En tan sólo una década, México se convirtió en el segundo mercado de blindaje en Latinoamérica, tan sólo debajo de Brasil, que sigue liderando la venta de blindados en la región. Los altos índices de criminalidad en el país como consecuencia de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, provocaron una fuerte demanda de este tipo de vehículos por parte de los gobiernos federal, estatal y municipal, así como de grandes corporativos y medianas empresas, que buscaron proteger a sus funcionarios, directivos, ejecutivos y sus familiares.
En
este periodo, la industria del blindaje, conformada por 35 empresas,
reportó crecimientos del 20% a tasa anual, que le permitieron aumentar
considerablemente su capacidad de producción, que hoy alcanza las 4,000
unidades anuales, y lo más importante, desarrollar tecnología propia,
muy apreciada en los mercados internacionales.
Pero
la bonanza que hoy vive el sector no es eterna, a pesar de la violencia
que se vive en el país y que está muy lejos de disminuir. Fernando
Echeverri, presidente de la Asociación Mexicana de Blindadores de
Automotores (AMBA) reconoce que el mercado interno no puede seguir
creciendo al ritmo que lo hizo durante los últimos 10 años.
“Empieza
a ver una saturación del mercado. Este año las ventas de blindados en
el país aumentarán 15% y a partir del 2013 se mantendrán con
crecimientos de 10%”, estima el directivo.
En
2011, de acuerdo con cifras de la AMBA, el número de blindados
comercializados en México ascendió a 2,949 unidades, lo que significó un
crecimiento de 20% en comparación con el obtenido un año antes.
Actualmente,
circulan en el país alrededor de 25,000 unidades de este tipo, la
mayoría en el Distrito Federal, Estado de México, Guadalajara y
Monterrey, donde se concentra la mayoría de las empresas y de la
población.
El 70% de los compradores de blindados en México provienen del sector privado y el restante 30% son del gobierno.
Sin
embargo, el también Director General de Ballistic Group, firma
colombiana con operaciones en México, Guatemala, Honduras, Colombia y
Venezuela, no muestra preocupación alguna por la desaceleración, por el
contrario, se encuentra bastante optimista sobre el futuro del sector.
“El siguiente paso es convertir a México en una potencia exportadora de
blindados, como lo es ya en vehículos ligeros”.
Y
hasta hora, el pronóstico se está cumpliendo, pues las unidades que se
producen en el país se envían ya a países como Estados Unidos, Rusia,
Afganistán, Irak e Irán.
Pero
la AMBA no se conforma sólo con exportar vehículos, también buscar
vender asesoría y capacitación a empresas del ramo en otros países, así
como franquicias. “Necesitamos contar un mercado de exportación mucho
más amplio”, subraya Echeverri.
Para
lograrlo, empresas como Autosafe, Autowerk, Ballistic, Blindajes
Alemanes, Epel Blindajes, Global Armor y TPS Armoring, todas ellas
socios de AMBA, continúan expandiendo su capacidad de producción e
invirtiendo en el desarrollo de tecnología.
El
proyecto más ambicioso hasta ahora es el de TPS Armoring. La firma
mexicana planea construir una segunda planta de blindaje en el país con
una inversión de 40 millones de dólares (mdd).
Mauricio
Natale, gerente para las zonas centro y sur de México de la compañía
indica que el nuevo complejo se ubicará en Santa Catarina, Nuevo León,
muy cerca de su otra planta, la cual tiene una capacidad de producción
anual de 400 unidades.
En
ese sentido, el ejecutivo detalla que la nueva factoría, que se planea
entre en operación en 2014, tendrá una capacidad de producción inicial
de 700 unidades al año, lo que la hace una de las más grandes de
Latinoamérica. “Es un monstruo y nos colocará en las ligas mayores.
Elevaremos nuestra capacidad de producción a 1,100 unidades al año”.
La
firma mexicana se prepara para cubrir una mayor demanda de vehículos
blindados en México y otros mercados como Estados Unidos, Europa y
Centroamérica, durante los próximos 10 años.
Otro
proyecto importante es el que lleva a cabo Ballistic en México para
desarrollar nuevos cristales blindados e investigar nuevos materiales,
en los que ha invertido cerca de 2 mdd. La compañía cuenta con dos
plantas en el país, una de blindaje con una capacidad de producción
anual de 200 unidades, y una de cristales, que fabrica 400 juegos al
año, tanto para el mercado mexicano como para el de exportación.
“Como
tenemos participación en varios países, esto nos obliga a estar a la
vanguardia en temas de investigación y desarrollo de productos”, subraya
Echeverri.
Ballistic
planea también aumentar en 30% su capacidad de producción y bajar los
tiempos de entrega, para lo cual invertirá este año 1 mdd.
“Vamos
a ampliar nuestras instalaciones y mejorar nuestros procesos de
manufactura, queremos bajar los tiempos de entrega, el promedio del
mercado para un vehículo con un nivel de blindaje 3 es de siete u ocho
semanas, y nosotros lo hemos bajado a cinco semanas; lo mismo sucede
para un nivel 5, cuyo promedio es de 10 a 12 semanas y que Ballistic lo
hace en siete semanas”, detalló.
Aumenta nivel de blindaje en México De
acuerdo con la Asociación Mexicana de Blindadores (AMBA), actualmente
se comercializan cinco niveles de blindaje automotriz en el país: 2, 3,
4, 5 y 6. El Nivel 2 prácticamente ha desaparecido del mercado, pues se
trata de un nivel básico que protege de armas cortas como calibre 22, 9
milímetros (mm) y 38 super, pero no alcanza a cubrir toda la gama de
calibres, lo que lo hace vulnerable en ciudades como el Distrito Federal
y su área metropolitana.
Luego
sigue el nivel 3, el blindaje más comercializado en México con una
participación de mercado del 50%, que protege de todas las armas cortas o
de puño (calibre 22, 380, 9mm, 38 super, 44 mágnum) y subametralladoras
de calibres 9 mm y 45; seguido de los Niveles 4,5 y 6, para protección
de armas largas.
El
Nivel 4, es un nivel básico para armas largas que protege de todo tipo
de armas cortas y subametralladoras, más el fúsil de asalto AK-47, AR15 y
SS109 BALL, tiene una participación de 10%-15% del total de ventas.
Por
su parte, el Nivel 5 protege de todas las armas de los niveles
anteriores, más fúsiles de asalto de uso militar como el G3, 308 FAL,
así como el AR15 y M16, y granadas de fragmentación.
Finalmente,
el Nivel 6, un nivel de protección similar al de un tanque de guerra,
protege de rifles de asalto con munición perforante, su demanda es baja,
pero ya se produce en México.
En
cuanto a los precios de los blindajes, el Nivel 3 ronda los 40,000
dólares, el Nivel 4 entre 60,000 y 70,000 dólares, el Nivel 5 se
consigue en 90,000 dólares y el Nivel 6 entre 110,000 y 120,000
dólares.
Sin salida Echeverri
no cree que con la llegada de un nuevo gobierno mejore el tema de la
seguridad en el país, por lo que la gente seguirá buscando la forma de
protegerse, ya sea a través de autos blindados, cuartos de pánico,
seguridad privada, videocámaras.
“Hay un grave
problema de descomposición social, de valores, de falta de trabajo, de
descuido del campo, de migración, cosas que no se corrigen de una día
para otro, ningún candidato o partido tiene la formula mágica, son
demasiados frentes, no es un tema de enfrentar la delincuencia con
armas, es un trabajo mucho más a fondo, de ir rescatando al país”,
sostuvo el presidente de la AMBA.
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