros proyectos
en beneficio de nuestros trabajadores y de nuestros accionistas. Ésa es
nuestra manera de colaborar.
-¿Han optado por ser apolíticos?
-En más de 60 años nos hemos entendido
así con todos los gobiernos. Don Anacleto llegó a Chile en 1948 siendo
italiano y fue chileno por gracia años antes de morir y, como era
extranjero, nunca se metió en política.
-¿Y qué opinión tiene usted del presidente Piñera?
-Encuentro que es una persona muy inteligente.
-Pero ha sido duro con los empresarios.
-Bueno, él sabrá por qué lo hace, de eso no puedo opinar.
Termómetro empresarial
-Algunos grupos económicos se han visto afectados en Chile por la judicialización de sus proyectos. ¿Le preocupa esta situación?
-Más que judicialización, aquí hay una
apertura a la sociedad y a las discusiones. Es bueno que se lleven esos
debates de la mano de la comunidad donde va estar instalada la fuente de
producción. Pero evidentemente que si eso se lleva al extremo y da pie
para frenar el desarrollo de un proyecto es un problema, porque frena el
crecimiento y tiene una repercusión social. Si la discusión conduce a
poder poner candado a un proyecto vamos a pagar las consecuencias en
todo orden de cosas.
La energía es un campo donde se ha dado esta
judicialización. También se han planteado opciones como desarrollar la
energía nuclear. ¿Dónde debe centrarse la discusión?
-Por el momento no tenemos necesidad de hablar de energía nuclear,
tenemos tantas otras fuentes a las que echar mano que tenemos la suerte
de no tener que analizarlo con urgencia. Tenemos inmensas posibilidades
en energía hidroeléctrica, gas, energía a carbón, biomasa, biodiésel,
geotermia que antes de llegar a desarrollar la energía nuclear hay mucho
por hacer.
-Uno de sus proyectos relevantes en el área es la Mina Invierno en isla Riesco, pero concita críticas en materia ambiental.
-Hay un tabú ahí. Primero que todo, Copec está en toda la matriz
energética: estamos trabajando en el carbón, en el uso de diésel, en
gas, hasta en el desarrollo de energías renovables. En lo concreto,
estamos haciendo investigaciones para generar biodiésel con algas,
hicimos el primer vuelo de LAN con biocombustibles, estamos con un
proyecto de hacer un parque eólico en la Provincia de Arauco. y nuestra
planta genera biomasa para sus instalaciones. Respecto a Mina Invierno,
estamos haciendo con Ultramar un proyecto de minería de carbón
sustentable de última generación, un sistema de extracción lo más
amigable para el medioambiente. Se están terminando las instalaciones
portuarias, mineras y de alojamiento y contamos con el único vivero del
mundo que, mediante tecnología aplicada, está obteniendo resultados
positivos en el desarrollo de lengas y ñirres, para aportar con nueva
forestación a la zona.
-De todas maneras, se señala que el proyecto es agresivo con el medioambiente.
-Hay una normativa legal que se está cumpliendo. Incluso vamos más
allá, porque todo esto del vivero nadie nos obliga a hacerlo. Por
ejemplo con el desarrollo de este vivero generaremos una cantidad muy
superior a la exigida por ley para reforestación y preservación.
-Las críticas también apuntan a que el carbón es un combustible sucio.
-Se piensa que el carbón es muy contaminante, pero hoy el 50% de la
energía eléctrica en Estados Unidos proviene de esta fuente. De hecho,
en ciudades como Nueva York están las plantas térmicas ahí mismo en la
ciudad. Las plantas generadoras de hoy son muy diferentes a las de los
de los años 50. La tecnología ha ido mejorando, la normativa chilena es
muy exigente y los estándares con que trabaja la industria son mucho más
amigables con el medioambiente. Me atrevo a hablar del uso del carbón
limpio, porque entre otras cosas se trata de un carbón de bajo contenido
de azufre.
-Hoy también se les exige más a los empresarios en otros
campos después de la colusión de las farmacias o el caso La Polar. ¿Han
visto afectada su reputación?
-La gente exige, pide y controla más. Cada persona se transforma en
un fiscalizador y eso me parece bien. Ahora, si afecta o no la
reputación de los empresarios en general, creo que no. Afecta la
reputación de aquellas personas o empresas que hacen mal las cosas. Y si
vemos las encuestas, Empresas Copec siempre está como la primera o la
segunda compañía más respetada de Chile.
-¿Ha habido un proceso de reconstrucción de la imagen de la empresa desde el episodio de los cisnes?
-Evidentemente las empresas van evolucionando, pero acá no ha habido
ningún ensayo- error, nada. Las empresas van cambiando, pero no ha
cambiado nuestra línea de hacer negocios y seguimos aplicando la forma
que nos enseño don Anacleto.
"Lo que nosotros queremos por naturaleza es aumentar nuestra presencia en Latinoamérica. Tenemos una cierta ventaja frente a inversionistas americanos o europeos para invertir en el Cono Sur".
A la conquista de Latinoamérica
-Hoy, Copec tiene un plan de inversiones por sobre US$ 1.400
millones, ¿mantendrán su agenda pese a un posible contagio de la crisis
económica?
-A pesar del vaivén, mantenemos la agenda de inversión. Con todo,
tenemos conciencia absoluta de que la situación que vive el mundo hoy no
es la misma que se vivía el año pasado.
-¿Y no estarán arriesgando mucho?
-No es cuestión de ser arrojados, al revés, somos conservadores en
nuestras inversiones y nuestros proyectos están pensados en el largo
plazo. Hay que ser prudentes y con visión estratégica de lo que se va a
hacer. Creo que este modelo es bueno y nos ha dado resultados, es
nuestra manera de trabajar.
-Este plan contempla importantes desarrollos en América Latina, ¿ve una oportunidad para que Copec se afiance en la región?
-Lo que nosotros queremos por naturaleza es aumentar nuestra
presencia en Latinoamérica. Tenemos una cierta ventaja frente a
inversionistas americanos o europeos para invertir en el Cono Sur. Hay
oportunidades que se van generando en la medida que estas
multinacionales se retiran de ciertas partes y uno las va estudiando.
Así fue como, en su momento, evaluamos Terpel, que se dio porque un
fondo de inversiones americano vende su participación.
-Precisamente la compra de Terpel se lee como su apuesta para entrar a Colombia. ¿Cuáles son los próximos pasos en ese mercado?
- Al comprar Organización Terpel, que es la distribuidora de
combustibles más grande de Colombia, con un 42% de la participación de
mercado y cerca de 1.600 estaciones de servicio distribuidas en todas
las regiones dimos un paso decisivo. Hay una presencia física en todas
partes y estamos haciendo inversiones importantes en esa área , acorde a
la idiosincrasia colombiana. En el campo del gas licuado también hay
una inversión relevante tras la incorporación a la propiedad de
Inversiones del Nordeste. Estamos emprendiendo junto a nuestros socios
locales un crecimiento que puede ser muy interesante para el futuro de
Abastible -la filial que concretó la compra-. En ese segmento tenemos
una participación de cerca de 35% y se puede hacer mucho, se puede
invertir y meterse en diferentes lugares, porque es difícil conectar
algunas ciudades y tenemos que tener más camiones, mas depósitos y todo
eso es un plan que hay que desarrollar de ahora en adelante. Buscamos
agregar valor en esta industria mediante el mejoramiento del servicio y
los estándares de seguridad.
"Mantenemos la agenda de inversión. Con todo, tenemos conciencia absoluta de que la situación que vive el mundo hoy no es la misma que se vivía el año pasado"
Por otro lado, en el área forestal estamos estudiando invertir allí,
hay proyecciones interesantes, aunque aún tienen que darse algunas
condiciones.
-Y en el negocio forestal, ¿cómo avanza la planta de celulosa en Uruguay?
-Está en plena faena, con un avance cercano al 60% y debería estar funcionando el próximo año.
-También acaban de comprar dos empresas forestales en Estados
Unidos. En la crisis del 2008 los primeros síntomas de una depresión
los dio esta industria. ¿No hay temor en ese aspecto?
-Norteamérica es un gigante que lidera al mundo en algunos aspectos y
tiene un gran mercado interno, un alto consumo de productos forestales.
Ésa es la apuesta de Arauco al adquirir primero Moncure, en Carolina de
Norte, y luego 7 plantas de Flakeboard, el dinamismo y la magnitud del
consumo interno en estos países. Las perspectivas se ven favorables. En
Estados Unidos se está observando un claro repunte.
-¿Una nueva crisis no explotaría por el mismo carril?
-En la época de la crisis subprime se generó el problema de las
viviendas y el volumen que quedó sin vender o construir y el índice de
inicio de construcción (Housing Star t) así lo mostró. Pero ese índice,
que venía en declinación, paralizó esa baja y hoy se observa un pequeño
repunte. Eso hace creer que Estados Unidos en ese campo va mejorando y
que valida lo adecuado de esa inversión.
-A marzo, sin embargo, los resultados del grupo cayeron en
cerca del 40%. ¿A nivel global, qué esperan para lo que queda del año?
-No veo una tendencia que cambie sustancialmente. En general para el
país y para el mundo en lo que queda de 2012 y 2013 no va a venir una
hecatombe ni tampoco una bonanza.
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