2011/07/31

"No se dan los parámetros de una potencial quiebra"

Su anhelo es que aprobado el convenio, antes de un año la compañía logre el punto de equilibro operacional.  

A.G. 

El nombre Nelson Contador (57, cinco hijos) es casi sinónimo de salvataje a empresas en Chile. Como abogado de la Universidad de Chile, partió su carrera siempre vinculado al área comercial y a las firmas aproblemadas.

Primero como abogado jefe de la entonces Sindicatura Nacional de Quiebras, cuando el Estado en los 80 veía estos procesos. Luego como abogado jefe del departamento penal de la Fiscalía Nacional de Quiebras. Y años después, desde el mundo privado y con su propio estudio -donde trabaja con sus dos hijas- se transformaría en la cara visible de conocidos procesos.

Los convenios judiciales de Marbella, Inaudito (Tiendas Americanas) y Textiles Pollak pasaron por sus manos. O peticiones de quiebras como la de constructora Mendes Junior y, más recientemente, la de Bellavista Oveja Tomé, por nombrar sólo algunos ejemplos.
También La Polar estuvo en sus manos en 1998, cuando la familia Paz enfrentó problemas de liquidez que la llevaron a un convenio judicial preventivo. Enfrentaron 13 peticiones de quiebra, "y todas fueran defendidas para lograr el convenio, y todas fueron rechazadas. No puedo decir lo que nos costó", rememora.

Coincidentemente, trece años después Nelson Contador -casi como un déjà vu y por primera vez que le ocurre en su carrera- vuelve a la misma compañía. Está a cargo del nuevo convenio judicial preventivo, tras el escándalo financiero que surgió a raíz de las repactaciones automáticas.

Contador no esconde su sentimiento más íntimo: "Tengo mucha pena, después de todo lo que nos costó sacarla de la crisis del 98", dice. Y revela que éste es el caso más complejo que haya enfrentado, porque aquí la causa del problema llevó a que se quebrantara la confianza.

Pero está convencido de que bajo la nueva administración se puede recuperar.
¿Su meta? "Esperamos levantar a la compañía, evitar su quiebra, mantener el trabajo de 9 mil personas, e instar para que los acreedores recuperen el 100% de sus créditos, y los accionistas, su inversión. Que los papeles vuelvan a tener los valores que históricamente tenían", sentencia.

El plan
Dice que hacia fines de la próxima semana presentará el convenio y en unos 50 días -a fines de septiembre- estaría en condiciones de votarse en la junta de acreedores.
Contador explica los lineamientos de este plan: continuación efectiva y total del giro de La Polar. "Por ningún motivo está previsto proponer una condonación de una parte de los créditos. Bajo las especiales circunstancias en que se originó la crisis de la compañía, un propuesta de "quita" a los acreedores sería vergonzosa", dice.

Agrega otros antecedentes prácticos: como a los proveedores se les ha seguido pagando, al estar al día no forman parte del convenio judicial si mantienen el normal abastecimiento a la compañía.

En esas condiciones, el pago de sus facturas se hará dentro de los plazos normales, y eso se extiende a los factoring -que reciban en descuento esas facturas- y a los bancos, en lo que dice relación con las líneas de comercio exterior, para las cartas de créditos.
"Es decir, la compañía sigue y seguirá funcionando normalmente", explica.

-¿Por qué los acreedores debieran aceptar esto como mejor oferta?
"No se trata de imponer fórmulas de salida sino más bien consensuarlas, teniendo en consideración que una quiebra es nefasta para todos, porque se destruye una unidad productiva que genera empleos. En el caso de La Polar suman casi 9 mil empleados, quienes serían los únicos que se pagarían en sus indemnizaciones si se produce la quiebra".

-¿Es viable?
"La Polar no tiene deuda con sus proveedores, mantiene sus obligaciones previsionales y tributarias al día, no ha habido ningún tipo de término de relación laboral, las remuneraciones están al día y se está regularizando día a día la situación de los clientes afectados por las repactaciones impropias. Los niveles de venta se están manteniendo. Todo eso indica que es una compañía que está naturalmente sana en esos parámetros y todos sabemos por qué situación se originó su crisis. El negocio del retail es viable y de acuerdo a otras experiencias que me ha tocado ver de similares situaciones de crisis, objetivamente no se dan los parámetros de una potencial quiebra".

-¿De dónde y cuándo vendrán sus flujos?
"Los flujos están debidamente analizados y sustentados en parámetros objetivos para cumplir con la oferta de pago que se va a formular a los acreedores. Yo creo que aprobado el convenio, antes de un año esta compañía debiera estar en una situación de punto de equilibrio operacional".

-¿Cuál será la mayor dificultad para aprobar el convenio?
"Quienes verán más resentida su posición son los acreedores con vencimientos en el corto o mediano plazo. Sin embargo, el esfuerzo que se les pide es precisamente para que puedan recuperar sus créditos, porque si no logramos un acuerdo, su inversión es igual a cero".
El convenio requiere el consentimiento de dos tercios de los acreedores presentes en la junta y que en su conjunto sumen el 75% del pasivo. Por ello, dice Contador, "siempre nos ponemos del lado de las minorías para buscar los mejores acuerdos. Un buen convenio es el que se logra en lo posible "con canasta limpia".

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