La presidenta brasileña Dilma Rousseff está presionando a los bancos estatales Banco do Brasil y Caixa Economica Federal a bajar las tasas de interés y a impulsar los créditos a personas más riesgosas, generando temores de que aumenten los índices de morosidad de la banca.
La tasa de impago de los consumidores en la mayor economía de Latinoamérica se mantuvo en 7,6% en febrero, su nivel más alto desde diciembre de 2009, informó el banco central en un informe. La tasa general de impago se mantuvo en 5,8%, frente a un 2,47% de México.
Rousseff está presionando a las instituciones financieras a reducir los costos de los préstamos luego de que alentara al banco central a bajar la tasa de interés de referencia, la tasa Selic, para revivir el crecimiento económico.
Banco do Brasil, el mayor banco de Latinoamérica por activos, y Caixa Economica Federal dijeron este mes que reducirían en más de la mitad sus tasas de préstamos para aumentar el acceso al crédito y quitar participación de mercado a los bancos privados.
“En el largo plazo, atraerá a nuevas personas y tendrán cartera vencida después del segundo o tercer pago, cuando se den cuenta de que se endeudaron demasiado”, dijo a Bloomberg el analista de Fitch Ratings, Robert Stoll. “No es bueno para el sistema”, agregó.
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