pesar de las
dificultades que ha tenido que enfrentar en las últimas semanas en
Chile, Horst Paulmann debió viajar a Mónaco a participar en el World
Entrepreneur of theYear, un encuentro anual organizado por Ernst &
Young desde 2001, en que se distingue a emprendedores de más de 50
países, y entre ellos, un jurado elige al primus inter pares.
En
el Estado más pequeño del mundo después del Vaticano, a Horst Paulmann
se le ve contento. En los pasillos del Hotel Hermitage -donde se
desarrolla el evento-conversa con todos y de todo, su historia ha
llamado la atención de otros emprendedores participantes, que le han
pedido reuniones bilaterales.
Parte de su familia lo acompaña;
entre ellos, su hija Heike. Frente al hotel, en la plaza Beaumarchais,
Paulmann, como cualquier otro turista, le toma fotos a un Bugatti
Veyron, el auto más caro del mundo. "Es para uno de mis nietos, que es
fanático de los autos", cuenta el empresario, antes de abordar los temas
más candentes de Cencosud y del ambiente empresarial chileno.
Difícil
no comenzar con este último, marcado por el cierre de la planta de
Agrosuper en Freirina y por el anuncio del grupo Matte de no continuar
con el estudio de impacto ambiental de la línea de transmisión de
HidroAysén ante la falta de una política energética clara.
-En
este contexto, algunos empresarios señalan en privado que el gobierno de
Sebastián Piñera ha sido más bien un enemigo del empresariado.
¿Comparte esa afirmación?
"Yo no debería meterme en la política.
Todos son clientes míos. Una vez en Argentina, un obispo me dijo:
'Paulmann, necesito que me haga una iglesia dentro de Shopping
Unicenter'. Y yo le dije imposible, porque tenemos clientes de todas las
religiones...".
-Uno no tiene por qué compartir todas las actuaciones de los gobiernos.
"A
mí no me conviene meterme en esta pregunta suya, pero realmente ha sido
muy difícil para los empresarios. Cuando hay algo que no corresponde,
está muy bien que se controle, pero hay formas de controlar y formas de
hacer las cosas".
-¿Pero acaso no es necesario que el Gobierno reciba las críticas por parte del empresariado?
"Mire,
yo llevo 30 años en Argentina, muchas veces no hemos podido decir lo
que queremos decir. El mundo ha cambiado. No se puede hablar demasiado".
-Está cambiando para mal, entonces...
"Creo
que no está cambiando para mejor. Pero agradezco y felicito al gobierno
de Piñera como a los gobiernos de la Concertación, de Lagos y de
Bachelet, que han mantenido en Chile una economía abierta de mercado.
Ellos se han dado cuenta de que sin los empresarios, ellos no ganan.
Pero en este gobierno sentimos los empresarios, hablo por mí, que no
tenemos ese apoyo, y esto no tiene nada que ver con que queramos que nos
favorezcan, sino con que se aporte con lo que le corresponde a un
gobierno".
"En todo caso, me hubiera gustado que el Presidente me
hubiera llamado: 'Horst, ¿te puedo ayudar en algo? ¿Cómo va el tema del
Costanera Center?' Si hubiese llamado sólo una vez, qué lindo hubiera
sido. Pero nos han dejado solos, y esto no es bueno... Creo que lo que
les duele a los empresarios es que no sentimos que el Gobierno quiera
que sigamos haciendo cosas. Chile necesita empresarios, y tiene muchos y
buenos empresarios".
-Dentro del Gobierno también hay
autoridades, ministros... Uno de ellos trabajó muchos años con usted,
Laurence Golborne. ¿Él lo llamó para preguntar qué necesitaba?
"Trabajamos
casi ocho años con Laurence. Yo aprendí muchísimo de él, un experto en
toda la parte financiera, y Laurence también aprendió muchísimo con
Cencosud. Los medios dicen que Laurence se fue porque no estaba de
acuerdo con Costanera Center, pero no fue así".
-¿Qué generó la salida de Golborne, entonces?
"Con los años, a veces los matrimonios se rompen porque cada uno tiene su propia idea".
-¿Como ministro no lo ha llamado o no ha mostrado apoyo al proyecto?
"Es muy delicada su situación, porque podrían decirle que él podría favorecer algo".
-¿Cómo lo ve a él como Presidente?
"Eso
me lo preguntó el Presidente Piñera cuando me invitó de Concepción a
Santiago en su avión privado. Me llamó a su cabina privada y me preguntó
qué opinaba de Laurence Golborne, y yo le dije: 'Si usted se descuida,
él va a ser el Presidente'. Y esto fue bien al principio del gobierno de
Piñera".
Chile podría estar mucho mejor
La historia
empresarial de Paulmann se remonta a 1952, a un restaurante en Temuco,
Las Brisas, que administraba con su hermano Jürgen. Hoy lidera Cencosud,
que maneja marcas como Jumbo, Paris, Easy, entre otras, con presencia
en cinco países, ventas totales por US$ 18 mil millones y que da empleo a
más de 140 mil personas.
"Cencosud, lamentable o felizmente, ha
crecido, ha salido fuera de Chile. Es un orgullo llegar a Argentina,
Brasil... ¡Mónaco! Todos aquí quieren hablar con Paulmann, porque hemos
conseguido prestigio, pero también por Chile, que financieramente es el
país más estable en América Latina y quizás en el mundo ".
-¿Le preocupan las señales que se están dando en Chile en torno a la inversión?
"Me
preocupa que las cosas no avancen. Chile podría estar mucho mejor, y
estoy casi seguro que de aquí a un par de años más, Perú nos va a pasar a
llevar lejos, así que Chile tiene que ponerse las pilas".
-Si tuviera que nombrar tres, ¿qué cosas deberían mejorar rápidamente?
"Primero,
facilitar los proyectos. Hacer un proyecto grande son dos, tres, cuatro
años. Peleamos por tonteras, por la cuestión de aquí, de allá, de esto y
todo lo demás. Segundo, la discusión y los cambios de los impuestos. No
había ninguna necesidad del Gobierno de tratar de ganar más plata. Y
como tercer punto, reconocer que Chile tiene que ser el país de América
Latina donde las empresas internacionales se sienten a gusto y donde
quieran poner su casa matriz para América Latina. Y para eso, hay que
darles ciertas condiciones. Por ejemplo, la parte tributaria. Si los
impuestos suben de un 18% a un 20%, no le hace mal a nadie, pero tampoco
beneficia al Gobierno. Hubo una discusión, un desgaste y pérdida de
tiempo innecesarios. Yo nunca habría presentado ese cambio de ley".
-Usted ha apostado fuertemente por Brasil. ¿Le preocupa que esté mostrando indicadores económicos que están a la baja?
"Nuestra
llegada ha sido muy favorable, y Brasil tiene sus problemas como otros
países de América Latina. No puede ser un país que siempre va para
arriba. Todo lo que sube tiene que bajar. Además, es mejor invertir en
Brasil ahora, cuando las cosas no van tan bien. Si usted quiere llegar
allá cuando esté en su auge, va a pagar las ganas".
"En Brasil
hemos adquirido varias empresas. Muchos chilenos no saben, pero si uno
llega a Sao Paulo, no está en Brasil, está en Sao Paulo. Si quiere ir a
Fortaleza, son tres mil kilómetros, cuatro horas en avión. Y si usted
como empresario no ve cómo hacer algo en Brasil, ya no es empresario".
"Yo recomiendo Brasil bajo todo punto de vista, también Argentina, porque son vecinos de nosotros".
-¿Usted
recomienda Argentina? Hemos visto lo que pasó con Repsol, que fue
prácticamente un asalto a mano armada por parte del gobierno argentino, y
los chilenos han perdido más de US$ 30 mil millones en los últimos años
por sus inversiones allá...
"No puedo compartir su opinión de que
Argentina asaltó a Repsol, porque no conozco los pormenores de la
acción, por lo que sería totalmente inadecuado comentarla. Argentina es
un país rico y no va a desaparecer del mercado. Nosotros tenemos nuestro
plan a muy largo plazo, y los que van a Argentina a hacer la pasada,
obviamente que van al lugar equivocado".
"Nunca en mi vida he tenido plata en Suiza ni en EE.UU."
-Cencosud
está preparando su apertura a la bolsa en Nueva York y también un
aumento de capital. ¿Qué pasa con su porcentaje? ¿Se va a diluir?
"La
familia tiene un 64,95% de la propiedad de Cencosud, y obviamente la
idea siempre es mantener el control. Como familia, si en un momento nos
vamos a diluir, será para llegar al 62% o 60%".
-¿Y por qué no bajar al 51%, recaudar más capital y mantener el control?
"No,
no estaremos bajo 60% bajo ningún punto de vista. Me han dicho por qué
no se queda con el 51% y se lleva la plata a Europa. Nunca en mi vida he
tenido plata en Suiza ni en EE.UU., y gracias a Dios, porque la plata
está siempre mejor en la compañía de uno, así es que no se trata de
hacer plata y gastársela, sino de que crezca la compañía".
Con
humor, agrega: "Además, hay tanta oportunidad en el mundo hoy en día,
que de repente vemos la posibilidad de que ¡Walmart tiene que vender su
compañía en EE.UU.!".
-¿Qué pasa con la familia, con la sucesión?. Todo padre en una etapa de la vida empieza a preocuparse de esto.
"Es
un tema que me preguntaron los jueces. Nosotros tomamos la decisión de
que la familia no puede trabajar operativamente en la compañía. Y soy
afortunado, porque mis tres hijos han participado siempre del
directorio. Conocen el negocio al derecho y al revés, porque Manfred fue
fundador de Easy y Peter trabajó en Alto Las Condes en el tiempo en que
yo estuve en Argentina, y Heike fue la fundadora de los Aventura
Center. Manfred hoy también tiene su propio negocio, Maxi, donde le
compite al papá con su negocio mucho más chico, eso sí, y Peter tiene su
negocio Genial, así es que tienen en el ADN el ser comerciantes".
"Aquí,
la buena o mala suerte de Cencosud es que yo tengo muchas ganas y
aunque tengo 77 años, me siento como un chico de 30. A pesar de esto, lo
hemos manejado bastante bien, y mis hijos me dicen 'nosotros tenemos
plena confianza en lo que tú estás haciendo'. Y realmente es una
satisfacción muy grande que hoy en Mónaco me acompañe Heike. Mis tres
hijos están preparados y conocen el negocio, no tengo ninguna
preocupación, ya que estoy convencido de que la empresa estará en buenas
manos".
"Mire, el sueño más grande que he tenido
es tener en Chile el primer Hipermercado. Eso fue en 1976, el Jumbo de
Kennedy. Otro de mis sueños posiblemente ha sido el Costanera Center.
Los terrenos se compraron a 8,5 UF el m {+2} ; el Banco de Chile, que
tenía intervenido a Cervecerías Unidas, los sacó a licitación y el único
oferente fue Horst Paulmann porque siempre le ha gustado hacer cosas
contrarias a lo que los demás hacen", señala este empresario, quien
desde Mónaco ha seguido todos los detalles de la postergada apertura del
centro comercial, el primer paso de este proyecto que incluye la torre
de 300 metros de altura diseñada por César Pelli, la más alta de
Sudamérica.
-¿Y qué siente al no estar en Santiago cuando abrirá uno de sus sueños?
"Si
esto al final es un proyecto más. Hemos hecho tantos proyectos, aunque
ninguno de esta envergadura. De hecho, los jueces me preguntaban lo
mismo, extrañados de que yo estuviera acá y no inaugurando en Chile. Les
dije que esto era algo muy especial para la compañía: salir a la bolsa
en Estados Unidos y abrir Costanera Center después de tantas discusiones
que ha habido, más por desconocimiento, creo yo, porque los que han ido
a visitar el mall han quedado fascinados. Este mall va a marcar otro
paso en la historia de Cencosud. Es algo lindísimo".
-¿Usted comparó el Costanera Center con la Torre Eiffel?
"Nunca
dije eso. Eso fue un error. Dije que esto era igual a la Torre Eiffel
porque cuando la estaban construyendo en Francia todos estaban en contra
y hoy todos están orgullosos y suben a la torre. Esperamos que también
Costanera Center, una vez que esté listo, sea un orgullo para Chile".
-¿Se siente apenado o encuentra injusto que sólo se sindique a este proyecto como el causante de los tacos?
"Bajo
ningún punto de vista. Estoy convencido de que esto es algo
extraordinario. Yo soy de Jumbo, y los elefantes tienen el cuero muy
duro, así que a mí no me entran balas. Estoy curtido y cuando usted hace
cosas en el mundo tiene que estar dispuesto a que también haya gente
que no le gusta lo que uno está haciendo".
"Creo que lo estamos haciendo con mucho cariño y con el corazón en la mano, tratando de hacer lo mejor para Chile".
"El
tránsito, fuimos nosotros los que ideamos el túnel, levantamos Andrés
Bello en un metro y medio... No le creo a la gente que dice que va a ser
una calamidad el día que abra el Costanera Center. La calamidad ha
estado siempre de antes, pero hoy día con todo lo que hemos agregado,
con dos nuevos puentes sobre el Canal San Carlos, con un nuevo puente
sobre el Mapocho, con la nueva Tobalaba, hemos invertido sobre US$ 60
millones para mejorar el tránsito. Ningún edificio, ni siquiera todas
las torres que se están construyendo, han colaborado con un porcentaje
tan alto como nosotros para mejorar el tránsito".
"Me acuerdo hace
muchos años que Juan Coderch, el dueño del Mitjans, me dijo: 'Horst, yo
vivía en Pedro de Valdivia, tenía mi linda casa. Me fui a vivir a La
Reina, porque llegaban los edificios, llegaban las torres y me quitaban
la vista'. Este es el progreso. El progreso en Chile son nuevos
edificios. Chile está creciendo, Santiago está creciendo y con esto
tienen que crecer también los problemas de tránsito y ahí están las
autoridades para solucionarlos. La Pérez Zujovic no es problema nuestro.
Son cosas que vienen de mucho tiempo atrás".
Agrega que el
problema en Chile es que hay 17 instituciones distintas y cada una tiene
que dar su opinión y su autorización a los proyectos. "Lamentablemente
en Chile no hay una especie de intendente o alcalde mayor que coordine y
tome decisiones. Es muy difícil poner de acuerdo distintas
municipalidades, al Ministerio de Vivienda, de Transportes, al Serviu,
al Ministerio de Obras Públicas, y tantas otras instituciones".
Reunión en Mónaco: "Es como si estuviera participando en un concurso mundial para Miss Mundo"
Cada
año, Ernst & Young y "El Mercurio" convocan a un selecto jurado
para elegir al emprendedor del año que representará a Chile en el World
Entrepreneur of the Year, que año a año se realiza en Mónaco. En ese
principado, cada emprendedor tiene una entrevista con un panel de
jueces, que elige al ganador.
-¿Cómo ha sido este encuentro en Mónaco y qué ha significado para usted?
"Realmente
es como si estuviera participando la primera vez en mi vida en un
concurso mundial para Miss Mundo. Tuve la reunión con los jueces y uno
tiene dos minutos para presentarse a sí mismo y la verdad que es harto
poco. Les comenté que lo más importante para nosotros es la gente, el
equipo. Yo como a 800 ejecutivos de la compañía en los diferentes países
los llamo para su cumpleaños y les cantaba "happy birthday" y les
mostré a los jueces como canto el "happy birthday".
-Personalmente me han preguntado mucho por usted, el representante de Alemania, de Hong Kong, Sudáfrica. ¿Qué le parece eso?
"Creo
que en el caso nuestro, y siempre digo nuestro porque somos una gran
familia, ha habido que ponerle mucho esfuerzo y muchas ganas. Por eso
les pido a los jóvenes especialmente que no digan que antes era más
fácil porque siempre ha costado. La pasión, las ganas son el motor de
cada empresario y acá hay 59 empresarios y estoy seguro de que para
ninguno ha sido fácil y que a ninguno le han caído las cosas del cielo".
Johnson: "Siempre hay que preocuparse del destino de las platas fiscales"
-¿Qué le parece la polémica generada por la condonación de multas e intereses tributarios a la empresa Johnson?
"Me
parece que siempre hay que preocuparse del destino de las platas
fiscales. Ahora bien, déjeme decirle que Cencosud compró Johnson en
enero de este año. Fuimos invitados a un proceso de venta de una empresa
que estaba casi quebrada y que, en la práctica, estaba bajo el control
de los bancos. Nosotros creímos y creemos en el negocio, por lo que
nuestros equipos revisaron la documentación de la empresa para analizar
la compra. Es más, la condonación por la que me pregunta fue
estructurada y ejecutada por los antiguos dueños de la empresa y sus
asesores, antes de que Cencosud ingresara a la propiedad de la
compañía".
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